Una vez más, la RFEV va por libre, ahora con la propuesta para un posible desconfinamiento y al hacerla, se retrata.

Ahora, con lo que está cayendo, y tras su nefasta gestión en el cumplimento del Estado de Alarma, que ya costó la amonestación del Director General del Consejo Superior de Deportes y de la condena de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria, por no haber cerrado el CEAR de Santander de acuerdo con lo publicado en el BOE que proclamaba el Estado de Alarma, a pesar de ello en estos días, sin encomendarse ni a Dios ni al Diablo, publica una propuesta para la “desescalada de la Vela”.

Pues bien, la susodicha propuesta, elaborada antes de que las autoridades competentes establezcan las condiciones para ello, aparte de no tener ningún sentido, ha suscitado, como no podía ser de otra manera, una gran polémica entre los miembros de la federación debido a su parcialidad y desconociendo, en el mejor de los casos, de la realidad del deporte de la Vela; de no ser así, la cuestión sería mucho más grave. Recordemos que la ignorancia de la ley no excluye de su cumplimiento.

La realidad es que el colectivo de la Vela está compuesto por una gran cantidad de afiliados, tanto clubes, como practicantes y clases, de los que la inmensa mayoría son personas amateur, que practican este deporte por afición, haciéndolo en una gran variedad de clases. Tanto de Vela Ligera como de Crucero. Sin embargo, a esta gran mayoría, la federación, en el proyecto federativo de “desescalada” les deja aparcados, cuando la práctica de la Vela, al menos en lo que respecta a la Vela Ligera, es completamente igual se practique en cualquier tipo de embarcación o de competición. Por ello no tiene sentido que el proyecto dé preferencia a los que los que practican la Vela en un tipo de actividad, o en otra.

Lo mismo cumplirá la normativa de la Sanidad Publica la actividad de un olímpico, como la de cualquier otro deportista de otra clase no incluida en el programa olímpico y con mucha más actividad; con lo que este proyecto deja perfectamente retratada a la federación respecto al trato que da a los deportistas, y a las clases en la que se navega en nuestra nación.

No deja de llamar la atención lo que el proyecto propone para las escuelas con relación al control de botadura y recogida de los alumnos en las mismas.
Está claro que La Federación española, que posee en Santander un escuela, única que la entidad mantiene en toda España, de la que por cierto, la presidenta el día 18.02.204 escribía sobre ella refiriéndose a la legalidad de esa escuela, (sic) “lo cual puede suponer una clara violación de las competencias reconocidas en la Constitución y en la Ley 2/2000 del Deporte en Cantabria, según la cual la ordenación, planificación y promoción del deporte base y el deporte de alto rendimiento, es competencia exclusiva de las Federaciones Territoriales y de los Clubes deportivos de Cantabria a través de la Dirección General de Deportes”. Pues bien, poco, o mejor dicho, nada tiene que ver lo que contiene el proyecto de “desescalada” para las escuelas con la realidad de lo que sucede en la rampa de Puerto Chico en estas operaciones, donde la aglomeración que se produce es incompatible con las medidas de distanciamiento propuestas por el Ministerio de Sanidad.

Es impresentable que toda la economía y actividad federativa se dedique a tan solo los equipos olímpicos, abandonando a los demás deportistas de otras clase que Conforman la mayor parte de la actividad del organismo federativo, completamente desamparados en su desarrollo deportivo.

Tal y como está pasando en la WS, y puede que ocurra, igual habría que ir pensando en crear una federación de se ocupase de la Vela no Olímpica, para que la Vela que la inmensa mayoría de los que la practican en nuestro país se viese amparada en su actividad, lo que redundaría en beneficio de este Deporte, que es lo que debería pretender la federación.

J.F.M.J.O.