El primero de los dos nuevos buques oceanográficos del Instituto Español de Oceanografía (IEO) se llamará Ramón Margalef

El Instituto Español de Oceanografía (IEO) dentro del plan de renovación de su flota oceanográfica, botará el próximo mes de septiembre un nuevo buque oceanográfico regional, que se llamará Ramón Margalef, en reconocimiento a uno de los creadores de la ecología moderna. En 2010 se botará otro barco, gemelo de este.

El barco, de 46m. eslora y cuyo costo ya equipado es de 19 millones de euros, será uno de los laboratorios flotantes más avanzados de España para la investigación científica, y contará con tecnología puntera para el estudio de geología marina, oceanografía física,
química, biología marina, pesquerías y control medioambiental. El Ramón Margalef será una de las plataformas más avanzadas de España en evaluación de biomasa gracias a su instrumentación acústica. Además está diseñado para emitir un bajo nivel de ruido
radiado para no perturbar la conducta natural de los peces próximos a su actividad. La función del Ramón Margalef será doble, permitiendo realizar tanto investigación pesquera como oceanográfica. El barco estará dotado de modernos sistemas de automatización, que permitirán maniobrar con menos tripulantes y garantizar la máxima seguridad en condiciones adversas. El Ramón Margalef tendrá un gemelo, que también será construido en Vigo y cuya botadura está programada para 2010.

Ramón Margalef, investigador catalán reconocido a nivel mundial por sus trabajos en el ámbito de la ecología, es considerado uno de los principales pilares de la ecología europea y, sin duda, la figura más destacada en España durante la etapa de consolidación de este tipo de estudios. Margalef nació en Barcelona en 1919, ya que su familia, originaria del Priorato, tuvo que emigrar a la ciudad condal tras la plaga de filoxera que acabó con los viñedos de su propiedad. La Guerra Civil truncó sus estudios, pero eso no le impidió continuar investigando, gracias a un microscopio que él mismo construyó y con el que estudió comunidades de algas de agua dulce. Durante la posguerra encontró trabajo como auxiliar administrativo en una empresa de seguros, y fue mensajero del Instituto Botánico de Barcelona, pero pudo licenciarse en Ciencias Naturales gracias a una beca que le consiguieron el secretario del CSIC y un catedrático de zoología, que le permitió tras doctorarse trabajar dentro del propio centro en materia pesquera.

Este científico autodidacta logró cursar en sólo seis once años de estudios, y publicó más de 400 artículos sobre limnología, oceanografía biológica o ecología teórica, entre otros temas, convirtiéndose en uno de los científicos españoles más citados del mundo. En 1966 la Universidad de Chicago le ofreció una plaza de investigador, pero pronto tanto su mujer como investigadores catalanes movieron hilos para crear la primera cátedra de ecología en España; fue para él. Como reconocimiento internacional recibió, en 1984, el Huntsman de Ciencias Marinas, el premio más importante de esta especialidad. Al mismo tiempo, en España le otorgaban el Premio Nacional de Medioambiente. Margalef se jubiló en 1987; sin embargo, siguió acudiendo a su despacho como catedrático emérito de la Universidad de Barcelona hasta poco antes de morir, a los 85 años.

El Instituto Español de Oceanografía (IEO) es un organismo público de investigación (OPI), dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, dedicado a la investigación en ciencias del mar, especialmente en lo relacionado con el conocimiento científico de los océanos, la sostenibilidad de los recursos pesqueros y el medio ambiente marino. El IEO representa a España en la mayoría de los foros científicos y tecnológicos
internacionales relacionados con el mar y sus recursos. Cuenta con una plantilla aproximada de 600 personas y su presupuesto supera los 60 millones de euros. Tiene nueve centros oceanográficos costeros (Vigo, A Coruña, Gijón, Santander, Baleares, Murcia, Málaga, Cádiz y Canarias) una estación de biología pesquera, cinco plantas de experimentación de cultivos marinos, 12 estaciones mareográficas, una estación receptora de imágenes de satélites y una flota compuesta por seis buques oceanográficos, entre los que destaca el Cornide de Saavedra, de 68 metros de eslora.

En la actualidad están en construcción dos nuevos buques de 46 metros de eslora y en proyecto un tercero de 90 metros de eslora.