Portada ›› Vela ›› Más Vela ›› La vela, un deporte donde ahora se discrimina al deportista.

La vela, un deporte donde ahora se discrimina al deportista.

Mientras que el presidente de la RFEV se pone un sueldo de forma ilegal, a los deportistas Independientes se les sube el importe de la licencia de una forma irracional.

Esta diferencia es contraria a la ley del Deporte que establece que las Licencias cuando las expidan las federaciones de ámbito autonómico se expedirán dentro de las condiciones mínimas de carácter económico que fijen estas.

Resulta que en la federación autonómica de Cantábria se saltan el Decreto 27/2002 de 20 de Junio de la Comunidad de Cantabria, que con relación al precio de la licencia determina en su artículo 14,a) Uniformidad de condiciones económicas para cada modalidad deportiva, en similar estamento y categoría. Nada se indica sobre si el deportista es socio o no de un Club, lo que si dice, es que el precio de la licencia debe ser uniforme (según la R.A.E.: igual, semejante) para el mismo estamento y categoría.

Se da la casualidad, de que desde hace varios meses una Agrupación Deportiva dada ya de alta en la Consejería de Cultura de Cantabria ha presentado ante la Federación Cántabra de Vela la solicitud para inscribirse en la misma, la que a pesar del tiempo transcurrido sigue esperando el sueño de los justos, no habiendo sido tramitada por la federación, por lo que los afiliados de esta Agrupación de momento si quieren sacar la licencia lo tendrán que hacer como Independientes.


Está claro que para la Federación no todos son iguales a la hora de practicar este deporte. De muestra basta un botón, y este no es otro que el coste, a los deportistas que practican el deporte de la Vela, de las licencias federativas, que son el instrumento sin el cual no se puede participar en competiciones oficiales.

Además la discriminación es negativa, es decir se castiga a los que menos tienen y que son aquellos que sin capacidad económica para formar parte de un Club pretenden navegar por sí mismos, en Román Paladino, como INDEPENDIENTES.

Está claro que el pertenecer a un Club náutico tiene sus costes, que no todo el mundo puede pagar, y ahora con la que está cayendo menos aún, no solo es la cuota de cada mes, sino el pago de la cuota de entrada en el mismo, lo que puede variar entre tres mil y más de treinta mil euros, y que no todos tienen disponible para practicar este deporte desde un Club.

Pues bien la mayoría de las Federaciones Autonómicas españolas, de un tiempo a esta parte, y en este momento en la Cántabra, - con la complicidad de la Nacional y del Consejo Superior de Deportes (que como siempre nada dice sobre el particular) -, ni cortas ni perezosas, y viendo que son incapaces de generar fondos propios, no se les ocurre otra cosa mejor que gravar de manera escandalosa el precio de las licencias federativas de los deportistas que no pertenecen a ningún Club, a los que por la mismas prestaciones que la licencia otorga a los que si pertenecen a un Club, se les cobra por esta casi el doble del importe que se cobra a aquellos.

Diferencia esta que además no se justifica bajo ningún concepto, ya que como todos sabemos las prestaciones de la Licencia son las mismas en ambos casos, y el gasto a efectuar por la autonómica correspondiente para emitirla también es igual, sea una licencia de un deportista socio de un Club, o de un deportista que no pertenezca a ninguno, los que en la vela se les conoce como Independientes. En esa diferencia está el beneficio de la autonómica, que por cierto es una institución sin ánimo de lucro.

Ya está bien de sangrar a los pobres ciudadanos que descubren el deporte de la Vela y que no pertenecen a un Club afiliado a esta federación discriminatoria.

Está claro que estos deportistas Independientes lo único que quieren es participar en las regatas, lo que con estas discriminaciones y diferencias se les pone muy difícil, por lo que muchos abandonaran este deporte cabreados por cómo se les trata desde la federación.
En la cántabra ya se quiso implantar esta discriminación hace unos tres años, y lo que consiguió entonces fue que todos aquellos que sacaban su licencia por Independiente se la fueron a sacar a otras territoriales donde no les chupasen la sangre con impuestos revolucionarios. En aquella ocasión, ante esa actitud de los deportistas independientes no le quedo otra a la Cántabra que anular su decisión y dejar el mismo precio para los socios de Clubes y los Independientes.

Ahora parece que ser que la Cántabra anda falta de fondos y ha vuelto a establecer, de la noche a la mañana, unos precios discriminatorios para los deportistas de esta región, lo que por otra parte es el chocolate del loro, ya que el número de licencias independientes no es lo suficientemente grande como para mejorar las arcas federativas.

Lo que de seguro traerá esta medida es que los que sin ser socios de un Club quieran navegar, miren por su economía y saquen su licencia por la federación autonómica donde el hacerlo les sea menos gravoso.

En esa persecución al deportista Independiente desde la Cántabra ya se fomento el cobro de una inscripción más cara para poder participar en una regata de la clase Optimist a los que no tenían la licencia sacada por un Club.

Por otra parte, el año 2013 tanto a los socios de Club como a los Independientes que solicitaron la licencia a primeros de años la Cántabra no les expidió la licencia hasta pasado el mes de marzo, con lo que estuvieron más de tres meses sin ella, lo que vulneraba no solo la Ley del Deporte, sino los Estatutos, tanto de la propia Cántabra como de la Española

Así de brutos son los que controlan nuestro deporte, y así es como le “fomentan” (¿?)

J.F.M.J.O.