La travesía del Marina del Cantábrico que arranca la temporada otoñal llena de velas la Bahía de Santander

Las travesías que organiza el Club Náutico Marina del Cantábrico están consiguiendo una participación que no tenía lugar en la Bahía desde que dejo de ser el responsable del Crucero Salvador Albitana, de eso hace ya muchos años, esperando que en próximas ediciones el número de cruceros que tomen parte en ellas sea mayor.

Tras el parón veraniego, el Club Náutico Marina el Cantabria comenzaba con la travesía de hoy su temporada de otoño/ invierno, no pudiendo hacerlo con mejor pie, pues nada menos que ha contando en esta reentre con una magnifica participación, siendo nada menos que 22 las tripulaciones que han tomado la salida, contando además con un magnifico nordeste, al que le costó mucho comenzar a soplar, pero que cuando se entablo hizo las delicias de los más de 130 deportista que compitieron en la travesía, consolidando con ello la gran aceptación que esta actividad está teniendo entre los cruceristas santanderinos, que encuentran en ella la solución al bajón que la competición en clase Crucero está teniendo en Santander desde hace varios años; clase que paradójicamente es la embarcación que más abundan en los pantalones de las Marinas santanderinas, y que solos estaban esperando a que alguien las hiciese caso, como ha sido el caso de las idea de las travesías, las que hasta ahora con gran éxito está realizando el Club Náutico Marina del Cantábrico, en el que entre todos sus socios están consiguiendo una gran expectación e interés entre las tripulaciones del Crucero santanderino, siendo cada vez más las tripulaciones que participan en cada edición de las mismas, en las que disfrutan de la competición con una considerable flota, lo que hace cada día más interesante esta actividad, que falta le hacía al crucero santanderino.

Como es habitual en la travesías, la salida se dio en primer lugar a las embarcaciones más pequeñas, haciéndolo el resto de inscritos según el tiempo adjudicado por el Comité con relación a sus respectivos ratings, lo que hace que la llegada sea en tiempo real, pero sobre todo lo más importante es que cada tripulación está todo el tiempo trabajando para poder adelantar al que salió por delante, mientras que este lo está para que no le adelanten, lo que mantiene la competición en todos los participantes durante toda la travesía, decidiéndose la clasificación en los últimos metros de la prueba, muchas veces a pocos metros de la línea de entrada. Con el sistema de compensación que se realiza por el Comité de Club, la posibilidad de ganar la tienen tanto los barcos mas grandes como los más pequeños, lo que da un mayor aliciente todos y cada uno de los participantes.

Pero no solo es esto lo que consigue que la participación sea cada día más numerosa, sino que después de la travesía, y preparada en cada una de ellas por una tripulación distinta, toda la flota se reúne en el comedor del Club donde además de compartir sus experiencias de la jornada, disfrutan de una magnifica merienda- cena, en la que más de 130 personas pueden comentar sobre el deporte que practican, siendo este ambiente de compañerismo el que hace interesante el tomar parte en ellas.

En la travesía de hoy, que estaba patrocinada por la Veleria Yarda, el recorrido consistía en salir desde la bocana de Marina del Cantábrico , para desde allí navegar respetando el balizamiento de la canal, hasta la boya nº 10, montando después la isla de Mouro por Babor, para volver desde ella nuevamente a la bocana del puerto deportivo, en donde está instalada la línea de entrada

En esta ocasión el Peter Pan, que comandó la travesía desde el minuto cero, pagó con exceso la falta de viento a la hora de su salida, con lo que fue rebasado por el Blau pocos metros antes de la entrada, siendo el tercer clasificado el Mi Gabriela, seguido del Airam V, el quinto fue el Izaro Segundo, sexto termino el Marieta, séptimo el Ranboli, octavo el Alalunga, noveno el Boro IX, decimo el Alcor, undécimo el Stard Dust, decimo segundo el Chini, decimo tercero el Tartufo I, decimo cuarto el Brio, decimo quinto el Poniquina, decimo sexto el Cambaleche, decimo séptimo el Jap, decimo octavo el Tritón, decimo noveno el Cacharreta, vigésimo el Kler, vigésimo primero el Freya, y vigésimo segundo el Olae, todos y cada uno de ellos coparticipes del gran éxito de la travesías del Club Náutico Marina del Cantábrico

Tras la terminación de la travesía los participantes disfrutaron de una magnifica merienda cena en las que la patatas con bacalao preparadas por toda la tripulación del Boro IX estuvieron soberbias.

J.F.M.J.O.