Tras dos meses de parada, el crucero santanderino comienza con su calendario con el Memorial Tomé

Cada vez el mundo de la vela está más al revés. Desde siempre el verano ha sido, en el norte de España y concretamente en Santander, la mejor época para la práctica de las regatas a vela por parte de los amantes de este deporte y desde luego la única epoca para poder disputar competiciones por aquellos que comienzan a navegar, o que no residen habitualmente en nuestra ciudad, pero que veranean en ella. En fin, para los la mayoría de los deportistas no profesionales que pueden disfrutar en esta época del año de las mejores condiciones para la práctica de la nuestro deporte: La Vela. En el RCMS, como en todos los Clubs Marítimos o Náuticos de este país, la actividad velistica se concentraba siempre en los meses de verano.
De hace unos años a esta parte, la vela en el Santander se comenzó a practicar durante todo el año. Lo suyo costo. Pero desde unos pocos años acá, la actividad de regatas a Vela durante los meses de Julio y Agosto practicante ha desaparecido en la bahía santanderina, limitándose esta a 3 regatas hándicaps, para todo tipo de barcos, y a una regatas para la de crucero, la que por cierto se ha celebrado la semana pasada y que ha estado acompañada por la polémica.
Polémica que se desato en la primera jornada, a pocos metros de la salida, y que sufrió su máxima exaltación en los pantalanes de Laredo, tanto en la jornada de la llegada a los mismos, como en la mañana del día siguiente.
Polémica a la que ha dado lugar, no la actuación de los participantes que intervinieron en los hechos, sino la de los Comités que tenían que haber velado por el cumplimiento de las normas, y que una vez más no han estado a la altura de su misión.
En el incidente que dio lugar a la polémica, está completamente descartada la incorrecta actuación de los participantes, estos actuaron siempre de buena fe. De eso no existe ni la menor duda. Conozco al que levanto la bandera de protesta desde que era niño, cuando comenzó a acudir a la escuela de vela. Es, más le di las primeras clases, le he visto como le salían los dientes en este deporte. Su actitud ha sido siempre intachable. En este asunto, por el que levanto la banderea de Protesta, defendía su visión de los hechos según su buen saber y entender. Eso que quede meridianamente claro.
En el caso que nos ocupa, el desaguisado lo ha creado el Comité que tenía que resolver la protesta presentada, e indagar, por lo expuesto en ella, el meollo del asunto para comprobar, tras la confrontación de las distintas declaraciones de los implicados, quien tenía la razón y quién no. No solo la auto penalización de uno de los implicados anula definitivamente la realidad de los hechos acaecidos, y a la salida de Santander ocurrieron varios incidentes distintos, en unos pocos instantes, los que afectaban a las reglas de regatas. Hechos que en el TOA no se reflejaron en ningún momento. Ni tan siquiera consto en él la presentación de la protesta, la que fue comunicada por VHF por el protestante cuando se produjo el incidente,, y por tanto conocida por todos. Incidente que también contemplo la flota. Tampoco hubo en el TOA la comunicación de la hora de la vista de la misma, y mucho menos la resolución acordada sobre ella.
Tampoco fue acertada, en esa regata, la decisión de modificar el recorrido de la forma como se hizo en Laredo, y mucho menos de, al día siguiente, hacer referencia a la norma para justificarlo. Las normas de la regata contenidas en las instrucciones si daban opción al comité a modificar el recorrido, pero anunciándolo “adecuadamente”, es decir publicándolo en el TOA dos horas antes de la señal de atención de la primera prueba del día. El hacerlo por VHF antes de comenzar la regata no es la forma adecuada. Esta modificación del recorrido debió hacerse como indican las Instrucciones de regata.
Estas actuaciones de los Comités, no las de los deportistas, son las que crean polémicas y mal ambiente, como el que se vivió en los pantalanes del puerto deportivo de Laredo la pasada semana. Estas malas praxis son las que desvirtúan la competición, originando que los deportistas dejen a acudir a las mismas y por tanto devaluando de las regatas

Con una magnifico viento del NNE que llego a alcanzar los 12 nudos, la flota crucero comenzó su programa de invierno con el memorial Tome, siendo un pena que solo 7 tripulaciones tomasen parte en esta estupenda jornada para la practica de la vela.
El recorrido escogido para la ocasión defraudo notablemente, pues de los muchos que existen en el programa de regatas, es, con estas condiciones de viento, uno de los que menos permite la competición, al realizarse, la mayor parte del mismo, con navegaciones a un descuartelar y aleta, y solo un tramo, el más pequeño, de ceñida. Nuevamente los participantes sufrieron para la búsqueda de las balizas del recorrido, al ser estas de caña con una pequeña bandera.
La salida fue valida a la primera, siendo las tripulaciones del Gabriela Onofre y del Único las que primero cortaron la línea, más retrasados lo hicieron el resto de participantes.
El primer tramo en demanda de la baliza de Somo se desarrollo con la marea entrante en la bahía, lo que obligo a dar unas viradas para salirse de la correntada, arrumbando enseguida los participantes a la marcha, lo que hicieron con las velas abiertas y donde los barcos mas andarines se fueron colocando a la cabeza de la flota. El segundo tramo nuevamente fue directo, consiguiendo los del Aizen , tras orzas al principio del mismo, largar su genaquer, los demás siguieron su particular procesión en demanda de la marca.
Solo en el tercer tramo las tripulaciones pudieron ceñir a rabiar y dar bordos, manteniéndose las posiciones del paso de la baliza durante el mismo.
La vuelta a la marca de Somo se realizo navegando de aleta, con los Spys portando, resultado muy perjudicado el Soledad al no largarle. Tras la trabuchada el rumbo a la entrada fue directo y rápido, siendo la marea, de gran coeficiente, la que ayudo notablemente a terminar la regata. En esta ocasión, como siempre, la tripulación de mas merito fue la de Único, que a pesar de ser una de las embarcaciones de menos eslora, sábado tras sábado toma parte en la regata, demostrando una afición inquebrantable y como su nombre indica única en Cantabria. También hay que destacar a las tripulaciones del Mushungu y del Soledad, las que semana tras semana toman parte en las competiciones programadas incluso con tripulaciones reducidas.
Tras la compensación de tiempos la victoria en la clase I fue para el Aizen, seguido del Salen, tercero fue el Murphy, cuarto el Mushungu y quinto el Soledad
En la clase II el vencedor fue el Gabriela Onofre seguido del Único
Y en la clasificación conjunta de las dos clases, algo que es imposible de realizar por las enormes diferencias entre los barcos participantes, pero que se realiza a pesar de ello ha sido

1º Aizen, 2º Salen, 3º Gabriela Onofre, 4º Murphy, 5º Mushungu, 6º Soledad, 7º Único


J.F.M.J.