El Chiqui IV se hizo con la primera tirada del trofeo de la clase Snipe santanderina.
Una vez más, la mañana no acompañaba para la práctica de la Vela, la bahía era un espejo y la marea se encontraba bajando, lo que pronosticaba que el viento no hiciese su aparición en la bahía de Santander hasta bien entrada la tarde, con lo que otra vez sería imposible comenzar con la competición en la clase Snipe santanderina
A pesar de las escasas posibilidades de poder llegara a regatear en esta jornada, 7 tripulaciones acudieron al Casetón con la esperanza de poder competir, preparando sus embarcaciones a la espera de que el viento hiciese a su aparición en la Bahía antes del tiempo límite para suspender la jornada. Esperemos que pronto se una a estas la del Tolosa Y Cía., la del Peluquilla la del Tres Mares, la del Lastrin, la de Gust, la del Aldebarán, la del Candas, la del Princess, y otras
Sigue sin que ningún alumno de la Escuela de Vela salga a navegar en el Snipe de la misma, él que ve como pasa el tiempo sin que nadie le use. Es una auténtica una pena el que esto suceda domingo tras domingo, con el agravante de que cuando alguien intenta navegar en él, no encuentra acompañante para formar tripulación, siendo incomprensible que esto suceda en una escuela de vela, en la que sus alumnos desaparecen en cuanto no están dirigidos por ella.
En las Escuelas de Vela no se dan cuenta de que la Vela no solo es la olímpica, a la que llegan muy pocos, que además obliga a ser profesional en un mundo donde es complicado vivir de él y que para la preparación olímpica es necesaria e imprescindible una dedicación exclusiva para poder intentar acceder a formar parte del equipo nacional, preparación a la que pocos clubes, por no decir ninguno, están en condiciones de soportar a sus deportistas. En este deporte, cada deportista aguanta su vela (nunca mejor dicho), quedando con ello el deportista a su suerte en un mundo de tiburones, donde está completamente desamparado.
Está claro que hay Vela aparte de la Olímpica, y que esta no es otra que aquella que con poco gasto la puede realizar todo el mundo, lo demás es una falacia y un engaño a los que empiezan en este deporte, desperdiciándose con ello un material humano que nunca volverá. En Santander han pasado por las escuelas de Vela más de 30.000 alumnos, y la cruda realidad es que cada domingo no llegan a 80 personas los que navegan en Vela Ligera, muchos de ellos haciéndolo bajo el control de una de las escuelas existentes. Eso sí, previo pago
Pasadas las 13 horas, una ligera brisa comenzó rizar la parte norte de la bahía, con lo que tras consultar con el comité, los snipistas comenzaron a botar sus embarcaciones para dirigirse al lugar en que el comité se encontraba fondeado, para intentar dar al menos una regata.
Una vez que el viento se entabló del 035º el comité procedió a instalar el recorrido, comenzando con el procedimiento para dar la salida; esta fue valida a la primera, con todos los participantes sobre la línea, amurados a estribor
Con el viento tan inestable que soplaba en esos momentos, la gran decisión a tomar en esta condiciones era la elección de bordo, ante la incógnita que presentaba la bahía en esos momentos. En un principio toda la flota siguió amurada a estribor para acercarse a la canal, y con ello aprovechar la vaciante para acercarse a la baliza de barlovento,
Solo dos embarcaciones viraron rápidamente a babor, en busca de una mayor presión. La decisión les salió bien, ya que en la medianía de la bahía el viento era escaso y rolón. Este bordo les coloco a la cabeza de la regata, distanciándose del resto de la flota.
A barlovento llegó en primera lugar el Chiqui IV, que montó con más de 10 esloras de ventaja. Tras él lo hicieron el Patagonia de Leticia Herrerías y Laura G. Arrarte, al que seguía muy de cerca el Larus, más retrasados la tomaron el Patín y el Güemes, los dos a la vez; a los que seguía el Águeda.
En la popa. El Patín y el Güemes trabucharon nada más montar barlovento, consiguiendo con ello adelantar al Patagonia y al Larus, centrándose la lucha por el segundo puesto entre el Güemes y el Patín, siendo este el que se impuso por el interior en la toma de sotavento
Por su parte el Larus adelanto al Patagonia, y el Águeda se colocó en el grupo, lástima que la tardanza en realizar la maniobra de quitar el tangón le hiciese perder toda lo conseguido en la popa.
Al paso por barlovento, el comité modificó el recorrido, colocando la baliza al 010º haciéndole más corto
La segunda vuelta estuvo marcada por fuertes roladas a la derecha y grandes diferencia de presión, lo que dio lugar a una fuerte lucha por las posiciones.
La última popa fue de trámite, ya que las condiciones de viento no permitían ninguna opción de lucha
La clasificación de esta primera tirada después de la larga, e inexplicable, parada veraniega ha sido:
1º Chiqui IV de Enrique García de Soto y Luis Abarca, 2º Patín de David Solana y Javier Gutiérrez, 3º Güemes de Pablo Pelayo y Alejandro Palomero, 4º Larus de Alejando Chacarra y Alfredo Martínez, 5º Patagonia de Leticia Herrerías y Laura G. Arrarte, 6º Águeda de Pablo Gómez y Ricardo Liaño, se retiró el Atram, no salió el Chiqui
J.F.M.J.O.