La Autoridad Portuaria y los empresarios de Vigo consideran infundada la denuncia ecologista que paraliza nuevamente las obras del muelle del Arenal
El Juzgado de Instrucción número 6 de Vigo ordenó, el pasado 7 de enero, la paralización cautelar de las obras de ampliación del muelle del Arenal en el puerto vigués, ante la denuncia por parte de colectivos ecologistas de que habían iniciado sin disponer de un Plan de Usos aprobado.
“La obra fue tramitada cumpliendo todos los requisitos legales y se adapta a la normativa ambiental vigente”, ha señalado en declaraciones a la prensa la presidenta de la AP de Vigo, Corina Porro, quien ha advertido que el puerto podría perder hasta 37,5 millones de euros de fondos europeos si la obra no se reanuda cuanto antes. “En el año 2010 tenemos que justificar 11 millones de euros y, si no cumplimos este compromiso, podemos perder no sólo esa cantidad, sino también los 37,5 millones asignados al puerto de Vigo para los silos y el muelle del Arenal. El puerto no puede ser competitivo si no se amplía el calado de Arenal hasta los 14,5 m.”
Los presidentes de la Confederación de Empresarios de Pontevedra, de las agrupaciones que operan en el puerto de Vigo (armadores, consignatarios y usuarios) y de la Cámara de Comercio han resaltado, por su parte, el “daño brutal” que supone la paralización de estas obras y recordaron que ya estuvieron paralizadas desde 2002, “hasta que pudieron comenzar 8 años después con una sentencia favorable. Perdimos fondos europeos, capacidad de funcionamiento y decenas de millones de euros.” Asimismo, los empresarios han reclamado un pacto de todas las fuerzas políticas “con el único objetivo de desarrollar el puerto”.
Hace ya dos años, la Comisión Europea se planteó el objetivo, aún no cumplido, de aprobar unas Directrices sobre la aplicación de las normas ambientales a las obras portuarias de tal forma que, garantizándose la protección medioambiental, ésta no se pueda instrumentalizar para bloquear desarrollos portuarios que, como en este caso, resultan cruciales para el desarrollo económico de la zona. Casos como el de Vigo demuestran la necesidad y urgencia de esas Directrices.