El bronce olímpico Joan Cardona adelgaza 15 kilos para navegar en ILCA 7
Con la salida de la arena olímpica de las clases Finn y RS:X, varios atletas han estado trabajando duro para ajustar su peso y ser competitivos en su nueva disciplina. La particularidad de este ciclo, acortado por la pandemia a poco más de dos años y medio, ha obligado a acelerar este proceso de adaptación.
Seis antiguos regatistas de Finn han adelgazado para adaptarse al ILCA 7 (anterior Laser), mientras que el olímpico turco Alican Kaynar ha tomado un camino diferente, asumiendo ahora los retos del Nacra 17. Todos ellos se han tenido que afrontar a la necesidad de perder peso para ser competitivos en sus nuevas clases.
En el extremo opuesto, los windsurfistas de RS:X deben ganar peso para ser rápidos con las tablas iQFOiL, más potentes, con las que compiten por primera vez esta semana en Palma.
El campeón olímpico de RS:X en Tokio 2020, Kiran Badloe, pesaba 73 kilos cuando ganó el oro el pasado agosto. Tras un exhaustivo programa de alimentación y aumento de peso, el holandés inclina ahora la balanza en torno a los 90 kilos. "Mido 1,95 m, así que mantenerme en los 73 kilos siempre fue una lucha para mí, vigilando todo lo que comía. Ahora puedo comer todo lo que quiera", reconoce con una sonrisa. La razón es púramente física: "Necesitamos el peso extra en el iQFOiL porque cuando el foil nos saca del agua no tenemos resistencia y alcanzamos altas velocidades. Así que es un poco más rápido tener más peso para poder mantenerla dentro del agua".
Cuando Joan Cardona ganó el bronce para España en la final de la clase Finn en Tokio 2020, estaba decidido a conseguir más en la vela olímpica. "Aquella noche, después de ganar el bronce, decidí que quería seguir adelante, que quería estar en otros Juegos Olímpicos y luchar por ello. Y por eso intenté perder todo el peso posible. De la forma más rápida posible, pero también de la forma más saludable".
Cardona ha bajado de cerca de 105 kilos a algo menos de 90. "Siempre disfruto de la comida y no quería dejar de hacerlo. Así que intento ser lo más activo posible. Me encanta correr y montar en bicicleta, así que hago mucho cardio y trato de seguir comiendo más o menos las mismas calorías que cuando navegaba en Finn, pero quemando mucho más. Sinceramente, nunca he estado en tan buena forma".
Curiosamente, al igual que Badloe, el regatista del ILCA 7 se siente más saludable por su radical ajuste de peso. Cardona le recuerda al regatista holandés: "¡Teníamos 30 kilos de diferencia en Tokio y ahora estamos más o menos en el mismo peso!".