El Marítmo de Canido contornea el podio del gallego de Láser en todas las modalidades
Álvaro Franco se sube al puesto dorado en Standard con Alberto Basadre plata en Radial y Tirso Cerqueira bronce en 4.7
El equipo de regatas vigués sigue siendo líder en una de las modalidades más exigentes de la vela ligera
El equipo de regatas de Láser del Club Marítimo de Canido acaba de finalizar su participación en el campeonato gallego de la clase Láser, que se ha celebrado durante los días 13, 14 y 15 en la localidad de Vilagarcía, organizado por el Real Club de Regatas de Galicia.
El cub vigués ha realizado un contorneo del podio tras su excelente participación en la cita con los mejores especialistas de Galicia, obteniendo medallas en todas las modalidades, una por cada una de las tres, en una clase exigente en la que hay que tener una buena preparación física y técnica.
De esta manera, Álvaro Franco, se proclamaba campéon gallego en Láser Standard, clase incorcorporada a las displicinas olímpicas. El regatista vigués repite puesto dorado, ya que en el año 2011 se había alzado con el mismo título gallego en la categoría del Láser Radial. Daniel Álvarez, del RCN Portosín, fue segundo. Y tercero Rafael Campelo, del RCM Aguete.
En Láser Radial, otra de las clases olímpicas, Alberto Basadre, del CM Canido, obtenía el subcampeonato, ganando la modalidad el regatista del RCN Sanxenxo Álvaro Sobral. Al tercer peldaño del cajón se subía Laura Sarasola, también de Sanxenxo.
Y en Láser 4.7 se llevaba el bronce otro de los representantes del Club Marítimo de Canido, Tirso Cerqueira, llevándose el campeonato Ana Araujo, del RCN La Coruña. La plata era para el compañero de grímpola de Araujo, Esteban Martínez.
Se lograron completar siete pruebas en Láser 4,7 y 8 en el resto, con dos primeras jornadas complicadas de viento, con una componente floja y muy rolona. Finalmente, el último día del campeonato gallego el Comité lograba validar la mayoría de las mangas, con un nordeste que inyectó entre 12 y 15 nudos durante toda la mañana.
De esta manera, el equipo del Marítimo vigués, dirigido por Emilio Méndez, se convertía en el único club gallego en colocar a un miembro de sus filas en cada podio, consolidándose como uno de los mayores especialistas de la Clase en la comunidad gallega.