El gallego Jorge Pena está a dos semanas de lograr el reto de cruzar el Atlántico a remo
El 14 de diciembre los españoles Jesús de la Torre y Jorge Pena salieron de Gomera con un reto ante sí: cruzar el Atlántico a remo por la Fundación CRIS Contra el Cáncer. A los tres días de navegación Jesús tuvo que retirarse por mareos severos y una fuerte conmoción. Desde entonces el gallego Jorge Pena rema en solitario las 3.000 millas náuticas que separan Canarias del Caribe en un bote de 7 metros.
Que decir de la Talisker Whisky Atlantic Challenge, sin duda mucho más que una prueba de remo, entramos en el mundo de la épica. Remar 3,000 millas en pleno Atlántico, sin ayudas, desde La Gomera hasta la caribeña Antigua, no es para pusilánimes. Podemos poner un montón de significados: fuerza física, fuerza mental, constancia, bemoles... para afrontar uno de los desafíos más difíciles del mundo.
El pasado 14 de diciembre, dos españoles, Jesús De la Torre y Jorge Pena, de 64 y 53 años respectivamente iniciaban la boga para intentar realizar un sueño, cruzar el gran azul. Durante mucho tiempo, Jesús ha soñado con remar en el Atlántico. Este desafío es una prueba de que nunca es demasiado tarde para cumplir un sueño. Jesús y Jorge se conocen desde hace muchos años y han compartido muchas millas de navegación. Jorge comenzó a navegar cuando tenía 5 años y, desde entonces, el mar y la navegación son sus pasiones. Hace 15 años dejó su carrera como arquitecto para dedicarse a la navegación profesional.
Con nuestros compatriotas 27 equipos repartidos en tandem de 4, 3, 2 y 1, un total de 77 remeros y muchas nacionalidades, marcaban ritmo de estropadas.
No todos los sueños se cumplen, y esta máxima se realizó en Jesús De la Torre. A los dos días de navegación debió abandonar el desafío por sufrir fuertes mareos y un golpe en la cabeza.
La grandeza de esta prueba, la epopeya la tendría que escribir un gallego, un amante de la mar, el segundo remero a bordo que decide continuar en solitario. Puede parecer que su participación se sumaría a los otros cuatro competidores que hacen el recorrido sin acompañante. Nunca más lejos de la realidad. Aquí entran los bemoles: Botes distintos, el de Jorge pensado para la dupla con el consiguiente bote más grande, y más peso, 250 kilogramos extras, que obligatoriamente no puede eliminar.
Jorge Pena puede dar testimonio de ello. El primer mes de remo un temporal fijado en el Atlántico golpeó a todos los competidores, con olas de hasta 8 metros y viento sostenidos de 50-60 kilómetros hora, con rachas superiores. Unas circunstancias que pusieron a prueba a los equipos de todo el mundo que participaban en esta edición y que provocaron varias retiradas.
La hazaña es aún más increíble si se tiene en cuenta que los participantes no pueden recibir ningún tipo de ayuda externa y que el gallego es un remero amateur. Jorge Pena (53 años) es arquitecto de profesión y se dedica a la náutica deportiva, pero nunca había remado anteriormente. El mes y medio de remo que lleva está lleno de anécdotas: tiene que desalinizar el agua que bebe, se ducha aprovechando los chubascos, come la comida liofilizada y pesca que lleva a bordo, desde hace unas semanas le visita diariamente una golondrina de mar, ha visto aletas de tiburón, peces voladores, se ha cruzado con un mercante gallego ("Castillo de Villalba", un buque tanque de 288 metros de eslora) que han alucinado cuando contactó con ellos por radio, el médico de la organización que navega en un velero que supervisa que no haya problemas graves se echó al mar para tomar con él un whisky y levantarle la moral en un momento difícil del reto...
Ahora Jorge ha superado los momentos más duros y rema a buen ritmo. Le quedan algo menos de 800 millas para llegar a Antigua y Barbados.
Desde masmar intentaremos acompañarlo, aunque sea virtualmente en sus últimas paladas que aún serán muchas, con una crónica diaria de esta magna experiencia.
ANIMO JORGE