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Doblete del Chiqui IV en la tirada que abre el trofeo Yates y Cosas para el Snipe

Doblete del Chiqui IV en la tirada que abre el trofeo Yates y Cosas para el Snipe

Por fin, tras casi un mes sin competición, la clase Snipe ha podido retomar su actividad. En esta tirada la regata ha contado con la participación de 10 tripulaciones, que a pesar del viento de componente SUR que acabo superando los 24 nudos, han podido terminar las dos pruebas programadas para la jornada.

Como consecuencia de la fuerte intensidad que alcanzó el SUR, en la segunda regata, sobrepasando los 24 nudos de intensidad en las rachas, y ante el cariz que iba cogiendo las olas que se formaban en la bahía, el Comité decidió acortar el recorrido en la segunda vuelta, al paso por la baliza de barlovento, lo que los participantes agradecieron, ya que lo único que podía suceder de seguir la regata, era el destrozar el material. Lo que fue una pena era que la señal que largaba la embarcación del comité fuese una bandera demasiado pequeña, que confundió a varios participantes.
La jornada comenzó con un aplazamiento para esperara a que entrase un cochero por la canal de la Bahía, en donde estaba emplazado el recorrido. Una vez que el mercante dejo libre la canal, el comité comenzó con el procedimiento.

En esta ocasión la salida fue valida a la primera, con toda la flota sobre la línea, ello gracias a la marea vaciante, que permitía a los participantes el mantenerse a sotavento de la línea.
La ceñida fue complicada como consecuencia de las grandes roladas que siempre acompañan al Sur, siendo el paso por barlovento para la tripulación del Chiqui IV, que se distancio de sus competidores, tras él monto el Chiqui seguido del Yaiza.

En la popa las posiciones se mantuvieron produciéndose un problema en la balizad de sotavento.

En la segunda ceñida el viento se encalmó en el paso por barlovento, lo que produjo una modificación sustancial en las posiciones de la flota, manteniéndose invariables solamente las dos de cabeza.
Cuando el Larus había remontado hasta la 3 posición y a escasos metros de la entrada, se penalizó, con lo que la clasificación de la prueba fue: 1º Chiqui IV de Enrique García de Soto y Cesar Arrarte, 2º Yaiza, de David Madrazo y Javier Gutierres,3º pelusilla, de Luis Fernando Lainz, 4º Güemes de Pablo Pelayo y Alejandro Palomero, 5º Mojito de Fernando Pereda y Santiago Fiochi, 6º Chiqui de José F. García de Soto y Luis Abarca, 7º Larus de Peru Mujica y Alfredo Martínez, 8º Rage Quit de Ward de Pres y Wendy Paterhous, 9º Atram de Izan Uranga, 10º Agueda de Pablo Gómez y José A. Varona.
Tras una espera a que el viento se entables, y con un sensible incremento de su intensidad, que no pronosticaba nada bueno, se procedió a dar la segunda salida de la jornada. En esta ocasión la marea era ya entrante, con lo que la flota se salió de línea, obligando a levantar la bandera de llamada general, al segundo intento, con la bandera del último minuto izada, la flota salió correctamente, siendo la zona más favorecida para ello la de la baliza.

En el primer tramo el viento rolo a la izquierda, con lo que los que escogieron esta parte del recorrido llega ron muy pasados a barlovento, siendo el Yaiza el que monto con ventaja; tras él, lo hizo el Chiqui IV se guido del Larus.

La popa fue complicada como consecuencia de la intensidad de las rachas del sur, que se llevaron por delante al Güemes, aunque la rapidez de su tripulación para adrizarle no les hizo perder pues tos,
En la ceñida, en viento supero los 24 nudos, arbolándose la ola característica de este viento, que hace muy complicada la navegación (y sobre todo la entrada en la rampa de Puertro Chico), con lo que el comité decidió, con magnifico criterio, el acortar el recorrido.

La entrada en Puerto Chico fue un drama, con un tapón de embarcaciones en la rampa, que luchaban con las olas del sur para vararlas; Por lo que, los iban llegado, como podían amarraban las suyas a los pantalanes, desde donde contemplaban, atónitos, que las embarcaciones de seguridad se quedaban en la zona de la Grúa, sin ayudar a los regatistas que no podían navegar para llegara a la rampa, al haber arriado las velas.

Afortunadamente una de ellas, en solitario, fue remolcando a las tripulaciones que habían acabado en los pantalanes , y les fue remolcando hasta la rampa.
Con una organización como esta, el día que haya problemas será un caos.
J.F.M.J.P