El GS40 ´Hydra´fue el primero en llegar ayer al puerto de la Savina en la XI edición de la Regata Ophiusa,
El ´Hydra´, un Gran Soleil 40R del Club Náutico El Balís, con Óscar Chaves al timón, fue el primero en llegar ayer al puerto de la Savina en la décimo primera edición de la Regata Ophiusa, que zarpó el pasado jueves a la 10 horas del puerto de Sitges. El segundo barco en llegar, una hora más tarde, fue el ´Cometa a Dos, un Salona 37, también del Club Náutico El Balís, con Xavier Rocas a la caña.
En esta edición se inscribieron 59 barcos, de los cuales tomaron la salida 54, pero a lo largo de la travesía abandonaron muchos de ellos.
La escasez de viento desde la salida hizo que las tripulaciones tuvieran que recurrir a sus conocimientos y a la previsión del tiempo para establecer sus estrategias ante una travesía de altura de 160 millas náuticas, donde la paciencia también puede marcar la diferencia.
La flota de la Ophiusa se dividió en dos desde el principio, ya que algunos patrones decidieron buscar los vientos de tierra y bordear el litoral catalán, rumbo sur, optando por el paso por es Vedrá. Otros, en cambio, fueron a buscar la isla de Mallorca para así esquivar la encalmada instalada por la baja presión atmosférica de este a oeste.
Esa fue la opción del primer velero, el ´Hydra´, que llegó a la Savina 32 horas después de superar la boya de salida y que al mediodía de ayer se encontraba a 15 millas de Tagomago, optando en su caso por la ruta que deja la isla de Eivissa por estribor.
Entre el mencionado islote y hasta llegar a es Freus la tripulación se tuvo que emplear a fondo, ya que se vio obligada a realizar sucesivos bordos, con el viento de proa, que les hizo zigzaguear hasta que estuvieron a la altura de s´Espalmador, desde donde enfilaron escorados hasta la boya de meta.
Debido a las condiciones meteorológicas la organización esperaba que el grueso de la flota que permanecía en competición llegara a lo largo de la noche pasada.
La entrega de trofeos de las distintas categorías tendrá lugar esta noche, tras la cena de las 21 horas, en la habitual carpa montada para la ocasión en el puerto de la Savina.