La OMI acuerda unos ambiciosos objetivos de reducción de las emisiones de CO2 del transporte marítimo
Alcanzar lo antes posible el pico máximo de las emisiones totales del transporte marítimo internacional y reducirlas al menos en un 50% para 2050 respecto a los niveles de 2008.
Reducir las emisiones de CO2 por unidad de transporte (t x km) del transporte marítimo internacional en promedio al menos en un 40% para 2030 respecto a los niveles de 2008.
A lo largo de esta semana se ha desarrollando en la sede de la Organización Marítima Internacional (OMI) en Londres la 72ª sesión del Comité de Protección del Medio Marino (MEPC72) en cuya agenda había varios asuntos de gran importancia para el sector.
Por su especial relevancia, cabe destacar el acuerdo alcanzado sobre Objetivos de Reducción de las Emisiones de CO2 del transporte marítimo internacional, que incluyen:
Seguir poniendo en marcha fases adicionales del Índice de Eficiencia Energética de Proyecto para seguir mejorando la eficiencia energética de los buques.
Alcanzar lo antes posible el pico máximo de las emisiones totales del transporte marítimo internacional y reducirlas al menos en un 50% para 2050 respecto a los niveles de 2008.
Reducir las emisiones de CO2 por unidad de transporte (t x milla) del transporte marítimo internacional en promedio al menos en un 40% para 2030 respecto a los niveles de 2008.
El apartado 2 va en línea con la propuesta de la Cámara Naviera Internacional (ICS), mientras que algunos Estados habían propuesto objetivos probablemente utópicos, como al menos el 70% para 2050. Por su parte, el apartado 3 es sin duda muy exigente. ICS había propuesto una reducción del 50% de las emisiones por t x milla para 2050. Aquí se habla del 40%, pero para una fecha tan próxima como 2030, para la cual no es previsible que estén en el mercado tecnologías muy diferentes a las actuales.
A pesar de esta elevada exigencia, el sector naviero considera muy positivo que la OMI haya podido adoptar estos acuerdos, porque ello confirma que estos asuntos se van a seguir debatiendo y acordando en la OMI y de este modo se van a evitar medidas unilaterales de la Unión Europea u otros países.
Los objetivos finalmente acordados no satisfacen ni a los Estados que proponían objetivos más ambiciosos ni a los que preferían no comprometer objetivos concretos. Por tanto, se deben considerar como un compromiso y así han sido respaldados por los Estados miembros de la UE y del Pacífico.