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Nacho Postigo, la Mini Transat es “el sueño de mi vida”

 Nacho Postigo, la Mini Transat es “el sueño de mi vida”

Para Postigo el balance de la Mini Barcelona y el de la temporada 2014 es excelente: cuatro victorias en cuatro regatas

La Mini Barcelona era la cuarta y ultima regata de esta primera temporada de preparación a la Mini Transat a bordo del “Vamos Vamos” y todo el año tuve la impresión que esta regata era “la regata” del 2014 por varios motivos. El primero porque es la regata de Mini con mas solera en España; el segundo porque seguro que algún barco de los que corrían por el Atlántico se decidía a bajar a Barcelona a darnos una lección de navegación a los “Mediterráneos”. Y la tercera porque en esa época del año ya no había más regatas en el Atlántico y los ojos de toda la clase Mini estarían puestos en la Mini Barcelona.

 

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Pues con toda esta “presión” mas la que se añadía por partir de favorito (cosa con la que no estaba de acuerdo: ¡yo tenia otros favoritos!) al haber ganado las tres regatas anteriores que había corrido con el “Vamos Vamos” desde mi estreno en la clase (y en las regatas en solitario) sorprenderá saber que me tomé la regata con la misma tranquilidad con la que se va uno de paseo el domingo por la mañana: y no era una cuestión de que me creyese el favorito, que estuviese seguro de ganar ni nada de eso.

 

Es simplemente que en el programa a dos años que hemos hecho para afrontar la Mini Transat 2015 estas regatas previas tienen solo dos objetivos: completarlas (para sumar las 1000 millas en regata que exige la inscripción a la Mini Transat) y aprender lo mas posible (de mis competidores con mas experiencia, del barco y de mi mismo) para llegar lo mejor preparado posible a la Mini Transat. En ningún momento me han preocupado los resultados de estas regatas y tal vez esa sea la clave de los buenos resultados: ¡cero presión!

 

Bueno pues ya en la línea de salida, rodeado por lo mas granado de la flota nacional y por algunos excelentes regatistas extranjeros curtidos en su mayor parte en las regatas del Atlántico de este año. A barlovento Ronan Dreano, un jovencito francés que navega siempre muy rápido con su Pogo2 (barco ideal para las condiciones de ese momento: 6 nudos de viento y algo de mar de fondo); a sotavento Andrea Fornaro, con un barco gemelo a mi Argo 650, pero con muchas millas de regatas en el Atlántico (segundo en la Mini Fastnet). Un poco más hacia la boya veo también a Edwin Thybon con su Nacira 650, gemelo de los tres primeros clasificados en la pasada Mini Transat y que me tiene en el punto de mira después de haberle ganado en la Mini Max y en la Valencia Air. También esta por allí Toby Illes, el ingles al que conozco de navegar en TP52 que con su RG650 tampoco va a navegar despacio en esta regata, seguro.

 

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¡Pum! “Salida válida” dice Cali Sanmarti por la radio del comité y ya estamos en regata, ciñendo (como “il faut” en el Mediterráneo) hacia Cabo Favaritx en Menorca, el primer waypoint de esta regata de 300 millas. Con el izquierdazo que tenemos miro por encima de mi hombro y no me lo pienso dos veces: meto caña y viro. Amurado a babor cruzo por delante de Dani Martín que con su Inteman ha hecho una gran salida (Dani y el Inteman siempre brillan en estas condiciones de poco viento) y para mi sorpresa por delante también del Microvitae, que no es otro que el proto “Eva Luna”, ganador de la Mini Transat 2013 (y de la del 2009!) y…!ya no hay nadie mas! Bueno, pues buena salida, ¡a seguir así!! Justo a mi barlovento esta mi gemelo Andrea Fornaro que se viene conmigo a la derecha, así que aprovechamos para hacer un poco de “two boat testing”, como en la Copa América.

 

Para mi sorpresa el grueso de la flota francesa se va a la izquierda del campo de regatas, ¿saben algo que yo no se?? Bueno, ya veremos, de momento con Garbí siempre suele pagar la derecha así que, ¡a esperar! Pues una hora mas tarde estamos el amigo Andrea y yo liderando la flota con el role de 30 grados que ha pegado a derecha, en plena pelea con un par de prototipos que buscan su lugar “natural” en la flota, por delante de los barcos de serie (para eso son de carbono, con canting keels, water ballast, jarcias textiles, palos ala de carbono un metro mas altos que los de los barcos de serie…). A los amigos franceses con ideas izquierdistas casi no se les ve, por lo que la cosa empieza bien. Además el viento sigue rolando a derecha y podemos izar nuestros códigos cero para sacar aun mas ventaja a los izquierdistas y así siguiendo a los dos protos que, por fin, lideran la flota Andrea y yo seguimos con nuestro test de velocidad con resultados sorprendentes: después de mas de 20 millas de regata estamos ¡tal y como salimos!

 

Vamos idénticos de velocidad. Pues así nos llega la noche, de través con nuestros códigos a un rumbo cómodo y rápido, peleándonos con el tercer proto que esta justo al lado nuestro y navega a nuestra velocidad. El viento sube, baja, va a derecha y luego a izquierda y a cada cambio un cambio de vela; pero la cosa va bien, parece que Andrea y nosotros estamos dejando atrás al proto, así que la cosa quedará entre nosotros dos. Más cambios de vela, dormir un poco en cubierta (en la banda, ¡of course!) y seguir navegando a tope. Al amanecer, ya cerca de Menorca, sorpresa: el barco que está 100 metros a mi popa no es Andrea como yo pensaba, sino el proto que venía con nosotros. ¿Y Andrea? ¿Como lo he dejado atrás? Bueno, pues nada, entonces seguimos primeros de serie, ahora a no aflojar (Andrea me contaría al terminar la regata que esa noche estaba agotado y que no pudo seguir el ritmo de cambio de velas que llevábamos el proto y nosotros, que por eso le dejamos atrás).

