40 IMOCA parten hacia el frente. Los Class40 y Ocean Fifty peleando con la borrasca

Había que poner el despertador a las 4 de la mañana para vivir un pequeño momento histórico en Le Havre esta mañana. En 30 años, la Ruta del Café ha experimentado todos los aromas pero el de esta salida nocturna tuvo un sabor muy particular. Así, 40 IMOCA se alejaron de puntillas para ofrecer un espectáculo realmente hermoso unas horas más tarde en la Bahía del Sena. Luz, viento fresco, , ¡valió la pena la espera! Se cumplían todas las condiciones para un espectáculo antológico en directo donde los 40 monocascos lanzados a toda velocidad demostraron una vez más su extraordinario potencial. Charal marca la proa en la salida, con el primer frente a la vista esta noche y mucha incertidumbre por seguir...
A las 5:30 horas, la dársena Paul Vatine estaba vacía y los 40 IMOCA habían regresado al mar. A los patrones les quedaban varias horas para hacer rondas en el agua de la bahía del Sena antes de la salida prevista a las 9:30 horas. Basta echar otro vistazo a esta previsión meteorológica que no parece fácil. Si las primeras 24 horas de regata transcurren sin sorpresas, con este frente que tomará la primera en la madrugada del miércoles al final del Canal, el resto promete ser muy incierto.

Sobre el papel, la ruta Norte, que vuelve a atacar otros frentes y promete una buena semana de cerca, sale ganando frente a la ruta Sur, que es significativamente más larga. Después de doce horas de virada en el Canal y de un buen ruido nocturno cerca de Ouessant, los tándems habrán podido alimentar sus ordenadores con nuevos archivos meteorológicos para saber si se dirigen directamente hacia el cabo Finisterre o si se dirigen un poco hacia el oeste en su rumbo. ruta. Ls opciones surgirán de forma bastante natural. Incluso si todavía hay un poco de incertidumbre, los modelos eventualmente convergerán y ciertas rutas quedarán bloqueadas”.

Un comienzo brillante

A las 9:30 horas estas consideraciones estratégicas quedaron de lado. Deja paso a las maniobras.Los IMOCA pusieron rumbo a babor hacia el Cotentin. Bajo J3 y un rizo, navegando a 18 nudos los foilers en ceñida y entre 11 y 12 los Imoca sin alas. El Groupe Dubreuil y el Maître Coq V apuntaron sus proas en cabeza de la línea, con los dos compañeros de For People y For the planet. A sotavento, Charal se puso a toda marcha demostrando que los nuevos IMOCA pueden volar incluso en ceñida.
El único inconveniente de esta espléndida salida fue que Bureau Vallée confundió el visor con la boya y por tanto no cruzó la línea definida por las Instrucciones de Regata. Recibe una sanción de 5 horas.
En cuanto a Macif Santé Prévoyance, tal como estaba previsto en segundo plano para no obstaculizar a sus competidores, llevó a cabo esta salida, antes de señalar su abandono. Charlie Dalin, que no puede participar en la regata por motivos de salud, continúa su proceso de clasificación para la próxima Vendée Globe, sin poder defender sus posibilidades entre Le Havre y Fort de France.

El Golfo golpea a su paso por La Coruña

La noche fue dura en las aguas del Golfo de Vizcaya, lo que no perdonó a las tripulaciones del Class40 y del Ocean Fifty. Sus primeras horas de regata estuvieron marcadas por dos desarboles. Después del incidente de ayer del Class40 The Sea Cleaners - Univerre - ENSM con destino a Lorient, fue el Ocean Fifty Le Rire Médecin-Lamotte (Berry-Joubert) el que sufrió la pérdida de su aparejo. El mástil cayó a las 4:30 horas, mientras el trimarán avanzaba entre 20 y 25 nudos del noroeste, a 90 millas al noroeste de La Coruña. Si los dos capitanes no resultan heridos, la estructura está dañada. Ante esta situación, pidieron ayuda. La embarcación Mérida, equipada por el navegante Adrien Hardy, especializado en este tipo de operaciones, llegó a la zona a las 6:40 horas para echarles una mano.
En la salida de los pantalanes, todos los patrones coincidieron ayer en que el inicio de su regreso a la prueba no sería un trámite en el Golfo de Vizcaya, prometiendo que ciertamente no se lo pondrán fácil. Todos hicieron balance de los riesgos que corrían en las difíciles condiciones: un viento constante con ráchas violentas a medida que pasaban las borrascas, en mares duros con olas de mar gruesa.

