Vendée Globe. Jean-Pierre Dick, al ataque. El Virbac Paprec 3, acelera
El patrón del Virbac Paprec 3 ha ganado dos posiciones en sólo 24 horas. Una de ellas, tras la desgraciada colisión de Riou con una baliza metálica y la otra gracias a la velocidad adquirida durante la noche. Desde esta mañana, pues, es el nuevo delfín de Armel Le Cléac'h (Banque Populaire).
La cosa va viento en popa a bordo del Virbac Paprec 3. Con casi 340 millas recorridas a 14 nudos de media en las últimas 24 h., Jean-Pierre Dick ha realizado la mejor progresión y ha adelantado a François Gabart (MACIF) durante la noche. Según ha dicho, tan solo ha hecho dos cosas desde la salida: velar por la marcha del barco y dormir... Detectado a más de 17 nudos en la última hora antes de la clasificación de la madrugada, parece que deberá esperar aún a relajarse y disfrutar de su navegación. Tras un Armel Le Cléac'h (Banque Populaire) inflexible, que mantiene su pequeño margen de ventaja con sus perseguidores directos (50 millas), la lucha es intensa. François Gabart (MACIF) fue adelantado por el exterior durante la noche, en una zona de viento visiblemente más débil. «El mar está calmado. El barco se desliza solo sin forzar. No voy a batir récords de velocidad, bien es cierto, pero la sensación de navegar sin forzar es muy buena. Si pudiera mantener estas condiciones toda la nochet... », declaraba el patrón. Seguro que esta mañana, deseaba el retorno de algo más de presión. Bernard Stamm (Cheminées Poujoulat), 4°, parecía recuperar algo de velocidad. Quizás el signo que sus múltiples problemas técnicos ya quedan atrás. Lo mismo para Alex Thomson (Hugo Boss), que no para de impresionar a bordo de su monocasco de 2007. Registraba esta mañana la segunda mejor progresión de las últimas 24 h., 312 millas. Su rendimiento le permite reducir sensiblemente su retraso respecto al líder, a 125 milles. En sexta posición, Vincent Riou progresaba esta mañana a poca velocidad en el cabo 250 (suroeste), a 300 millas de la costa brasileña, todavía buscando la solución óptima para seguir su ruta en las mejores condiciones. El patrón está decidido a intentarlo todo para reanudar la regata. Pero la reparación se prevé larga y complicada, especialmente en lo que respecta al tirante de outrigger...
Vincent nos explica la situación: “Cuando el barco escora 20°, el desgarro se sitúa a nivel de la flotación. Mi prioridad es encontrar los medios de hacer una reparación sólida y proseguir esta Vendée Globe con total seguridad. Necesito tener la garantía de abordar el océano Austral confiando totalmente en mi barco. La situación es verdaderamente delicada, porque no tengo tierra cerca para abrigarme y efectuar esta reparación más fácilmente. Es reparable, pero en qué condiciones y con qué tomas de riesgo sabiendo que tengo que dar la vuelta a la Antártida. Es lo que en estos momentos estoy evaluando”.
¡Hacia el sur!
Detrás, el trio formado por Mike Golding (Gamesa), Jean Le Cam (SynerCiel) y Dominique Wavre (Mirabaud) por fin pone proa hacia el sur y parece estirarse un poco, en favor de una aceleración del marino inglés. Jean Le Cam permanece a rueda de Golding y aguanta el ritmo mientras que Wavre parece descolgarse ligeramente. Entrados en el Atlántico sur, durante la noche, Javier Sansó y Tanguy de Lamotte (Initiatives-coeur) se sumergen de lleno en el sur, siguiendo un poco al este la trayectoria del grupo de cabeza. Las velocidades progresan sensiblemente a medida que avanzan en los alisios. Más al oeste, tras un paso de las calmas especialmente complicado, Arnaud Boissières (Akena Verandas) y Bertrand de Broc (Votre Nom autour du Monde avec EDM Projets) recuperan velocidades de dos cifras. Muy apartado al oeste, el patrón de Votre Nom autour du Monde avec EDM Projet debería pasar cerca del archipiélago de las islas Fernando de Noronha, a menos de un centenar de millas. Aún en el hemisferio norte, a 225 millas del ecuador, Alessandro Di Benedetto (Team Plastique) parece haber ya escapado de las garras de la zona de convergencia intertropical. En su monocasco de quilla fija, el único de la flota, aún está a más de una jornada de navegación del ecuador.Esto comentaba: Una de las cosas más complicadas en ese paso de las calmas ecuatoriales es tener que adaptar los lastres (los depósitos para equilibrar la escora del barco) a las condiciones de viento muy variables. Con una quilla basculante, esa transferencia de pesos a barlovento se hace en unos segundos, haciendo bascular la quilla. Para conseguir un resultado similar necesito entre 20 y 40 minutos para cada transferencia de agua, y por tanto para cambio importante de viento.
¡Bueno, pues las calmas ecuatoriales también son eso y tienes que apechugar!
Aparte de eso, las cosas a bordo van bien, pero cada vez hace más calor; esta mañana, en el interior del barco, 28°C. Y tengo que dejar de escribir ese cuaderno de bitácora, porque el viento ha vuelto a bajar, y debido a los lastres, el barco escora del lado malo; o sea que voy a hacer la transferencia y después a tomarme un cafelito.Alessandro