 

Siguiente problema: llegamos a una isla amaneciendo con el viento que viene precisamente de la isla. Y como me enseñó el amigo (y meteorólogo) Maxi Casares, nunca hay que amanecer cerca de una piedra, así que abro el rumbo y me tiro un par de millas al norte de Menorca. El proto que sigue detrás mantiene el rumbo y apunta directo a la isla, un poco sorprendido de mi maniobra. En una hora más está encalmado debajo de la isla, al igual que los dos protos que tengo por delante y a los que voy superando por el exterior. Pero lamentablemente el viento muere por completo y se abre la administración de loterías, a ver a quien le toca. Pues lamentablemente, a los de tierra; pero bueno, la cosa no va tan mal y consigo salir del agujero con el proto que me acompañaba toda la noche a una eslora por delante y habiendo adelantado a otro de los protos que teníamos por delante.

 

Ahora ¡a ceñir! (¡viva el Mediterráneo y la madre que le parió!). El problema es que con esta encalmada se me han vuelto a echar encima el resto de los series, que han pasado sin tropezar, así que habrá que seguir bien concentrados y tratar de recuperar la ventaja. Bordo a bordo llegamos a la Isla del Aire, la mitad del recorrido, en mi particular pelea con los protos. Tengo uno 100 metros por delante y otro 30 por detrás, ¡lo que no esta mal a mitad de regata! Ahora toca spi, así que a trabajar: a ver, ¿para donde vamos? Yo veo mas viento por la costa, pero los dos protos apunta a mar. Pero en realidad mi regata no es con ellos, sino con los series que me pisan los talones, así que elijo la opción de tierra dejando a los protos irse al mar para tratar de poner distancia con los serie.

 

Efectivamente, hay más viento por tierra y además rola 15 grados a mi favor, así que cuando pasamos la punta SW de Menorca he adelantado a los dos protos de nuevo y me he vuelto a destacar de los serie, ¡no esta nada mal! Pues nada, ¡seguimos remando! Ahora vienen trasluchadas y roles toda la noche, así que hay que concentrarse; poco a poco los protos se me vuelven a acercar (normal, me digo) y en nuestra particular batalla nos llevamos por delante al proto que marchaba en segunda posición, así que a tres cuartos de regata ¡voy segundo en tiempo real! Encalmadas, niebla, un poco de lluvia y amanecemos con un buen role a izquierdas que por suerte habíamos previsto y de la pelea se nos descuelga el tercer proto (el que había venido peleándose conmigo toda la noche anterior). Los otros dos navegando de través y a rumbo directo a la boya del besos, sin táctica alguna, no tardan en imponer su velocidad y poco a poco me van dejando atrás para mi frustración…!een fin!

 

Llego a la boya del Besos a mediodía cuarto de la flota y sin signos de mis compañeros de serie, que deben estar bastante atrás. En la maldita boya me como el calmazo del siglo mientras el viento de gradiente se va transformando en una débil térmica que me permite recorrer las últimas millas hasta la llegada a un ritmo agónico, pero por fin cruzo la línea en cuarta posición y primero de la flota serie, ¡bien!

 

Por detrás van llegando los otros serie y para mi sorpresa el segundo no es Andrea sino Ronan Dreano, por lo que no podrá ser un doblete de Argo 650 esta vez. Tercero se ha colado Edwin Thybon y Andrea solo consigue llegar cuarto (los otros dos le han pasado en el role a izquierda de por la noche, por lo que me contaría después).

 

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Así que el balance de la Mini Barcelona y el de la temporada 2014 es excelente: cuatro victorias en cuatro regatas (un francés de la clase me comentaba que no recordaba a nadie que en su primer año en Mini hubiese ganado todas las regatas…seguro que alguno habrá, hombre, ¡no voy a ser yo el primero!), un barco excelente (Made in Spain, para mas orgullo) unas velas perfectas (diseñadas por Juan Meseguer, otro toque español en el proyecto) y un patrón que, a pesar de su edad, tiene buen ritmo de regata (al menos en estos sprints de 300 millas, ya veremos en la Mini Transat).

 

Además ya hemos sumado las 1.000 millas en regata (aunque por cuestiones de reglamento el año que viene tengo que completar una regata de 500 millas sin escalas) y ya solo me falta la famosa “Calif”, un “paseo” de 1.000 millas en solitario, para completar los requisitos de inscripción a la Mini Transat 2015, ¡mi sueñoo de juventud!

 

Y precisamente en medio de esa “Calif” escribo estas líneas, pues después de 750 millas he tenido que refugiarme al sur de Cerdeña a esperar a que pase lo peor de esta rasca que ahora aúlla en la jarcia del “Vamos Vamos”.

 

Si todo va bien, mañana continuamos ruta para terminar la temporada a lo grande: ciñendo contra 30 nudos de viento, ¡que planazo!!

 

Pues nada, más del “Vamos Vamos” el año que viene.

 

Abrazote

 

Nacho Postigo

 

ESP860 “Vamos Vamos”