La inversión mundial en proyectos de petróleo y gas cae un 20%
La inversión mundial en proyectos de petróleo y gas cae un 20%
La inversión de compañías privadas y públicas en la exploración y explotación de yacimientos de petróleo y gas ha caído casi un 20% desde 2008, según el último informe “World Energy Outlook 2009” difundido el pasado mes de noviembre por la Agencia Internacional de la Energía (AIE). “La inversión en energía se ha hundido durante el último año a la vista del endurecimiento de las condiciones financieras, de la debilidad de la demanda y de la disminución de los ingresos.”
La AIE estima que la demanda mundial de energía primaria caerá un 2% en 2009 respecto al año pasado, lo que constituiría el primer descenso importante desde 1981, y el consumo mundial de electricidad, un 1,6%, el primer descenso anual desde el final de la II Guerra Mundial. En cuanto a la demanda mundial de crudo, aunque prevé que caerá un 2,2% en el conjunto de 2009, tras descender un 0,2% en 2008, se recuperará a partir de 2010, al tiempo que la economía mundial sale de la recesión.
En el sector del crudo y del gas, la Agencia ha identificado una veintena de grandes proyectos que se han suspendido a cancelado en el último año y medio. “Estimamos que los presupuestos de 2009 para inversiones en proyectos upstream de crudo y de gas se han recortado alrededor de un 19% comparado con 2008, una reducción que supone en total más de 90.000 millones de dólares.” La inmensa mayoría corresponde a la búsqueda y explotación de crudo en las pizarras bituminosas de Canadá, una alternativa que, por su complejidad, sólo resulta rentable en situaciones de precio en niveles altos. Además, otros 29 proyectos se han retrasado 18 meses o más.
La falta de inversión se extiende a las refinerías, las energías renovables y la construcción de plantas nucleares o de centrales de ciclo combinado. La AIE resalta “el riesgo de falta de suministro” para 2015 si no se retoman los proyectos. “Esto podría provocar un nuevo aumento de precios, coincidiendo con la probable reactivación de la demanda, lo que impondría una seria restricción al crecimiento mundial.”