La XI Copa del Rey Panerai se estrena con ventolina
Chinook (1916), en Época Cangreja, y Calima (1970), en Espíritu de Tradición, protagonizan una jornada marcada por la escasa intensidad del viento. Sirius (1936) supera al Sonata (1937) por 30 segundos en la clase Época Marconi después de tres horas de travesía. Mariquita toma la delantera en Big Boats y Bufeo Blanco sorprende en Clásicos.
La XI Copa del Rey Panerai arrancó hoy con la brisa justa para poder realizar una regata. Y gracias. Los barcos más ligeros y modernos, como el Calima (1970), que compite en la clase Espíritu de Tradición, fueron los grandes beneficiados por unas condiciones impropias de una regata acostumbrada los últimos años a tener que bregar con la dureza de la Tramontana. El viento se ajustó a la previsión y sopló flojo -a momentos menos que eso- del primer cuadrante, entre NE y E, lo que obligó al comité de regatas a acortar el recorrido y frustró la esperada llegada en la rada del puerto de Mahón.
ÉPOCA CANGREJA (hasta 1950)
El Chinook (1916), un diseño de Herreshoff armado por Graham Walker y patroneado por Jonathan Greenwood, dejó claro que quiere repetir su triunfo de 2013 en la Copa del Rey de Barcos de Época y mantener el liderazgo de la versión mediterránea del circuito Parerai Classic Yachts Challenge. Su manga fue casi perfecta: leyó mejor que nadie la compleja meteorología del campo de regatas y superó en todos los rumbos a los barcos con aparejo Marconi. Su segundo puesto en tiempo real sobre el conjunto la flota es la elocuente demostración de que Greenwood estuvo muy fino a la caña. Toda una lección que se tradujo en una clara victoria en la clase Época Cangreja, en la que participan las unidades más antiguas de la flota, y que coloca al Chinook a las puertas de ganar la XI Copa del Rey Panerai. Sus seis rivales directos, entre los que se encuentran los competitivos Kelpie of Falmouth (1928) y M arigan (1898), no consiguieron terminar dentro de la hora límite y sumaron ocho puntos.
EPOCA MARCONI (hasta1950)
En Época Marconi, el Sirius (1936), de Tara Getty, y Sonata (1937), de Jordi Cabau, primer y segundo clasificado, respectivamente, sentaron las bases de lo que promete ser un gran duelo. Apenas 30 segundos de diferencia en tiempo compensando separaron a ambos veleros, que cruzaron casi juntos la línea de llegada tras más de tres horas de travesía. El Skylark (1937), patroneado por Tony More, entró en tercera posición, y el Enterprise (1939), de Albert Kusak, que venía de ganar la Illes Balears Clàssics, pagó caro el capricho de las encalmadas y quedó fuera del podio provisional con una desventaja de 9 minutos respecto al líder.
BIG BOATS
El Mariquita (1911), patroneado por George Newmanm y el Moonbeam IV (1914), con Michael Creach a la caña, ambos de 33 metros de eslora, necesitaron desplegar todo su trapo para desplazar sus gigantescos cascos y, aunque fueron superados por embarcaciones mucho más pequeñas, llegaron a tiempo para clasificarse. El Halloween (1926), de 25 metros, no tuvo tanta suerte y sucumbió a la escasa intensidad del viento.
Mariquita, el único superviviente de la fórmula 19 Metros Internacional, no gana la Copa del Rey Panerai desde 2006. La incomparecencia del Mariette y el pinchazo del Halloween le otorgan una ligera ventaja, aunque el Moonbeam conserva intactas sus opciones. Los dos veleros saben lo que es levantar este trofeo. Los de Newman lo hicieron en 2006 y los de Creach en 2011.
CLÁSICOS (de 1950 a 1975)
Bufeo Blanco (1963), armado por Giuseppe Marino, tomó la delantera en la categoría de Clásicos, con casi cuatro minutos sobre el Emeraude (1975), de Vittorio Cavazzana, el único barco de metal de la flota. Namid (1967), de Pedro Bianchi, fue tercero, aunque bastante más descolgado (a 11 minutos), mientras el ganador del año pasado, el Alba (1965), de Damián Ribas, hipotecó sus opciones al no llegar dentro del límite de tiempo estipulado para esta clase. La regata se hizo demasiado larga para muchos barcos.
ESPÍRITU DE TRADICIÓN
Calima, como Chinook, se postuló al triunfo final en la clase Espíritu de Tradición con una regata impecable. Fue el primero de toda la flota en cruzar la línea de llegada (con un sorprendente registro de 2 horas y 50 minutos) y consiguió poner agua de por medio respecto a sus principales adversarios: el Tichiy Don (1981), del ruso Eugeny Panevin, y el Pas Encore (2005), de Eduardo Salas, que no llegaron a tiempo para clasificarse. El Lohegrin (1974), de Francisco Paquelaine, con cinco minutos de desventaja en compensado (25 en real), entró en seguna posición. No hubo tercero.
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PROTAGONISTAS DE LA JORNADA
JONATHAN GREENWOOD (PATRÓN DEL CHINOOK). “Para nosotros, que llevamos un barco muy ligero, hubo buenos vientos. Hicimos una excelente regata. La salida fue buena, con 5-6 nudos, pero la cosa se complicó un poco en el primer desmarque porque el viento empezó a rolar. Apenas pudimos utilizar el spi y navegamos mucho tiempo con el génova. Mahón es el lugar que más me gusta para regatear. Es un sitio maravilloso”.
MARCO BUONANNI (PATRÓN DEL BUFEO BLANCO). “Es la segunda vez que venimos. De momento, todo perfecto. Realmente hubo poco viento, pero nosotros estamos satisfechos. Hicimos una muy buena salida, después el viento se cayó. Quizá la organización debió acortar la prueba hasta la segunda boya en lugar de la tercera pero al final este hecho no influyó en nuestra clasificación. Acabamos de llegar de Grecia y, en el trayecto, la tripulación se ha conjuntado mucho. El barco, también ha respondido satisfactoriamente.
ANDREA ZAOLI (PATRÓN DEL SIRIUS). “Todo bien. Vamos a intentar ganar en nuestra clase. Nuestro barco es muy rápido con poco viento y esta vez las condiciones nos favorecieron. Espero que hayamos dado el primer paso para el triunfo final. La
tripulación ha respondido a la perfección, especialmente el argentino Juan de la Fuente, que fue medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Sidney y Londres en 470. Estamos muy animados”.
GEORGE NEWMAN (PATRÓN DEL MARIQUITA). “Fue una gran regata. Una jornada de vientos flojos en la que trabajamos bien. Nuestra navegación ideal es en un mar tranquilo y con viento de 12 nudos. Parece claro que la lucha en esta clase estará entre nosotros y el Moonbeam (1914). Ellos son muy rápidos con vientos fuertes, pero nosotros les superamos cuando hay más calma. Todavía queda mucha competición. Esperamos poder disputarla toda, el año pasado sólo pudimos hacer una prueba”.
JAVIER PUJOL (PATRÓN DEL CALIMA). “Celebramos esta victoria parcial bañándonos, todos los tripulantes, en las aguas cercanas a la Isla del Aire. De todas formas, como se dice en fútbol o en tenis, debemos ir partido a partido. La verdad es que nos ha podido beneficiar un poco conocer el campo de regatas y las condiciones del viento de aquí. Por algo somos del Club Marítimo de Mahón. De todas maneras, tenemos margen de mejora. ¿La tripulación? Bastante bien… Esto no ha hecho más que comenzar”.