Deusto se impone por cuarto año consecutivo con un tiempo de 25 minutos y 59 segundos

Falló el pronóstico climatológico, pero no la embarcación de la Universidad de Deusto, que se impuso con autoridad por cuarto año consecutivo a la de la Escuela de Ingeniería en la 38ª edición de la regata Deusto-Ingenieros celebrada este viernes en aguas de la ría de Bilbao.

El bote dirigido por Azael Rodríguez partía como favorito y logró hacerse con el triunfo en una regata que quedó rota prácticamente desde su inicio en Erandio. Los de Deusto cubrieron las cuatro millas náuticas de recorrido (7.400 metros) en un tiempo de 25 minutos y 59 segundos, lejos del récord de la prueba marcado 2014 por este mismo bote (22´ 14´´), y aventajó a Ingenieros en 1 minuto y 13 segundos, que invirtió un total de 27' 12”.

Aunque se había anunciado lluvia y mucho viento, éste no hizo su aparición hasta el final del recorrido, cuando Deusto ya llevaba una ventaja considerable. El "ocho" rojo fue proa de regata prácticamente desde las primeras paladas. Le tocó elegir calle y, como ya había anunciado su entrenador, eligió la orilla sur tomando la delantera a Ingenieros desde el comienzo. Al llegar a la curva de Elorrieta, que marca la primera de las cuatro millas de la regata, aventajaba ya en 16 segundos a la cuadrilla de los azules.

Esta ventaja se fue incrementando milla a milla hasta llegar a más de un minuto en la línea de meta. De este modo, Deusto suma a su palmarés en la prueba la victoria número 24, frente a las 14 de Ingenieros, e inscribe de nuevo su nombre en la bandeja de plata.

La clásica bilbaína congregó a numeroso público en las orillas de la ría gracias en parte a la tregua que dio el tiempo, “Una bendición, ya que los pronósticos eran malísimos”, en palabras de José María Gorostiaga, presiente fundador de la Regata. En línea de meta, esperaban la llegada de las tripulaciones en el palco de honor las autoridades, los miembros del PRIDE y los padrinos del Desafío: Teresa Laespada, por la tripulación vencedora, y Jon José Ángel Iribar, por la de la Escuela de Ingeniería.