ROLEX SYDNEY HOBART, una septuagenaria en plena forma
En su 70ª edición, la Rolex Sydney Hobart ha vuelto a confirmar su estatus de leyenda y a demostrar que se encuentra en plena forma. Una heterogénea flota de 117 barcos se enfrentó a una Naturaleza cambiante que premió a quien mejor supo adaptarse a sus caprichos
Dos barcos con un pasado en común se repartieron la gloria: el Wild Oats XI de Bob Oatley hizo historia al conseguir su octava victoria en tiempo real tras imponerse en un magnífico duelo con el colosal Comanche; alrededor de 29 horas más tarde, el Wild Rose cruzaba la línea de llegada en Hobart para establecer un tiempo compensado que ya nadie lograría superar. El veterano Farr 43 Wild Rose, bautizado originalmente como Wild Oats por Bob Oatley en 1985, repitió la hazaña que ya lograra en 1993 de mano de su actual armador y patrón, el tasmano Roger Hickman.
Cada 26 de diciembre (el conocido como Boxing Day) a las 13:00h, Sídney se convierte en anfiteatro natural para la salida de una gran regata. La ciudad se paraliza para rendir homenaje a los valientes que se enfrentan al legendario recorrido oceánico de 628 millas náuticas hasta Hobart (Tasmania) participando en la Rolex Sydney Hobart. El número de espectadores se cuenta por cientos de miles, ya sea apostados en la bahía de Sídney, siguiéndola por televisión o por Internet.
Flota heterogénea
En su 70ª edición, el espectáculo estuvo protagonizado por 117 equipos a bordo de barcos con esloras comprendidas entre los 9,1 y los 30,5 metros, un magnífico mix de tripulaciones estrictamente profesionales a bordo de máquinas de pura competición junto a apasionados amateur en modestas embarcaciones de recreo.
Entre la flota de esta 70ª edición encontramos a quienes recorrieron miles de millas para debutar en la Rolex Sydney Hobart, como el patrón polaco Mariusz Koper a bordo del Katharsis II, para quien “participar en la Rolex Sydney Hobart es el sueño de toda una vida”. Los novatos comparten recorrido con veteranos bragados en mil batallas entre Sídney y Hobart, como el propio Roger Hickman, quien al término de su 38ª participación destacaba que esta regata “es algo que tienes que hacer, tanto si la consideras el Everest de la vela como si lo haces por la camaradería o la simple belleza de Hobart”. Incluso hay quien afrontaba el reto sabiendo que no lo repetiría, como Ed Psaltis, que antes de iniciar su 35ª edición reconocía que “esta será mi última regata”.
Cada participante tiene una historia, ya sea definida por el éxito, el fracaso, la adrenalina, la frustración, la ambición personal, la amistad o la simple fatiga. Y eso son más de 1.500 historias sólo en esta edición. Desde su estreno en 1945, más de 50.000 navegantes y cerca de 6.000 barcos se han sentido atraídos por el magnetismo de este desafío único. Y es que, como reconocen quienes aceptan el reto, no hay dos ediciones iguales, cada regata es diferente. Carácter, emociones y resistencia definen a esta clásica oceánica.
Abandonado el abrigo de la bahía de Sídney, dejando atrás los icónicos Opera House y Harbour Bridge, los barcos ponían rumbo al sur para comenzar la aventura contra un duro viento de proa ante la incógnita del comportamiento de una Naturaleza que en demasiadas ocasiones ha mostrado su crueldad a los participantes de la Rolex Sydney Hobart.
El más rápido en el agua
Cinco supermaxis de 100 pies de eslora (30,5 metros) se citaron en la línea de salida de la Rolex Sydney Hobart 2014 para garantizar la lucha más encarnizada en años por la victoria en tiempo real. La primera noche dejaría fuera de combate a uno de ellos, el local Perpetual Loyal de Anthony Bell, retirado con daños en su casco. Las condiciones tampoco sonreirían al estadounidense Rio 100 de Manouch Moshayedi ni al australiano Ragamuffin 100 del legendario Syd Fischer, quien a sus 87 años de edad se convertía en el tripulante más veterano de la historia del evento. Ambos tendrían que conformarse con luchar por la tercera plaza en el agua.
Los dos favoritos cumplieron el pronóstico de un magnífico duelo por llegar primero a meta. En una esquina del ring, el australiano Wild Oats XI del magnate del vino Bob Oatley, a por su décima participación; en la otra, el debutante Comanche coarmado por el estadounidense Jim Clark –fundador de Netscape– y su esposa, la modelo australiana Kristy Hinze-Clark, que se estrenaba en competición. Ambos barcos no podían ser más distintos en términos de diseño. El estilizado casco color plata del Wild Oats XI, diseñado hace diez años específicamente para reinar en la Rolex Sydney Hobart, frente al exagerado cuerpo negro y rojo del Comanche –que duplicaba en manga (anchura) al de su rival–, botado el pasado mes de octubre para convertirse en el monocasco más rápido del mundo. A los mandos de ambos colosos, unas tripulaciones cuidadosamente escogidas entre los mejores regatistas del planeta. El australiano Mark Richards lideraba la escuadra Wild Oats XI por décima ocasión consecutiva; Ken Read se ponía a los mandos del Comanche en su esperado debut.
El protagonista indiscutible en la salida iba a ser el Comanche, literalmente catapultado hacia Sydney Heads para estrenarse estableciendo un nuevo récord en el primer tramo de la regata: una increíble marca de 4 minutos y 35 segundos hasta la primera baliza. El audio de la retransmisión en directo captó a Mark Richards exclamando un descriptivo “¡mira cómo va eso!” para recibir el desafío del nuevo pretendiente a su corona.
