Futura Sails y Yamamay se llevan la sabatina de cruceros en Santander

También una vez más las balizas que marcaban el recorrido fueron de caña, afortunadamente la primera de ellas al estar atravesada al rumbo de la flota se veía sin dificultad, no ocurrió lo mismo con las demás, las que como cada semana su localización ponía a prueba la vista de los participantes, sobre todo de los que navegaban en embarcaciones de pequeño francobordo.

Para la jornada se estableció el recorrido fijo nº 7 del programa de regatas, el que mantiene una parte de él en el interior de la bahía, mientras que la otra se realiza en el abra del Sardinero, con lo que se regatea con dos condiciones completamente distintas, en la que la que transcurre en el interior de la bahía esta enormemente sometida a la corriente, la que la mayoría de las veces cambia de dirección cuando la mayor parte de la flota aun no navega en ella, con lo que unos participantes la tiene a favor, mientras que los otros cuando llegan a ella se la encuentran en contra, esto no es baladí, ya que a unos les favorecen 6 nudos y a otros les perjudican en esta misma intensidad, a lo que hay que añadir que las presiones de viento se van haciendo menores dentro de la bahía a medida que avanza la tarde, con lo que difícilmente es equitativa la jornada. En la de hoy, a la hora de la salida el viento rolaba del Norte al Noroeste, con reclamadas y rachas a cada rolada. La salida se dio en popa, siendo los primeros en cortar la línea las tripulaciones del Yamamay y del Gabriela Onofre, que se distanciaron del resto de la flota, si bien esta enseguida se les echo encima, siendo la del Murphy la que mas aprovecho las rachas que le iban entrando, metiendo presión a los del Yamamay. A la altura de la Horadada, toda la flota navegaba en un pañuelo, dependiendo su posición de las rachas que tuviesen la suerte de ir cogiendo. Cuando la flota estaba al través del faro de la Cerda, el viento se fue al Norte, por lo que todas las tripulaciones arriaron sus Spys. En esta maniobra el Murphy perdió su privilegiada posición quedando muy rezagado. Los demás participantes navegaron en un desacuartelar, desfilando uno tras otros según su polares. El siguiente bordo fue de ceñida con un pequeño repiquete al final de la misma. En este tramo el Gabriela Onofre rebaso a Kirios, que había navegado excelentemente en la salida de la bahía, y al Tartufo. La navegación de vuelta a la baliza nº 1 se vio complicada por la entrada del Ferry que navego por barlovento de esta cuando la flota se acercaba a ella, esto perjudico fundamentalmente al Mi Gabriela, que tuvo que arriar su Spy para dejarle pasar, y también al Don Juan que tuvo que modificar su rumbo para pasar al Ferry por la popa. La navegación en demanda de la baliza del final de la regatas se vio favorecida por la marea, la que aun estaba subiendo cuando casi toda la flota se encontraba en este tramo, si bien los barcos más pequeños, como el Único, sufrieron en sus carnes la vaciante que tenía más de 6 nudos de intensidad, con lo que estos salieron tremendamente perjudicados. Aun en la clase Crucero santanderina se insiste en realizar una clasificación conjunta de todas las clases que participan, las que muy poco, o nada, tienen que ver entre sí. También se insiste en dar la regata a todas ellas juntas, cuando como digo unas nada tienen que ver con otras, ni en sus posibilidades, ni en sus categorías, con lo que esta salida conjunta lo único que consigue es perjudicar a ambas. Pero fundamentalmente a las más pequeñas, siendo importante que se rebaje el corte de las clases participantes, ya que se da la paradoja que en las regatas santanderinas un tipo de embarcación puede ganar en ambas categorías. Al final la clasificación de la tirad de Hoy ha sido Clase II 1º Futura Sails. 2º Gabriel Onofre, 3º Kirios, 4º Unico, 5º Tartufo I Clase I: 1º Yamamay, 2º Murphy, 3º Mi Gabriela, 4º Don Juan, 5º Soledad