Yamamay y del Gabriela Onofre se proclamaron imbatidos Campeones de Cantabria en la clase Crucero
Jornada del domingo definitiva para la proclamación de los campeones de Cantabria en la clase Crucero, pues al no poder descontarse ninguna prueba de las celebradas, el más mínimo problema de material entre las tripulaciones participantes decantaría la clasificación definitiva del evento.
La mañana, tal y como pronosticaba el parte, amaneció con viento del Nordeste, que iba incrementando su intensidad a media que la mañana iba avanzando, a lo que contribuía notablemente la corriente entrante, que culminaba su pleamar a las 1530, con lo que todo coincidía positivamente para tener una magnifica jornada de regatas a vela.
Al medio día, hora establecida para la salida, el viento soplaba con unos 14 nudos de intensidad, con rachas que sobrepasaban esta cuando coincidían con la dirección de las calles colindantes con la bahía, las que también las afectaba enormemente en su rumbo.
La salida fue valida a la primera, cortando la línea con el cañonazo los del Gabriela Onofre, Yamamay y Puntarras, más retrasados lo hicieron el resto de la flota.
A la altura de Puerto Chico, los barcos grandes, que salieron rezagados, arrasaron con sus desvenes a los más pequeños que arriesgaron en la salida perjudicándoles enormemente durante todo el tiempo que tardaron en, sin ningún problema, adelantarles.
Es hora, cuando las flotas comienzan a ser numerosas como en esta jornada, que las salidas se den por separado a las distintas clases de Crucero participantes, ya que las regatas de ambas clases no tiene nada que ver entre sí, y las situaciones que crean las salidas con todas en conjunto son, cuando menos peligrosas, siendo siempre los mas pequeños los que peor parados salen de estas situaciones. Es posible que para el publico neófito las concentraciones de embarcaciones de diferentes tipos y colores les resulte fotogénico, pero a los participante, que son los que verdaderamente toman parte en la competición, este tipo de situaciones no les resulta para nada beneficioso ni atrayente, sino todo lo contrario, los barcos de pequeña eslora tiene siempre que soportar los desventes, a veces interminables, de otros mayores que ellos que no tiene ademas nada que ver con su regata.
Durante la salid de la bahía se distancio el Yamamay, entablándose un magnifica pugna entre los de la clase II el Puntarras y el Gabriela Onofre que navegaron en un pañuelo hasta la isla de la Horadada. A partir de ese instante, ya en el abra, el Puntarras se distancia por sotavento de su rival, mientras que el Marieta se une al Gabriela Onofre en el largo tramo hasta la baliza de barlovento.
El espejismo que tuvo la flota crucero en la jornada de ayer, en la que todas las boyas eran hinchables y con buena visibilidad, no tuvo lugar en esta ocasión, en la que nuevamente las balizas del recorrido eran de caña con bandera, lo que hacía imposible a los barcos que no lleva tableta electrónica el marcar el lay line, importantísimo para la táctica de la regata, por lo que la vela ha dejado de ser un arte, como la navegación, para convertirse en un producto de la informática
Barlovento lo monto destacadísimo el Yamamay. En la clase II la lucha se seguía librando duramente entre tres tripulaciones, siendo la del Puntarras la que monto delante, seguida del Gabriela Onofre y del Marieta.
El tramo hacia la baliza 2, también esta de caña, fue un trámite, si bien el final del mismo, en la toma de la boya el Gabriela Onofre se coloco a escaso centímetros del Puntarras dejando atrás al Marieta.
La ceñida de vuelta a la boya 1 fue dura, pues el viento había subido hasta los 19 nudos, y los tres tripulaciones navegaban muy juntas. El Marieta escogió el bordo a la mar, mientras que sus contrarios hicieron el de tierra.
Cuando faltaban unos metros para la toma de baliza el Puntarras seguía en cabeza con el Gabriela Onofre por sota a dos esloras. Poco antes de llegar al Lay line, el Puntarras sufrió una avería en su puño de escota de su mayor, lo que a partir de ese instante le dejo sin opciones de defender su hándicap. La baliza la monto en primera posición el Gabriela Onofre que fue distanciándose del resto de los competidores.
El Yamamay gano la prueba en la clase I. En la Clase II se impuso el Gabriela Onofre mientras que el Marieta se impuso al Puntarras en la línea, aunque no con el suficiente margen para ganarle en compensado.
Al final la clasificación de la última regata del Campeonato de Cantabria de Cruceros ha sido:
Clase I 1º Yamamay
2ª Salen
Clase II
1º Gabriela Onofre
2º Puntarras
2º Marieta
Con lo que la clasificación del Campeonato de Cantabria de Cruceros ha sido
Clase I
1º Yamamay
2º Salem
3º Coyemaya
Clase II
1º Gabriela Onofre
2º Puntarras
3º Chardonnay
4º Kirios
5º Azhul
6º Marieta
7º Airan 5
E.N.S.