Los dos supermaxis navegaron emparejados bajando por la costa de New South Wales. El Comanche lideró la carga durante las primeras 24 horas, pero en cuanto bajó la intensidad del viento, era el Wild Oats XI el que acertaba al negociar el cambio de escenario. “Ese fue el momento clave”, reconocía ya en tierra el español Juan Vila, navegante a bordo del barco australiano. "Sabíamos que si salíamos de esa zona de encalmadas antes que nuestros rivales, podríamos tener un buen colchón de millas. Afortunadamente, en el paso de la isla de Tasmania y en la entrada en la bahía de Hobart encontramos el viento suficiente para rentabilizar esa ventaja".
Pese a los esfuerzos de su rival, el Wild Oats XI llegaba primero a Hobart tras 50 horas, 3 minutos y 6 segundos de esfuerzo, más de ocho horas por detrás del récord que estableció en 2012. Había conseguido encajar 49 minutos al Comanche. “Nuestro equipo ha hecho un trabajo increíble”, destacaría Ken Read. “Por un lado, estamos decepcionados, pero por otro muy orgullosos por lo que hemos logrado. Ambos barcos hemos realizado una regata perfecta, pero ellos aprovecharon su momento, disfrutaron de 12 horas de condiciones Wild Oats”.
Para Richards –patrón en cada victoria del Wild Oats XI– este triunfo fue el más dulce. “Fue uno de esos desafíos con los que sueñas. Fue una regata dura, la competición más intensa que hemos tenido. La última tecnología frente a nuestro barco, que ya tiene diez años. Siempre pensamos que el Comanche sería más rápido, nos centramos en intentar minimizar las pérdidas, trabajando constantemente en cómo atacar 'esa cosa' y buscando un ángulo que nos favoreciera. Hace diez años nunca hubiéramos soñado con nuestra octava victoria en la Rolex Sydney Hobart”.
El factor Oatley
Bob Oatley es el factor común a los dos equipos que se llevaron los premios más importantes de esta 70ª Rolex Sydney Hobart. Armador actual del Wild Oats XI y primer propietario del Wild Rose, su pasión por la vela en general y por este evento en particular le convierten en uno de sus máximos promotores.
En 1991, Roger Hickman compró a Oatley el primer Wild Oats, un Farr 43 con el que dos años más tarde ganaría la Rolex Sydney Hobart junto a los co-armadores Bruce Foye y Lance Peckman. Tras consumar la hazaña, decidía rebautizar su barco como Wild Rose para evitar confusiones con el supermaxi de Oatley.
“Hice tres Hobarts junto a Bob en este barco. Cuando se lo compré en 1991, casi me lo regaló”, explica Hickman. “Entonces sólo disponía de la mitad de lo que pedía por él, así que le sugerí a Bob si podría esperar mientras intentaba reunir el dinero restante. Él me dijo: ‘Roger, has sido la única persona que me ha invitado a algo en un bar, así que no te preocupes por el resto’. Nunca hubiera podido hacerme con él de no ser por la generosidad de Bob. Él nos ha ayudado a muchos a llegar a donde estamos hoy”. Natural de Hobart, pero miembro del Cruising Yacht Club of Australia, con base en Sídney, Hickman se mostró profundamente emocionado al recibir su segunda Tattersall’s Cup, el trofeo que le acredita como ganador absoluto de la regata.
A bordo del Wild Rose compitió una tripulación formada por 14 miembros, incluyendo a seis mujeres y varios familiares de Hickman, como su hermana Lisa y su hermano Andrew, ambos en su primera edición. Apasionado de la competición, Hickman es un profundo conocedor de una regata en la que ha participado en 38 ocasiones. “Me siento muy orgulloso por haber participado en más de la mitad de las 70 ediciones. Este año ha marcado un gran hito; muestra la creatividad de quienes idearon la regata hace 70 años y los enormes esfuerzos que ha supuesto llegar a lo que es hoy”.
Las tripulaciones de Wild Rose y Wild Oats XI fueron galardonados por sus victorias y por sus muestras de coraje y resistencia, valores compartidos por Rolex, patrocinador oficial de la regata desde 2002, que recientemente ha prolongado su compromiso con el evento y su organizador, el Cruising Yacht Club of Australia (CYCA).
La salida de la 71ª Rolex Sydney Hobart se celebrará el 26 de diciembre de 2015.
La Rolex Sydney Hobart 2014, en cifras
- 5.720 – Número de barcos participantes en la historia de la Rolex Sydney Hobart.
- Este año marcó su edición número 70.
- 117 barcos cruzaron la línea de salida, 103 cruzaron la línea de llegada.
- 3 días, 7 horas, 4 minutos y 43 segundos – Tiempo invertido por el ganador Wild Rose para completar el recorrido de 628 millas náuticas.
- 2 días, 2 horas, 3 minutos y 26 segundos – Tiempo invertido por el Wild Oats XI para lograr la victoria en tiempo real.
- A sus 87 años de edad, Syd Fischer, armador y patrón del Ragamuffin 100, se convirtió en el competidor de mayor edad en la historia del evento.
- Tony Cable, a bordo del Duende, incrementó a 49 su récord de regatas disputadas.
- El patrón ganador, Roger Hickman, ha participado en 38 ediciones.
- El Peterson 44 Bacardi de Martin Power ha completado la regata más veces que ningún otro barco: 29.
- 21 años han pasado entre las dos victorias del Wild Rose (denominado Wild Oats en su triunfo de 1993).
- 14 tripulantes compitieron a bordo del ganador Wild Rose.
- Wild Oats XI ha establecido un nuevo récord de ocho victorias en tiempo real en la Rolex Sydney Hobart.