El fuerte viento del sur marcó la regata de cruceros en Santander
Gabriela Onofre y Yamamay mantienen la hegemonía en los cruceros santanderinos
Con una tarde marcada por el fuerte viento del sur, que soplo con rachas por encima de los 25 nudos, la flota crucero encaraba la segunda jornada del trofeo social, en que la concurrencia de tripulaciones fue mayor que la de otros fines de semana, siendo nueve las tripulaciones que tomaron parte en la competición, 5 de la clase II y 4 de la clase I. La pena fue el recorrido que se estableció para la jornada, y que fue el 9,1, en el que la salida y la entrada se dan desde el edificio del Club, para después realizar un triangulo en el abra del Sardinero, y que una vez mas nada aporto a la competición, sino todo lo contrario,.
Con el viento del Sur, practicante toda el recorrido, menos un tramo que fue de ceñida, se realizo con vientos del través, con lo que la competición se trasformo en un desfile de barcos lanzados a su máxima velocidad, pero en donde era imposible competir unos con otros como consecuencia de sus enormes diferencias estructurales, en donde el andar de cada uno es completamente distinto, siendo el único aliciente de la jornada el luchar contra las fuertes rachas del Sur que soplaron durante la jornada y que sobrepasaron en muchas ocasiones los 25 nudos de intensidad, las que no permitieron un solo instante de relajación a las tripulacione de los barcos que participaron en la jornada.
La salida fue de través, siendo válida a la primera, destacándose en ella las tripulaciones del Yamamay, Salen, Karen II y Gabriela Onofre, que contaron la línea con el cañonazo, separándose con ello desde la salida del resto de los participantes.
La navegación hacia la primera baliza, se desarrollo de través, navegando los barcos uno detrás de otro sin otra opción táctica que la de su propio andar. Tras la trabuchada en la baliza de Somo pocas fueron las tripulaciones que largaron sus Spys para la navegación en el segundo tramo, aunque no fue mucha la ventaja que consiguieron con ello, al venir en Sur con grandes roladas en ese tramo.
El siguiente fue similar al anterior, navegando toda lo flota, muy diseminada en la cabeza y muy junta en el centro, nuevamente con vientos portantes. A partir de la toma del vértice del triangulo, cuya baliza de caña era prácticamente imposible localizar, la navegación se desarrollo de ceñida, en donde el bordo más favorecido fue el de la izquierda.
En este tramo las embarcaciones de tamaño medio, navegaron muy juntas, montando la baliza de Somo todas ellas en un pañuelo, a pesar de su imposible localización- imprescindible esta para realizar la táctica de navegación en este tramo-, como consecuencia del resol, el que hacia casi imposible verla hasta no estar encima de la misma.
A la altura de la marca de Somo, los participantes observaron con estupefacción la navegación de unos Optimist en aquel lugar, a pesar de las fuertes rachas de Sur que soplaban por aquellos parajes, lo que podía dar lugar a situaciones comprometidas para los niños
El tramo final en demanda de la entrada, se realizo a un desacuartelar, en el que lo más interesante del tramo era aguantar la entrada de la racha sin dar guiñadas.