El ‘Power Plate’ de Gustavo Martínez Doreste se suma a las críticas de la flota hacia la descompensación de la clase
El ‘Power Plate’ de Gustavo Martínez Doreste ha cerrado en Palma de Mallorca una Copa del Rey en la que se ha mantenido en séptima posición desde la primera jornada.
El Comet 41S del RCM Sotogrande se ha visto incapaz de sobreponerse a la coctelera de modelos y esloras en que se ha convertido una clase RI que ha recibido numerosas quejas por parte de la flota. El ‘Power Plate’ volverá a la lucha por los títulos en la Copa Sotogrande, entre el 14 y el 16 de agosto.
El ‘Power Plate’ del armador mallorquín Santi Monjo afrontaba la última jornada de la Copa del Rey con la intención de atacar la sexta plaza del ‘Itaca IX’, de la que le separaba únicamente un punto. No obstante nada más salir al campo de regatas se ponía de manifiesto que las condiciones meteorológicas no iban a ser las más adecuadas para el Comet 41S.
Los vientos de 15-16 nudos presentes en la bahía de Palma permiten que las unidades más pequeñas naveguen con viento libre y las más grandes puedan exprimir toda su velocidad, mientras el grueso de la flota formado por las unidades de entre 40 y 42 pies navega mucho más junta y peleando metro a metro, lo que a la postre se traduce en perder mucho tiempo en compensado con los barcos que van más libres.
El patrón del ‘Power Plate’, el olímpico canario Gustavo Martínez Doreste, se mostraba muy crítico con la decisión de unir las diferentes clases RI en una sola para esta Copa del Rey, lo que ha derivado en una competición muy desvirtuada por la variedad de esloras y el gran número de barcos superior a los cuarenta.
“El resultado del experimento que han hecho con las clases RI unificándolas en una sola es muy claro: ha sido una chapuza. Hemos sido los mejores entre los cruceros del rango de esloras para el que se creó la clase RI-1, en la que hemos venido compitiendo toda la temporada. El resto de esloras sencillamente se escapan a nuestro control, porque navegan otra regata distinta”.
La tripulación que comanda Gustavo Martínez es uno de los equipos de regatas más conjuntados del panorama nacional. Además de navegar juntos desde hace años, suman un total de seis participaciones en Juegos Olímpicos, y una medalla de oro, precisamente la de Roberto Molina que este día 9 de agosto hará 25 años que logró el primer oro olímpico de la historia de la vela española.
Tras el caos en que se ha visto convertida la clase RI en la Copa del Rey, el ‘Power Plate’ regresará a la normalidad el próximo fin de semana en la Copa Sotogrande, en la que el barco que compite para los colores del club gaditano será de nuevo uno de los grandes favoritos al título final. Sería el segundo de la temporada tras adjudicarse a primeros de julio el Trofeo de SM La Reina de Valencia, la segunda regata de cruceros más importante de España.