Nacho Baltasar: el sacrificio convertido en sueño olímpico

El 11 de septiembre del año pasado se anunció que los regatistas mallorquines Nacho Baltasar y Paula Barceló representarían a España en los Juegos Olímpicos de París. Para Baltasar, del CN Sa Ràpita, este logro fue la culminación de un crecimiento deportivo impresionante que le ha hecho acreedor del Premio Timón de Vela 2024, galardón que otorga la revista especializada Gaceta Náutica.

Hasta unos meses antes de su designación, pocos aficionados a la vela podrían haber imaginado que Baltasar obtendría una plaza en el mayor evento deportivo del mundo. Su meteórica progresión lo llevó a convertirse en una estrella en ascenso. En tan solo un año, el joven regatista pasó a ser el número 2 del ranking mundial de iQFOiL, asegurándose su lugar en los Juegos. Nacho Baltasar se convirtió así en el cuarto deportista náutico balear en acudir a París, pero el único que no había recibido previamente el Premio Timón.

La temporada de Nacho Baltasar fue deslumbrante, pero no estuvo exenta de obstáculos. En los Juegos Olímpicos de París, solo la mala fortuna y una polémica decisión del Jury en el día decisivo le impidieron luchar por las medallas. Sin embargo, este revés no afecta el futuro prometedor que le espera. Con tan solo 19 años, Baltasar tiene el potencial y la experiencia acumulada para regresar más fuerte a los próximos Juegos de Los Ángeles.

Este año ha sido particularmente destacado para Baltasar: logró un bronce en la Semana Olímpica de Hyères, un quinto puesto en el Test Event de Marsella, y un séptimo lugar en el Trofeo Princesa Sofía. Además, fue octavo en los iQFOiL Games de Lanzarote y décimo en el Mundial de La Haya de 2024, donde también se proclamó subcampeón Sub-23. Todos estos resultados confirman su impresionante progresión en tan solo un año.

UN GRAN ESFUERZO

Alcanzar este nivel no fue tarea fácil. Los éxitos de Nacho Baltasar son fruto de un inmenso sacrificio, con interminables horas de entrenamiento y una disciplina física que pocos pueden imaginar. Para poder competir al más alto nivel en la categoría de iQFOiL, Nacho sabía que necesitaba aumentar considerablemente su masa muscular, algo que logró con un meticuloso plan de trabajo, llegando a ganar 20 kilos de músculo puro. Esta transformación física fue clave para su éxito en el agua.

El esfuerzo de Baltasar ha sido constante desde sus primeros pasos en la vela. Aquel niño menudo que compitió en Optimist con su club de toda la vida, el CN Sa Ràpita, ha crecido hasta convertirse en el primer regatista olímpico de la entidad. El papel que desempeñan clubes como este es fundamental, ya que forman a numerosos regatistas para que, de entre ellos, uno consiga destacar en el panorama internacional. Nacho Baltasar es hoy el reflejo de ese esfuerzo colectivo y de la dedicación incansable de su club.

La gala de entrega de los Premios Timón, que este año alcanza su novena edición, se celebrará el próximo 22 de noviembre en el Port Centre, el edificio institucional de la Autoritat Portuària de Balears (APB) en el Puerto de Palma.