Stena Lines primera naviera en transformar un ferry para operar con metanol como combustible
La empresa sueca Stena Lines se convertirá, a comienzos de 2015, en el primer armador del mundo en operar un gran buque, el ferry para 1.500 pasajeros ‘Stena Germanica’, utilizando metanol como combustible y reduciendo así drásticamente sus emisiones de gases contaminantes y de efecto invernadero en comparación con los ferries de fuel oil.
El proyecto se desarrolla en cooperación con el fabricante de motores Wärtsilä, las autoridades portuarias de Gotemburgo y Kiel y el proveedor de metanol Methanex. Tendrá un coste total de unos 22 millones de euros y contará con el apoyo financiero de la UE dentro del programa Autopistas del Mar.
El ‘Stena Germanica’, de 240 m de eslora y 29 de manga, fue construido en la factoría de Puerto Real (entonces Astilleros Españoles) entrando en servicio en marzo de 2001. Sufrió una importante renovación en 2010 en el astillero polaco Remontowa, que será también el encargado de esta nueva transformación.
El proyecto de la transformación ha sido desarrollado por Wärtsilä en cooperación con Stena Teknik y se estima que la durará unas 6 semanas. Tras la misma, el motor será dual y utilizará metanol como combustible principal, pero con la posibilidad de utilizar gasoil marítimo de bajo nivel de azufre.
Carl-Johan Hagman, director general de Stena Line, ha declarado: “Siempre hemos estado centrados en la innovación en beneficio de nuestros clientes y de la sociedad en conjunto y éste es un ejemplo excelente. Estamos constantemente evaluando diferentes combustibles y ser los primeros en el mundo en convertir un buque para utilizar metanol es un gran paso hacia un transporte sostenible”.
Como es bien sabido, desde el 1 de enero de 2015, los buques que transiten por la zona SECA del Mar Báltico, Mar del Norte y Canal de la Mancha, tendrán que utilizar combustibles con muy bajo contenido de azufre del 0,1%; hoy en día, el límite es del 1,0%.
El metanol es un combustible biodegradable, transparente e incoloro, que puede producirse a partir de gas natural, carbón, biomasa o incluso CO2. Mediante el uso de metanol las emisiones de óxidos azufre (SOx), se reducen hasta un 99%; las de óxidos de nitrógeno (NOx), un 60%; las de partículas (PM) un 95% y las de dióxido de carbono, CO2, un 25% en comparación con los combustibles tradicionales.
En consecuencia, las reducciones de emisiones que se consiguen mediante el metanol son similares a las derivadas del uso de GNL, pero, a criterio de Stena, las necesidades de infraestructura son mucho menores y la manipulación es más sencilla.