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Volvo Ocean Race: engaño y negocio de unos pocos Knut Frostad no tiene razón al criticar las averías de los V70

Volvo Ocean Race: engaño y negocio de unos pocos Knut Frostad no tiene razón al criticar las averías de los V70

En 2001-2002 la vuelta al mundo Whitbread perdió su nombre tras la compra del evento por parte de Volvo Cars, ya que esta marca de automóviles buscaba un evento más económico que el patrocinio de los caballos y el golf, porque se les estaba disparando económicamente. Para darle una vuelta de tuerca a la regata se decide concebir un nuevo barco que sustituyese al WOR60, los que aparecieron entre 1993 y 2002, entre ellos el Galicia 93 Pescanova, tercero en 1993-94, o Ilbruck, ganador en 2001-02, conocido como los Volvo 70 ante el no acuerdo con la IMOCA, entidad que acoge a la flota OPEN60.

Vigo, 12/04/2012 por Dury Alónso
MALAS RELACIONES
Previo a la aparición de los V70, los dirigentes de la regata Volvo mantuvieron reuniones con IMOCA con la idea que los OPEN 60 sustituyesen a los WOR 60, buscando un barco más rápido, seguro y con más recorrido de eventos. Tras varios encuentros con IMOCA los dirigentes de la Volvo, que al parecer ya tenían suficiente información, dejaron de lado el proyecto en conjunto y presentaron su nuevo monocasco de 70 pies. Con el consiguiente cabreo de IMOCA y todo lo que representa en el mundo oceánico, de hecho hasta esta última edición no hubo proyectos franceses en Volvo.

Los V70 aparecen en la edición 2005-2006, con inicio de regata en Vigo. Tras la salida de la primera etapa hacia Ciudad del Cabo el descalabro de la flota fue inminente, con todo tipo de averías estructurales y con V70 que llegaron al puerto sudafricano por otros medios de transporte menos a vela. Un vía crucis que tuvo su culminación con el hundimiento del Movistar en aguas de Gran Sol en la etapa de retorno a Europa, V70 que ya tuviera que hacer una segunda reparación parando en Ushuaia.

Con esta debacle Volvo decide modificar el reglamento de los V70 para la siguiente edición, la celebrada en 2008-2009, y otra vez más lo modifica para esta última edición, como así se puede leer sus líneas generales en el siguiente enlace: http://www.volvooceanrace.com/es/the_race/170_Diseno-del-barco.html

ESCUPIR AL AIRE
Me hace gracia que Frostad se queje diciendo que “es inaceptable que tal cantidad de incidentes entre la flota” cuando es parte del “negocio” Volvo Ocean Race. Además él es parte de la historia de la regata al participar en varias ediciones, lo único es que ahora está “del otro lado”. Los barcos se construyen según una norma establecida por la Organización de la Regata y los equipos y diseñadores buscan construir el más rápido y seguro en el límite de la norma. Como se hace siempre en cualquier competición. A nadie le apetece que su barco se le llene de agua de mar. Lo que pasa que antes participaban quince maxis en la Whitbread y ahora tiene seis, dos de ellos fuera de combate.

El actual V70 es ingobernable con viento y mar, la proporción de relación entre tripulante y barco es totalmente desventajosa para los de a bordo. No me imagino una ceñida con mar fuerte de proa pegando pantocazos, lo que entra en la boca nunca te llegara al ano. Un buen ejemplo son los videos del Telefónica en esta última etapa desde Nueva Zelanda, si se ve con detenimiento la tripulación está más intentando sobrevivir que dominar al barco, el que tiene la escota de la mayor es arrastrado por cubierta, no pudiendo soltar a tiempo, y la trapa no la suelta nadie; no es de extrañar ante las duras condiciones, la tripulación ha tenido que sufrir muy mucho. Les admiro. De poco vale tener el barco más rápido si este, es una cabra loca.

Al final redactaran un nuevo reglamento para hacer un V70 más seguro, más fuerte. Y que no digan que la culpa la tienen los diseñadores, los equipos, etc. En esta edición, los 500 kg más de desplazamiento se los han puesto por algo. Y lamentablemente seguirá creciendo la chatarra de V70 inutilizados por la falta de criterio de la Organización de la regata.

INSOSTENIBLE
Los V70 y la propia regata en si es imposible de afrontar económicamente. Lo intentó en privado Peter de Ridder para la edición de 2008-09 y no lo consiguió. También lo intento el ruso Oleg Zheresbtsov pero tuvo que renunciar a mitad de regata. De vez en cuando aparecen multinacionales que participan en una edición o dos como Puma. Y los proyectos españoles siempre han salido gracias a la Ley de Patrocinio y Mecenazgo y los Eventos de Interés General. Donde los patrocinadores ganan dinero al recuperar fiscalmente la inversión del patrocinio, impuestos que al final pagamos todos los españoles.

Un circo ambulante, con más paradas que un tranvía, o como bien dice un patrón español que ha estado en la Whitbread: ¡Esto de la Volvo es una regata por el mundo. No una vuelta al mundo! Los datos de participación son concluyentes, cada vez hay menos equipos. Algunos de relleno. Y tras lo acontecido estos últimos días el acongojo debe de ser monumental en el seno de la Organización porque a punto estuvieron de quedarse sin flota en la llega a Itajaí en Brasil.

Dinero y más dinero para un evento que no se ve tras perderse la flota en el horizonte. Alguien dirá que los números de difusión demuestran rentabilidad. También Cristóbal Colon descubrió el nuevo mundo pero el continente se llama América.