El presidente de club torrevejense analiza algunos aspectos del VII Trofeo Internacional 'Ciudad de Torrevieja'

El VII Trofeo Internacional 'Ciudad de Torrevieja' arranca en apenas tres días. El Real Club Náutico de Torrevieja da la últimos retoques para tenerlo todo a punto, aunque ya suma su primer éxito en la presente edición, tras cerrarse el Olimpic Sails-Optimist Clinic., un evento está organizado por el R.C.N. Torrevieja, Optisailors, Sailing Cuack y Olimpic Sails en colaboración con Marina Rubicón Sailing Center y que ha estado dirigido por Gonzalo Bocha y José Ballester.

Es el momento de hacer un primer balance, un primer análisis de lo que es y de lo que supone para el Real Club Náutico de Torrevieja la regata internacional. En este sentido, quien mejor nos puede dar esa pinceladas del valor que tiene la prueba no sólo para el club, sino también para la ciudad es su presidente, Germán Soler.

Soler destaca lo que representa la regata, de lo que supone para el club, destacando que "esta regata se hizo, y se hace, desde la ilusión contando con un grupo de personas y el apoyo de unos proveedores que desde el primer momento nos han acompañado y hoy sigue siendo igual". También ensalza la labor y el papel del consistorio municipal. "La colaboración desde el Ayuntamiento, la autoridad portuaria y desde la cofradía de pescadores está siendo fundamental, todos juntos la hacen posible", añadiendo que "aunque en el balance siempre nos cuesta dinero, pero nos lo tomamos como una inversión que hace posible que sea atractiva para extranjeros y equipos nacionales", comenta.

El presidente del club torrevejense ensalza, por encima de todo, los valores de la regata para el club. Es una regata de niños, y a partir de ahí podemos imaginar todo lo que una quiera y es poco", añadiendo que "como Presidente ver a un niño Finlandés tomando la merienda con un español me parece aún increíble". Soler también se muestra sensible al destacar que "una parte muy bonita es ver cómo después de la regata conviven o en el caso de nuestro club, cómo hacen intercambios en verano alojándose en casas particulares de sus países. Practican idiomas, conocen amigos en el extranjero, se llevan un álbum de fotos maravilloso de recuerdos de los días de la regata para el resto de su vida", revela.

Para un club que organiza un regata con más de 300 barcos supone una gran trabajo a nivel logístico y para Soler, al club no lo supone un gran problema, entre comillas. "Todos los trabajadores del club están volcados e implicados en la regata. Desde una semana antes el club entero se pone a disposición de la organización, por ejemplo se cierra el varadero, se destina todo el parking de coches para los barcos, etc… Y los socios comprenden que este movimiento es la razón de ser de un club, sin poner problemas, todo lo contrario, encantados de tener a tantos niños disfrutando de nuestras instalaciones", explica.

En cuanto a la proyección y sobre todo el impulso importante que se otorga a la ciudad de Torrevieja, Soler comenta varios aspectos, destacando que "en enero, siendo Torrevieja una ciudad turística, esta regata es el ejemplo claro de desestacionalización turística. Nuestro propósito es seguir dando ejemplo y seguir trabajando para demostrar que el deporte también es turismo, atrae a personas a nuestra ciudad, a nuestro país, que pasan con sus familias unos días haciendo algo distinto que tomar el sol en la playa. Y eso aporta un valor incalculable en facturación y empleo entre todos los clubes náuticos de la geografía española que organizan pruebas internacionales. Es un cambio de tendencia en la organización de eventos deportivos. Significa también aportar a la sociedad lo que la sociedad nos deja por poder estar en zonas públicas", concluye.