Hacía años que el Pantín Classic no gozaba de unas olas de la magnitud de las que este año han acudido a la cita surfística
Olas que han propiciado maniobras espectaculares, puntuaciones muy altas pero que también amenazan el desarrollo de la competición. A última hora de la tarde de ayer, protección civil manejaba previsiones de alerta naranja por temporal que ponían una interrogación sobre el normal desarrollo del Movistar O’Neill Pantín Classic.
Independientemente de las condiciones meteorológicas, la organización garantiza que la competición no se transladará a ningún otro arenal pero, teniendo como prioridad salvaguardar la integridad física de los surfistas, sí podría ser que, en función de la marea, el viento y la fuerza de las olas, los horarios se modificasen.
De hecho, ya ayer, las mismas olas que rondaron por momentos los cuatro metros y que permitieron a los deportistas realizar espectaculares maniobras, jugaron alguna que otra mala pasada a varios de ellos. El más perjudicado, sin duda, uno de los gallegos que seguía en liza, Gony Zubizarreta, al que una ola le rompió la tabla. Pero, en líneas generales, la magnitud del oleaje trajo parejos los mejores momentos de surf en competición oficial que se han podido ver en Pantín en varios años.
Si desde primera hora de la mañana las condiciones resultaban inmejorables, con la marea baja, llegaron las mejores notas. El primer diez lo firmó Michel Bourez -con varios giros sobre una ola de más de tres metros que finalizó con un tubo imposible- y el segundo Andre Silva. Pero, sin duda, el que mejor aprovechó esta circunstancia fue Clint Kimmins, que con sólo tres olas sumó 18,06 puntos, con todas ellas por encima del ocho con seis.
La colonia española también aprovechó al máximo las buenas olas que se dieron durante toda la mañana para seguir adelante en la ronda 96. Así, Pablo Gutiérrez se coló primero de su manga tras coger con el tiempo de su serie casi cumplido una ola que le valió 8,83 puntos; Iker Fuentes superó su ronda sólo aventajado por Drew Courtney y Hodei Collazo, junto con el asutraliano Noc Muscroft hizo lo propio en la suya. La cruz de la moneda, para Jatyr Berasaluce y, sobre todo, para Eneko Acero -campeón en Pantín hace unos años-, que no se subió a más de tres olas en su manga alcanzando una puntuación insuficiente como para pasar la ronda.
La ronda 48 no resultó tan benévola con los españoles y, si Gony Zubizarreta rompía su tabla en la segunda manga, Iker Fuentes también quedó apeado en una serie que sí logró superar Dane Gudauskas. Y es que el clan Gudauskas -Patrick venció el pasado año en Pantín- se ha convertido en todo un “clásico” en el arenal valdoviñés y, de hecho, los tres hermanos continúan adelante en la competición.