El Ocean Fifty Primonial (Rogues-Gellée) navegaba a 50 millas del puerto gallego cuando sufrió daños en el flotador de babor. La tripulación se encuentra bien y actualmente avanza a vela reducida para preservar su montura a la espera de determinar a qué puerto llegar por sus propios medios. Unas horas más tarde, fue el turno de Koesio (Le Roux-Ogereau) de sufrir las consecuencias de estas condiciones. Poco antes de las nueve de la mañana, a 60 millas del cabo Finisterre, el dúo comprobó que los carenados de los brazos de su trimarán estaban dañados, que un balcón había sido arrancado y que se había creado una pequeña fuga. Tantos daños que le obligaron, esta mañana, a desviarse para hacer una escala técnica.
"No podemos esperar a salir"
Al mismo tiempo, Thibaut Vauchel-Camus, capitán de Solidaires en Peloton, unido a la facción, que estuvo muy cerca esa noche del Primonial, da testimonio de la dureza de esta primera noche r: “Nos pusimos directamente en condiciones. Pensamos que el viento arreciaría más rápido, así que no fuimos muy rápidos hasta que llegamos a ráchas de 30-35 nudos. Estábamos peleando con Sébastien y Jean-Baptiste en Primonial, hasta que anoche recibimos un mensaje diciéndonos que habían roto su flotador, y luego supimos sobre Luke y Antoine (víctimas de un desarbolamiento a bordo del Rire Médecin , NDR). Es difícil, significa menos compañeros en la mar. La regata fue muy bonita con rachas de 35-40 nudos, fue dura; y ahora no podemos esperar a salir. »
Este martes por la mañana, la salida no está muy lejos para Solidaires en Peloton, que sigue compartiendo la experiencia de sus dos compañeros de tripulación en la realización de una regata transoceánica a bordo de un barco ya bien probado y fiable. Mientras los IMOCA bailan frente a Le Havre, el trimarán azul se acerca lo más posible a la costa española, en dirección al cercano Cabo Finisterre. Thibaut confirma que la parte más difícil ya quedó atrás: “Allí progresamos en ángulos más fríos, nos dejamos sondear menos. Es más pacífico, pero estamos en carrera, por lo que el desafío es abordar la próxima transición con más facilidad; así que mantenemos el ritmo…”
“Una buena ventaja al llegar”
En cuanto a los Class40, a los que no pudimos unirnos a la sesión, esta salida de regata no defrauda la reputación del despiadado árbitro que es el Golfo de Vizcaya. Al final de la noche, el Class40 Curium Life Forward (Lepesqueux-Dehareng) informó de problemas electrónicos que le obligaron a virar hacia Lorient. En estas difíciles condiciones, la batalla no es menos encarnizada en la vanguardia, con los barcos manteniéndose en apuros, uno tras otro ofreciéndose el privilegio de estar en lo más alto de la clasificación.

Sin embargo, al pasar la depresión (excrecencia de la depresión), la flota se dividió en dos grupos. Hacia el sur, y al ritmo adecuado, los primeros parecen bien situados para escapar del golfo. A bordo del Alternative Sailing - Constructions du Belon, que avanza en el primer pelotón (17º, 24 millas), Estelle Greck afirma en un mensaje: “la jornada de ayer estuvo marcada por borrascas, el viento era muy inestable. Tuvimos un buen rumbo al llegar con ráfagas de más de 30 nudos. Durante la noche continuaron las borrascas, acompañadas de tormentas eléctricas. Ahora estamos amurados a estribor y estamos esperando que sople viento de derecha”. El desafío ahora es escapar para evitar los vientos más débiles de una célula anticiclónica que corre el riesgo de atrapar a los más lentos del norte. El día 25, primero del segundo paquete y primer extremo puntiagudo., Nestenn-Entrepreneurs pour la Planète (Bonnier-Follin), que ya está a 70 millas de la cabeza de la flota, podría pagar el precio. Y imagínese reduciendo la velocidad en el camino hacia días mejores, en condiciones que son a la vez más suaves y al mismo tiempo propicias para la velocidad...

Los ULTIM en pleno vuelo “ascendente”

Dos hemisferios, dos salas, dos atmósferas. Mientras la gran mayoría de los competidores de la Transat Jacques Vabre Normandie Le Havre avanzan por el Canal de la Mancha o el Golfo de Vizcaya, los cinco trimaranes ULTIM continúan su escapada en el Atlántico Sur. En el noveno día de regata, el Maxi Banque Populaire a 3.500 millas de la meta en Fort-de-France, todavía queda camino por recorrer. Y ojo con el SVR Lazartigue, que consigue poco a poco recuperar terreno respecto al líder; tal como ganó el día 3, el Maxi Edmond de Rothschild.
“Acaba de amanecer el día. El viento fue realmente muy irregular al final de la noche, fue realmente extraño, con grandes variaciones en pocos minutos. Allí parece un poco más asentado. Estamos felices de estar donde estamos. Sentimos que vamos bien, con bastantes ajustes que hacer en el barco, lo cual es bastante interesante. En las últimas 24-48 horas, hemos conseguido acumular bastantes millas. Y obviamente, como competidores, nos gustan este tipo de cosas. ¡Esto inmediatamente pone de buen humor a bordo! »

Gran batalla, talla XXL
Esta mañana, François Gabart tiene todos los motivos para alegrarse a bordo de su cohete azul. "Tenemos la impresión de tener el océano sólo para nosotros en un mar bastante plano". Pero más que las consideraciones climáticas “agradables y suaves” que caracterizan las latitudes en las que avanza, es sobre todo la capacidad de su ULTIM para navegar en ceñida lo que le proporciona motivos de satisfacción. “Al virar, a bordo de estos barcos, cuando se reduce la velocidad, perdemos el ángulo de aproximación, pero todavía estamos a velocidades que son simplemente increíbles. Estamos en ceñida con un viento alisio no muy fuerte, pero volamos a 20 nudos, casi constantemente”, dice François, ya en el ritmo de esta gran batalla de viradas por tirar, talla XXL.
Maxi Banque Populaire sigue en la pole position Armel Le Cléac'h y Sébastien Josse siguen marcando el ritmo sostenido de esta intensa regata entre gigantes, con diferencias que van y vienen en función de las puntuaciones.
Más atrás, Sodebo Ultim 3 y Actual Ultim 3 no se quedan atrás, ya que hoy sólo les separan unos ochenta kilómetros de la meta. Por tanto, no hay nada decidido y queda todo por hacer mientras los barcos hacen, en ceñida, una demostración excepcional de vuelo ascendente... hacia la Ascensión. Según François Gabart, sólo les quedan 24 horas para alcanzar esta isla perdida en medio del Atlántico Sur. Y comience el largo ascenso a favor del viento que aún les ofrecerá largas y hermosas horas de vuelo...