ROLEX SYDNEY HOBART: Prueba perfecta de habilidad
Hobart, 31 de diciembre de 2022 – El TP52 Celestial del armador australiano Sam Haynes se proclamó vencedor absoluto de la Rolex Sydney Hobart 2022, edición marcada por una meteorología que propulsó a los barcos más grandes a ritmo de récord y puso a prueba los límites de navegación de los más pequeños en la aproximación final a Hobart.
La 77ª edición de la Rolex Sydney Hobart contó con todos los ingredientes de la gran regata oceánica que es. Una impresionante flota de 109 barcos afrontó unas condiciones de navegación que resultaron bien diferentes en función de la eslora: los más grandes navegaron a un ritmo que les permitió rozar el récord histórico de la prueba en la llegada a Hobart, mientras los de menor eslora afrontaban un severo cóctel de viento en contra y olas que puso a prueba a sus tripulaciones en la siempre impredecible aproximación a la isla de Tasmania.
Como es tradición, la Rolex Sydney Hobart comenzó el 26 de diciembre, una fecha destacada en el calendario mundial de grandes eventos deportivos. La flota partió bajo un sol radiante y viento del nordeste de 10 a 15 nudos. Tras un emocionante sprint de salida de la bahía, los barcos izaban sus espís para comenzar casi 48 horas de rápida navegación ininterrumpida con viento a favor antes de un radical cambio de condiciones que marcaría el devenir de la regata.
Triunfar en la conocida como “Gran Regata” depende de muchos factores. Paul Cayard, legendario regatista y embajador Rolex, tiene claras las cualidades necesarias:
“El éxito en las regatas oceánicas requiere una preparación rigurosa, habilidad táctica y una determinación inquebrantable para llegar hasta el final”.
Andoo Comanche, el más rápido
La batalla por el primer trofeo en juego, la J.H. Illingworth Challenge Cup que premia al barco más rápido en tiempo real, estuvo protagonizada por cuatro maxis de 100 pies (30,5 metros). La salida resultó dramática, con un rápido intercambio de viradas que costó al Andoo Comanche rozar una baliza del recorrido y realizar dos giros de 360 grados en rápida sucesión para purgar la infracción. El favorito ponía rumbo al sur a popa de sus rivales, una posición que no tardaría en cambiarJohn Winning Jr, armador y timonel del coloso rojinegro, ya había avisado de sus intenciones antes de salir al agua:
“El segundo puesto no vale. Es ganar o nada”.
En una regata como ésta, ese “nada” está a un error de distancia. En especial cuando te persiguen barcos como Black Jack (el más rápido en 2021), Hamilton Island Wild Oats (ganador en nueve ocasiones) o Law Connect (segundo en las dos últimas ediciones).
Una vez en el Mar de Tasmania, la tripulación del Andoo Comanche logró controlar a sus rivales y establecer una pequeña pero vital ventaja. Completó el recorrido en 1 día, 11 horas, 56 minutos y 48 segundos, apenas dos horas por detrás del récord establecido en 2017 y poco más de 26 minutos por delante de su inmediato perseguidor. Winning Jr reconoció la determinación de sus rivales:
Es una regata oceánica increíble, algo muy especial. Todos los barcos que compiten en la Rolex Sydney Hobart Yacht Race se han esforzado por igual. Los otros tres 100 pies mantuvieron una presión incesante, y me gustaría felicitarles por una competición espectacular".
Celestial, el mejor
La Tattersall Cup es el trofeo al que aspiran todos los participantes, el que premia al mejor barco en tiempo compensado. En esta ocasión correspondió a una de las 13 unidades TP52 participantes: el Celestial del armador australiano y vicecomodoro del CYCA, Sam Haynes. Veterano de 11 campañas anteriores, Haynes afrontó esta edición marcado por lo que le ocurrió en 2021, cuando una infracción del reglamento desbancó a su equipo del primer puesto.
"Después del año pasado, estaba dispuesto a abandonar este deporte. Hablando con mi familia y con gente clave del equipo, me di cuenta de que no era el camino correcto. Quería volver a intentarlo, afrontar el reto”.
A medida que se desarrollaba la regata, quedaba claro que ninguna tripulación lo tendría fácil. La empopada inicial fue brutal y agotadora. Los de menor eslora sufrieron un cruel punto de inflexión cuando el viento cambió de dirección el tercer día, obligándoles a ceñir hasta el punto más meridional del recorrido, en la isla de Tasmania, lo que ralentizó su avance y eliminó cualquier posibilidad de victoria en la general por tiempo compensado. Pero incluso para los barcos rápidos como Celeste, la aproximación no estuvo exenta de peligros.
“La segunda noche al este de Tasmania fue espantosa, con mucho mar y rachas de 30 a 35 nudos. El barco estaba constantemente bajo el agua, se sacudía violentamente. Pero habíamos hecho los deberes: Habíamos entrenado mucho, así que confiábamos plenamente tanto en el barco como en nosotros mismos”Tras un esfuerzo sobrehumano, el Celestial cruzó la línea de meta a última hora de la mañana del 28 de diciembre estableciendo un tiempo en compensado que ya no podría superar ningún rival. Haynes reconoció la importancia de esta victoria que le garantiza un lugar en los libros de historia de la vela:
“Ganar una regata como ésta es un gran logro que te cambia la vida. Es un trofeo muy difícil de conseguir. Por muy bueno que seas, hay muchas razones que pueden hacer que no lo consigas. Tener por fin la Copa Tattersall lo significa todo”
Magníficos resultados para los españoles
Los cinco tripulantes españoles que compitieron en la 77ª Rolex Sydney Hobart cerraron su participación con muy buena nota Los cántabros Antonio “Ñeti” Cuervas-Mons y Pablo Arrarte lograron la victoria en tiempo real a bordo del Andoo Comanche, el canario Carlos Hernández fue segundo en llegar a Hobart con el Law Connect y el catalán Juan Vila tercero con el Black Jack. El cántabro Nacho Postigo, que debutó en la clásica oceánica del Hemisferio Sur como navegante del Warrior One, firmó un excelente cuarto absoluto.
Postigo destacó los elementos que hacen especial a la Rolex Sydney Hobart:
“Me pareció espectacular la salida en el puerto de Sídney, no había visto nada así en mi vida, y me sorprendió el recibimiento en Hobart. También me impresionó muchísimo que éramos 13 TP52, nunca había visto tantos en una regata offshore. Había cuatro que podrían haber ganado perfectamente, pero en esta regata los errores se pagan muy caros y los equipos locales supieron jugar sus cartas. A nosotros nos lastró romper nuestra arma secreta, un espí A6 que pensábamos que sería irrompible pero apenas duró una hora. Llegando al río Derwent, en la aproximación final a Hobart, nos pilló un frente con 45 minutos de viento sostenido entre 35 y 47 nudos, y yo nunca había entrenado en esas condiciones. Me quedo con que es una regata muy especial pero en la que hay especialistas y es muy difícil ganarles.”
Celebrada por primera vez en 1945, la Rolex Sydney Hobart Yacht Race es toda una institución entre las regatas oceánicas. Está organizada por el Cruising Yacht Club of Australia en colaboración con el Royal Yacht Club of Tasmania, y forma parte del dosier de eventos patrocinados por Rolex desde 2002 junto a otros referentes oceánicos del club de las 600 millas como la Rolex Fastnet Race o la Rolex Middle Sea Race.