Gabriela Onofrese lleva la 1ª regata de cruceros en Santander

En la jornada de la tarde sabatina la incógnita estaba en si habría quórum suficiente para poder realizar la prueba, pues las instrucciones de regata contemplan que sean 4 barcos como mínimo para su validez, lo que en los momentos actuales, tal y como están las cosas en la clase crucero puede ocurrir que no lleguen a juntarse ese número. Afortunadamente poco a poco acudieron 5 embarcaciones a tomar parte en la jornada, si bien uno de ellas, el Soledad, llego muy tarde a la línea de salida, quizás por la gran distancia que se encuentra su punto de amarre en Marina del Cantábrico.
Lo que en la jornada de hoy dejaba alucinados a las pocas tripulaciones que tomaban parte en esta tirada era ver las más de una docena de embarcaciones que desde Marina del Cantábrico realizaban un regata del tipo inverso, (en la que los tiempos de cada uno están descontados antes de salir para terminar la tirada en tiempo real).
Esta flota de Marina del Cantábrico organiza una regata de este tipo al mes y hasta ahora la participación en la misma siempre ha superado los dos guarismos, la verdad es que están encima de los participante para animarles a navegar.. Desde aquí les felicitamos por su esfuerzo para relanzar la actividad del Cruceros entre los cientos de embarcaciones de esta clase que amarran en sus pantalanes
Para lo regata de hoy la organización decidió, una vez más, que la escasa flota que había salido a competir realizase un recorrido fijo, esta vez en el interior de la bahía, el nº 8 del programa de regatas, el que para nada aporta competición, sino todo lo contrario, convierte la prueba en un desfile, en la que las diferencias de velocidades de los distintos barcos que participan es lo que marca la regata.
La salida como sucede siempre con este recorrido estaba favorecida por la baliza, desde la que en un descuartelar se llegaba a la boya nº 12 del balizamiento general, la que se debía de respetar. En la maniobra de partida destaco la tripulación del Gabriela Onofre, que salió sobre la bandera en el mismo segundo de la señal, las del Marieta y del Único se salieron antes de tiempo, por lo que volvieron a tomar la salida para enmendar su falta-
Desde este momento el Gabriela Onofre navego destacado en toda la primera parte del recorrido, la que les llevaba hasta la entrada del puerto deportivo de Marina del Cantábrico donde en sus inmediaciones estaba fondeada la baliza nº 1 del recorrido, para volver desde ella a la boya 10 del balizamiento de la bahía. Este tramo fue siempre en rumbos abiertos lo que no dejaba ocasión para regatear.
A partir de la boya nº 10 la navegación hasta la segunda baliza del recorrido transcurrió con viento flojo de través, el que rolaba contantemente tanto a la derecha como a la izquierda, con el agravante de que iba disminuyendo de intensidad a medida que avanzaba la tarde, a todo esto la corriente, que era intensa, les venía de proa, por lo que avanzar hacia la marca era, en algunos momentos, imposible.
En este tramo, la tripulación del Marieta, a la altura de la famosa “duna escalonada” y con mas viento, pero sobre todo por navegar con Genaquer, lo que le favorecía enormemente con relación al Spinaquer que portaba el Gabriela Onofre, les alcanzo y rebaso, sacándole unas dos esloras de ventaja . Esto no amilano a los de Gabriela Onofre, que aprovecharon al máximo sus viejas y deterioras velas, y aprovechando que el Marieta seguía orzando, lo hizo con él, metiéndose ambos de lleno en la ensenada de la playa de los Peligros, muy pasados del lay line de la baliza que tenían que montar, la que además estaba fondeada en la mitad de la bocana, donde la corriente es más intensa. Esta decisión táctica del Marieta le perjudico enormemente pues para montarla las dos tripulaciones se tenían que poner en popa redonda con una fuertísima corriente en contra. En esta ocasión el Spinaquer favoreció al Gabriela Onofre, mientras que el Genaquer perjudico al Marieta, que vio impotente como su oponente conseguía, poco a poco, remontar la correntada y tomar al baliza con ventaja sobre él. A partir de ese momento la corriente favorecía la derrota hacia la entrada. Con lo que con solo que el viento se aguantase, la clasificación estaba determinada. Pero las cosas pintaban muy mal con respecto al viento a esas horas en la bahía santanderina, y este fue desapareciendo paulatinamente, llegando a dejar de soplar cuando faltaban unos 100 metros para el bocinazo de llegada. Las dos tripulaciones se encontraban separadas por dos escasas esloras. El final de la prueba con estas condiciones fue un suplicio, donde el aprovechamiento de la escasa brisa que podía aparecer en cualquier momento era fundamental. En este escenarios los del Marieta quisieron atacar y comenzaron a virar para aproximarse a la entrada procurando coger desprevenido a los del Gabriela Onofre, pero estos atentos a las acciones de sus atacantes, y aprovechando con acierto las brisas de las bocacalles del Paseo Pereda consiguieron cortar la línea con más de un minuto y medio de ventaja, que aplicada la compensación de tiempos se convirtieron en más de 7 minutos. Las demás tripulaciones que tomaban parte en la regata, ante la calma absoluta que afectaba a la bahía decidieron abandonar la competición y navega a sus atraques J.F.M.J.

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