Tres buques de guerra rodean al grupo de piratas somalíes
Tres barcos de guerra extranjeros rodearon ayer a los piratas somalíes que capturaron el pasado jueves al carguero ucraniano «Faina», con 33 carros de combate T-72 y 21 tripulantes a bordo. Una de las embarcaciones que acudió al rescate, el destructor «USS Howard» estadounidense, viene equipada con misiles tierra-aire, misiles de crucero Tomahawk, cohetes antisubmarinos, torpedos y un cañón de cinco pulgadas de tiro rápido.
El navío y las otras dos fragatas -con bandera de la Unión Europea, según algunas fuentes- se encuentran frente a la ciudad de Harardhere (centro de Somalia) para impedir el desembarco del cargamento en la zona. Los piratas exigen un rescate cercano a los 35 millones de dólares, pero ya han advertido que, en caso de que no se cumplan sus reivindicaciones, entregarán las armas al grupo Al Shabab, una de las milicias islamistas opuestas al Gobierno de transición somalí. Hassan Abshir, líder de Al Shabab, señaló a Efe que su grupo daba «la bienvenida a los piratas si comparten las armas con nosotros», y afirmó que «está bien que hayan secuestrado el barco porque los kenianos son enemigos del Islam».
Fuentes del Gobierno estadounidense confirmaron que el «USS Howard» -que se mantiene a una distancia de seguridad de apenas ocho kilómetros respecto del «Faina»- ya ha logrado comunicarse con los secuestradores y podría haber reducido el pago del rescate hasta los 5 millones de dólares. Dinero que los piratas exigen que «proceda del Gobierno keniano». Januna Ali Jama, uno de los portavoces de estos modernos bucaneros, ya ha advertido al Gobierno francés que se «abstenga de intervenir».
Los carros que transporta «Faina» -de fabricación rusa- estaban destinados al Ejército keniano, según informó a ABC Andrew Mwangura, coordinador del Programa de Asistencia Marítima (PAM).
Armas para el sur de Sudán
En los últimos días, al menos tres barcos con bandera ucraniana ya han desembarcado carros de combate en el puerto de Mombasa. Un arsenal bélico destinado a financiar buena parte del conflicto que sufre el sur de Sudán. Pero el «Faina» es sólo un pequeño eslabón de una cadena de secuestros que viven las aguas de Somalia. Sólo en este año un total de 56 embarcaciones han sido capturadas en el Cuerno de África. El sábado, un buque cisterna griego con 19 tripulantes, y cuyo cargamento de petróleo estaba siendo transportado desde Europa hasta Oriente Próximo, se convirtió en el último navío secuestrado.
Una situación que ha provocado el despliegue de una fuerza naval multinacional en las costas de Somalia, y que mantiene en vilo a la flota atunera española que faena en los caladeros de la zona.