Los 37 solitarios de la Fígaro inician rumbo a Gijón, la primera etapa con lluvia y poco viento
La villa bretona de Paimpol despidió a los 37 participantes en la primera etapa de la regata La Solitaire du Figaro, que finalizará el miércoles en Gijón.
Paimpol se quedó pequeña para acoger a todos los que acudieron a despedir con entusiasmo a los regatistas, y fueron decenas las embarcaciones de todo tipo que siguieron el desarrollo de las primeras millas, en las que los marinos navegaron en condiciones de poco viento, mar tranquila y abundante lluvia cinco boyas que marcaban un recorrido de salida junto a Ile de Brèhat.
El día anterior, la dirección deportiva de la regata ya había anunciado dichas condiciones durante la reunión técnica de presentación de la primera etapa, en la que se les adelantó que un anticiclón centrado en la zona Norte del golfo de Vizcaya les impedirá acometer la travesía a rumbo directo entre la punta oeste de Bretaña y Gijón, así que deberán optar por acercarse a la costa o adentrarse en el Atlántico para aprovechar los mejores vientos, los que rodean al anticiclón. La trayectoria óptima de la singladura supondría una distancia de 504 millas náuticas, pero la previsión meteorológica obligará a los marinos a afrontar un recorrido considerablemente más largo.
La regata llegará a Gijón a partir de la tarde del miércoles, y puede que alguno de los navegantes entre al puerto de Marina Yates ya avanzada la madrugada del jueves. La organización confía en que los aficionados a la vela de Asturias se echen a la mar para recibir a estos extraordinarios navegantes que tienen que vencer, en primer lugar, a los límites de su propia resistencia física y mental.