Botado en Gijón el Eleanor Roosevelt, nuevo fast ferry a GNL de Baleària
Incorpora tecnologías para la optimización de los servicios a bordo y la eficiencia del buque
22/9/2020 - El Eleanor Roosevelt, el nuevo fast ferry propulsado a gas natural licuado (GNL) que Astilleros Armon construye en sus instalaciones de Gijón para Baleària, fue botado el pasado 18 de septiembre. Según dicha naviera, “se trata de un barco pionero a nivel mundial, que ha contado con la participación de destacadas empresas internacionales y ha supuesto una inversión de 90 millones de euros”. Está previsto que este nuevo catamarán empiece a operar el primer trimestre de 2021.
Además de ser uno de los primeros fast ferries del mundo en utilizar GNL como combustible, el Eleanor Roosevelt será también uno de los de mayor eslora, con 123 m, capacidad para 1.200 pasajeros y una bodega para 500 metros lineales de camiones y 250 turismos; o 450 turismos.
Está propulsado por 4 motores duales de Wärtsilä que proporcionan 8.800 kW cada uno y permiten alcanzar una velocidad de servicio de 35 nudos. Los dos depósitos de GNL le otorgan una autonomía de 400 millas, que aumenta hasta las 1.900 millas en el caso de navegación combinada gas/diésel.
Este nuevo buque incorpora una serie de novedades para adaptarse a las exigencias de la crisis sanitaria del COVID-19. “Se ha tenido en cuenta la distancia entre butacas, unos pasillos más amplios y la digitalización, para una mayor seguridad”, ha explicado en la botadura del buque Adolfo Utor, presidente de Baleària.
Entre las innovaciones tecnológicas que se han incorporado, destacan el acceso de los pasajeros mediante un código QR que recibirán vía WhatsApp, con la indicación del número de butaca asignado. También podrán disfrutar de forma gratuita de una plataforma de entretenimiento digital desde sus dispositivos móviles, así como ver a sus mascotas a través de webcams instaladas en las jaulas.
El Eleanor Roosevelt está equipado con un sistema de estabilización en la navegación que reducirá considerablemente el movimiento, así como las vibraciones y ruidos, gracias a una “superestructura flotante” y la utilización de aislamientos de alta tecnología. Así mismo, incorpora sensores que proporcionarán información en tiempo real para optimizar la velocidad y el rumbo en función del estado de la mar, y monitorizarán el consumo de combustible o la eficiencia de los motores. Es el tercer buque de la naviera que incorpora este sistema de monitorización, que forma parte del proyecto de torre de control de Baleària, que usará el análisis de big data para gestionar su flota en aspectos como la seguridad, el mantenimiento preventivo, la eficiencia comercial y las emisiones.
La construcción de este catamarán se inició en diciembre de 2018 en el astillero Armon de Gijón, que ha coordinado este proyecto internacional en el que han participado, entre otros, la consultora de ingeniería naval valenciana, Cotenaval; el astillero australiano Incat Crowther, que se ha encargado del proyecto y la finlandesa Wärtsilä, que ha suministrado los motores, el sistema de propulsión y la planta de gas. El buque está clasificado por Bureau Veritas.