El viento del sur, de más de 25 nudos, impidió la celebración de la tirada final del Snipe santanderino.
Unas veces por poco viento, como sucedió la semana pasada, y otras por mucho, como lo que ha soplado hoy, han dejado en tierra al Snipe santanderino, que desde el mes de Octubre solo ha podido navegar en tres ocasiones.
Las regatas en esta época, y hasta pasado el mes de marzo, están supeditadas, como siempre, a las condiciones meteorológicas, que son las que mandan en este deporte, siendo lo normal en esta época, que el viento, o no llegue al mínimo necesario para poder competir, o que se pase de la intensidad máxima que las embarcaciones permiten y que están especificadas en sus reglas de clase.
En Santander, en donde la bahía, que por una parte proporciona un refugio ante las inclemencias meteorológicas, por otra parte tiene el gravísimo inconveniente de que a media marea no hay agua suficiente para navegar fuera de la canal de navegación; siendo el único puerto en nuestro país en donde se celebran regatas que las que los participantes navegan por la canal, lo que sucede siempre que las condiciones de la marea no permiten navegar en los arenales del Sur de la misma.
Con la subida desproporcionada, el 200% en la explanada y el 161,9% en la duna, de los costes de almacenamiento de las embarcaciones en la explanada y en la duna, a la que semana tras semana bajan la mayoría de los regatistas para regatear, esta imposibilidad de navegar debido a causas ajenas a su voluntad, ha llevado a que a algunos se las pase un recibo por el importe máximo propuesto este año por la Junta Directiva y acordado por la Asamblea, en la que tan solo uno de los asistentes usaba ese servicio, no siendo tampoco comprensible que al que tenga una embarcación de vela Ligera para el solo disfrute de la misma, simplemente para navegar a vela y no para participar en regatas, se le cobre el máximo acordado este año, lo que no tiene sentido, y menos en una entidad que tiene por objeto la promoción y practica en actividades y competiciones deportivas náuticas.
Con el cariz que hoy presentaba la bahía, en donde era imposible el competir, y con un parte que preveía un aumento de la intensidad el viento a partir de la 12 horas, los snipistas precedieron a revisar las trincas de sus embarcaciones, se felicitaron las pascuas y el año nuevo y abandonaron el “Casetón” citándose para el próximo año en el que la Snipe, conocido en Santander como “La Laguneja” volverá a navegar, cumpliendo sus 88 años de existencia en el RCMS y sobre la bahía santanderina; informando al Comité de su marcha para que no esperasen más en la motora, felicitándole las pascuas.
Tras esta jornada, que cerraba la temporada 2022, la clasificación del trofeo Gipsy ha sido:
1º Chiqui IV, de Enrique García de Soto y Luis Abarca, con 8 puntos, 2º S&C de Fran Silvela y Roberto Liaño, con 13, 3º Patín de Javier Gutiérrez y Carmen Ahumada, con 21, 4º Achung Baby de Pablo Pelayo y Alejandro Palomero, con 33. 5º Chiqui de José F. García de Soto y Cesar Arrarte, con 35, 6º Tolosa y Cía., de Javier y José Sánchez Barcaiztegui, con 42. 7º Larus de Alfredo Martínez y Magdalena Pi, con 43, 8º Valnera de Javier Cifrian y Guillermo Ramos, con 50, 9º Leviathan de Pedro y Juan Nistal, con 54, 10º Chiflete, de Jesús Corona y María Calderón, con 64, 11º Rayo de Andrei Smintina y Tamara Menguiano, con 69, 12º Rcms de Joaquín Cavero y Gaspar Villalonga, con 72, 13º Águeda de Pablo Gómez y Manolo Sua, con 75, 14º Princess de Roberto y Lucia Pérez, con 87.
J.F.M.J.O.