Anfaco denuncia que la marca blanca pone en peligro a las conserveras

Una ecuación que amenaza con cierres y despidos: si a las serias debilidades estructurales de la conserva gallega, como su excesiva atomización, se suma la amenaza de la competencia internacional, el entorno de crisis económica con el estancamiento del consumo, y la eclosión de marcas blancas, el resultado es un "grave peligro" para la supervivencia y viabilidad del sector.

La voz alarma fue dada ayer en la sede de Anfaco en Vigo por el secretario general de la organización, Juan Manuel Vieites, quien tras dirigir duras críticas a la ex conselleira de Pesca Carmen Gallego, por dejarles "desamparados" al no desarrollar el plan estratégico y por negar ayudas a empresas por un afán de "revancha" como consecuencia de las diferencias con la Xunta, apuntó la urgencia de poner en marcha acciones que permitan el cese voluntario de la actividad empresarial y que propicien la concentración de firmas.

Al señalar que el escenario de la conserva está marcado por un exceso de capacidad de producción del 25%, indicó la necesidad de "ajustar plantillas".

En un entorno donde las conservas de atún y mejillón son las que mejor resisten a la caída del consumo en el primer trimestre de 2009, Vieites, explicó que la situación de las conserveras se complica aún más por la estrategia de las grandes cadenas comerciales a favor de las marcas blancas en detrimento de las del fabricante, con lo que se rebajan sustancialmente los ingresos.

Insistió en la "preocupación" de los conserveros por la presión para que los productos lleven la identificación del distribuidor en vez de la del fabricante "porque incide directamente en la rentabilidad de las empresas". Asegura que se ha constatado una caída progresiva de los precios, que cifra en un 4%.