Eolo diezmó la flota de Snipe en una polémica 2ª jornada de la Copa de España en Santander
La mañana amaneció con viento suave del N, que preveía una placida 2ª jornada en la Copa de España de Snipe, pero cuando sobre las 10 de la mañana el Comité se dirigió al abra del Sardinero comprobó la imposibilidad de realizar en él las regatas programadas para esta jornada, al encontrarse con una mar de más de 4 metros, lo que hacia imposible la practica de la vela con embarcaciones de tan poco franco bordo.
En ese momento comenzaron los problemas para los navegantes, pues al ser la bajamar a las 1430 hacia imposible montar un campo de regatas reglamentario en el interior de la bahía de Santander. Por este motivo el Comité a su vuelta del Sardinero levanto la bandera de aplazamiento en tierra hasta las tres de la tarde, hora irreal, pues no era posible navegar sobre los arenales hasta pasadas las 17 horas, lo que todo el mundo sabia y el propio Comité indico a los organizadores
Durante el tiempo de espera, las tripulaciones veían pasar por delante de sus ojos una magnifica oportunidad para realizar las regatas del día como si fuese un espejismo, aun no suponían lo que se les avecinaba horas mas tarde.
A las 15 horas el comité arrío la señal de aplazamiento, a esa hora el viento había rolado al NW y las rachas ya subían por encima de los 20 nudos, e izo la bandera la D para que las embarcaciones comenzasen a dirigirse al campo de regatas, que el Comité no podía montar, pues no le era posible navegar por encima de los arenales ya que estos estaban sin agua. Por este motivo varias embarcaciones que salieron con la arriada de la D vararon al no conocer la zona, costándoles un triunfo salir de este mal paso.
Durante la espera a que la marea subiese, y sobre las 5 de la tarde, dos horas después de haber mandado a los barcos al agua, el viento comenzó a subir por encima de los 25 nudos, lo que ocasiono que varias tripulaciones volcasen en ceñida minutos antes de la salida.
Ya la primera ceñida fue un caos, teniendo que navegar las tripulaciones con las mayores flameando completamente y los foques muy abiertos, ocasionándose muchos vuelcos durante este primer tramo de la regata.
A partir de la baliza de barlovento las rachas fueron aun mas duras, siendo los largos un espectáculo para los que veíamos la regata desde tierra, pero no para los participantes que aguantaban el tipo como podían, lo malo fue la toma de la baliza del vértice, en la que parecía haber un tiro al blanco, ya que los barcos, tanto los que trasluchaban como los que viraban por avante, caían como patos, llegando a estar más de 6 barcos volcados en sus inmediaciones, lo que ponía en peligro fisico, tanto a sus tripulantes como a los barcos que aun quedaban por virar la boya.
El segundo largo fue mas espectacular y en el comenzaron a romperse palos y velas. Los que habían aguantado el tipo durante la duras planeadas, en donde lo importante era subsistir, les quedaba la toma de la boya de sotavento, en donde nuevamente el cazador de patos se había apostado, y ejercía el tiro con habilidad y precisión, ya que nuevamente caían de cuatro en cuatro.
A las neumáticas de salvamento se les acumulaba el trabajo y más de una tripulación estuvo mas de 30 minutos soportando las frías aguas de la bahía de Santander. A estas alturas de regata habían abandonado más de 20 barcos.
La segunda vuelta fue mas de los mismos, si bien ahora había menos flota navegando. La ceñida se hacia como se podía, intentando mantener el barco adrizado a base de llevar las velas flameando completamente, los vuelcos se producían en esta ceñida con las velas sueltas y los tripulantes colgados al máximo, al menos no hubo tantos problemas de cruce, ya que los regatistas iban desapareciendo como por arte de magia.
Nuevamente los largos fueron espectaculares, en ellos cada uno mantenía el tipo como podía, pensando en la baliza del vértice, que era un cáos, por los snipes que aun estaba volcados en sus cercanías de la vuelta anterior, y los que iban cayendo al montarla en esta ocasión.
En la última ceñida solo 23 tripulaciones soportaron a duras penas las fuertes rachas que seguían soplando.
En la Estación Metereologica del Puerto de Santander, que tiene su sede en el puerto de Raos, en las cercanías del campo de regatas y sin ningún obstáculo que amañase el viento que soplaba en esta, la grafica de la intensidad del viento durante toda la prueba estuvo por encima de los 25 nudos con rachas continuadas de mas de 30 que llegaron a superar los 36 en sus puntas. El lugar donde se navegaba el segundo largo se denomina en el argot marinero tradicional de Santander “Vuelca Botes” por la extremada dureza con que el viento sopla en aquella zona muy por encima de lo que sopla en sus alrededores.
El balance de esta regata ha sido entre otros el de 8 palos rotos o doblados, varios foques desgarrados, roturas de timones, perdidas de orzas y prácticamente todas las velas de los participantes tocadas del ala por sus continuos y violentos flameos durante todas las ceñidas de la regata, lo que es una pasta gansa, es decir un montón de dinero para los armadores. Gracias a Dios no ha habido desgracias personales, aunque se ha estado a punto de que se produjesen al golpear en una trasluchada la botavara de un barco que se fue de arribada y que golpeo violentamente a la tripulante de otro snipe que navegaba en conserva con el, dejándola sin conocimiento por unos instantes, causando además al barco accidentado su vuelco, este es uno de los daños colaterales que se padecieron en el gran follon que se monto en la baliza del vértice.
Tras una pequeña espera y con un viento mas moderado se dio la salida a lo que quedaba de flota para la segunda jornada, esta fue mas llevadera, ya que el viento fue decayendo a mediada que se echaba la noche, casi al limite del tiempo para la puesta del sol, los Snipes sobrevinientes de la hecatombe de la regata anterior se dirigieron a puerto.
Como consecuencia de esta jornada se presentaron varias protestas ya que los presentadores estimaron que el viento pasaba por encima de los 25 nudos, lo que las reglas de la clase prohíbe, pero el Comité de Protestas determino que la presión del viento solo había llegado a 18 nudos con rachas puntuales de mas de 25, lo que suscito un desacuerdo total con los documentos de la Estación Metereologica del Puerto de Santander que con sus aparatos certificados presentaron los protestante. Una palpable diferencia con los anemómetros de la organización, que a parte de no cumplir con lo estipulado por la Scira para medir la intensidad del viento, carecen de certificado de calibración. Por lo que se ha pedido una reapertura de audiencia por este motivo.
Lo que esta claro, y una imagen vale más que mil palabras, que después de ver las fotos de la jornada el anemómetro del Comité necesita una revisión a fondo o mejor cambiarle por otro calibrado.
Tras esta discutida y caótica jornada en la que mas de la mitad de la flota ha tenido que abandonar, la clasificación provisional la comanda la tripulación Murciana formada por Paquito y Marina Sánchez seguida de la Canaria de Alfredo González y Cristian Sánchez y de la también Canaria Rayco Tabares y Gonzalo Moran. Nano Negrín y Oliver Herrera, de Arrecife, son cuartos, y a un punto suyo está el gallego Manuel Bermúdez de Castro. El mejor cántabro situado por el momento es Jesús Gonzalez Amaliach, que con Carlos Urruticoechea ocupa el puesto 14. Paquito y Marina se marcaron un doblete (1-1) el viernes y ayer firmaron 4-5 siendo los mejores Alfredo González, que hizo 1-2, y Rayco Tabares, que acabó con 3-1, dando una gran exhibición de dominio en condiciones de viento duro.