Hallowe’en, la ‘joya perfecta’ en diseño naval
Este barco, botado en 1926 con un diseño de William Fife III, mantuvo durante 13 años el récord de la mítica Fastnet
Cada uno de los participantes en la XXIX Regata Illes Balears Clàssics guarda entre sus cuadernas parte de la historia de la náutica deportiva, pero pocos simbolizan la esencia de la competitividad y la superación como el Hallowe’en (1926), ganador en tiempo real de la mítica regata Fastnet el mismo año de su botadura.
Hallowe’en recibió el premio Leyenda del Mar en la edición de 2019 de la Illes Balears Clàssics por ser el barco que mejor representa el espíritu de la vela clásica de entre los 37 que se dieron cita aquel año en la regata que organiza Club de Mar - Mallorca.
En esta XXIX edición de la Regata Illes Balears Clàssics participa, armado y patroneado por Iñigo Strez, en la clase época bermudiana donde se tiene que medir con rivales de la talla del Comet (Olin Stephens, 1946), Baruna of 1938 (Sparkman/Stephens, 1938) o el Sonata (John G Alden, 1937).
Este impresionante cutter bermudiano de 25 metros de eslora botado en 1926, que por su aspecto actual podría decirse que acaba de salir del astillero, estableció en su segunda edición el récord de la famosa travesía de 608 millas que zarpa de Cowes y discurre por el Solent y el mar de Irlanda hasta el islote Fastnet Rock, el último reducto de Europa que avistaban los inmigrantes que se dirigían a Estados Unidos en las primeras décadas del siglo XX y donde se levanta, imponente, uno de los faros más fotografiados del mundo.
La tripulación patroneada en 1926 por el teniente coronel J. F. N. Baxendale pulverizó la marca de la Fastnet al detener el cronómetro en 3 días, 19 horas y 5 minutos, frente a los más de 6 días invertidos el año anterior por el Jolie Brise en la edición inaugural. En sus años de máximo esplendor, el Hallowe’en solía contar a bordo con la presencia del príncipe Olaf, futuro rey de Noruega. El arquitecto naval William Fife III, autor de algunos de los barcos más bellos del mundo, dijo de él que era su “joya perfecta”. Su armador actual es Mick Cotten y el barco navega bajo pabellón del Royal Irish Yacht Club.
El récord del Hallowe’en se mantuvo durante 13 años, hasta 1939, en que apareció en escena el alemán Nordwind, que rebajó la marca en tres horas y la mantuvo vigente durante un cuarto de siglo.
Al Hallowe’en se le perdió la pista en la década de los 40, coincidiendo con la Segunda Guerra Mundial. Cuando volvió a aparecer había cambiado su nombre por Cotton Blosson IV y pasó a formar parte del Museo del Barco Clásico de New Port, en Rhode Island. Alllí fue sometido a un primer proceso de restauración. Tras cinco años de trabajos, los fondos se agotaron y estuvo a punto de desaparecer.
Resultó providencial la mediación de Elizabeth Meyer (propietaria de J-Class Endeavor), que ayudó a encontrar un comprador y a que Hallowe’en estableciera su base en el Mediterráneo, donde las regatas de clásicos como la Illes Balears Clàssics suponen un aliciente para la conservación del patrimonio marítimo. Su última gran restauración data de 2009 y se llevó a cabo en los astilleros Fairlie en el río Hamble (Reino Unido).