La Armada española despliega el patrullero Vigía en el golfo de Guinea
El patrullero de la Armada española Vigía zarpó el pasado 19 de junio de la estación naval de Puntales en Cádiz con destino a la costa occidental africana y golfo de Guinea. Dicho buque formará parte durante los próximos cuatro meses de la misión denominada ‘Despliegue Africano’. Según la Armada, tiene como objetivo, “la vigilancia marítima, la construcción de capacidades de los estados ribereños y el apoyo a la diplomacia de defensa, para mejorar la seguridad marítima regional y reforzar la presencia española”.
El Vigía releva al Buque de Acción marítima (BAM), Furor, que ha estado operando en la zona hasta este mes de junio, para defender los intereses económicos españoles en la región y prevenir ataques piratas a los buques españoles, tanto mercantes como pesqueros. El capitán de corbeta Javier García Monge estará al mando de un equipo de 52 militares entre los que se encuentra la propia dotación del buque y un Equipo Operativo de Seguridad (EOS) entre otros.
La misión también se enmarca en el programa piloto para la ‘Presencia Marítima Coordinada’ (PMC) en la zona del golfo de Guinea. El objetivo de este programa busca promover el intercambio de información sobre seguridad marítima en la región y coordinar la acción de los activos de los Estados miembros de la UE. Además de España, Francia e Italia ya están presentes en la región y respaldan esta iniciativa con sus unidades navales y aéreas. Dinamarca enviará una fragata y un helicóptero Seahawk en noviembre de este año.
A lo largo de los próximos cuatro meses el Vigía llevará a cabo operaciones bilaterales de Seguridad Marítima con diversos países y hará escala en: Praia (Cabo Verde), Lomé (Togo), Lagos (Nigeria), Pointe Noire (Congo), Luanda (Angola), Dakar (Senegal) y Nouadhibou (Mauritania).
En 2020 se registraron un total de 88 ataques piratas en África Occidental, el 45% del total mundial de incidentes de piratería. La situación es especialmente preocupante en el golfo de Guinea, en donde 135 tripulantes de buques mercantes fueron secuestrados, cifra que supone más del 95% de todos los secuestros de marinos registrados en el mundo el pasado año. Los ataques en esta zona son especialmente violentos y se producen a una distancia cada vez mayor de la costa. En 2020 se registró un incidente a 200 millas en alta mar y de media los ataques tuvieron lugar a 60 millas de la costa.