El Salón de BCN contra la crisis
«Popularizar» la actividad náutica para que deje de ser «elitista» y acercarla al «pueblo» es, en palabras de Luis Conde, presidente del Salón Náutico Internacional de Barcelona, el principal objetivo de la 48 edición de este certamen.
Una edición donde quien toca el tambor, con sones de malos augurios es la crisis económica. Una recesión en la que el segmento que menos la ha sufrido es el de las embarcaciones de eslora media -las que menos han bajado sus ventas durante este año- y de motores eléctricos respetuosos con el medio ambiente.
Luis Conde, que preside el salón por primera vez, explicó ayer que la edición de este año, que contará con dos pabellones de la Fira Gran Vía (el año pasado fueron cinco) y dos muelles en el Port Vell,afrontará la crisis mejor que en 2008 porque las expectativas de futuro son más alentadoras que entonces.
En total, del 7 al 15 de noviembre participarán 380 empresas (un 30% menos que en 2008) en una superficie de 70.000 metros cuadrados (la mitad en la Fira Gran Vía y la otra mitad en el Port Vell), y los visitantes podrán asistir a actividades y conferencias.
El presidente del salón apuntó que el 87% de las embarcaciones matriculadas en lo que llevamos de año son de menos de ocho metros de eslora, frente al 67% del 2008. A juicio de Conde, se trata de una «buena noticia» que, a pesar de que ha bajado el número de matriculaciones y el número de amarres ha crecido sólo un 3% en 2008, el número de titulaciones ha aumentado en 52.000.
Mejor momento de comprar
«Este es el mejor momento para comprar una embarcación" y «al mejor precio de la historia», afirmó Conde de acuerdo con el eslogan del Salón Náutico, «Un mar de oportunidades», por la gran oferta de barcos en remanente.
Para fomentar las ventas, el salón facilitará a los compradore, tanto de embarcaciones como de amarres, una línea de financiación especial, a través de un acuerdo con Deutsche Bank. Los visitantes podrán encontrar embarcaciones desde 15. 000 euros