Nota de Prensa del CN Mahón: Los usuarios del puerto de Ibiza Nueva ya pagan las consecuencias del modelo de gestión de Trapsa Yates
14 junio 2008 08:08:36
Los amarristas del puerto pitiuso denuncian el aumento “abusivo e ilegal” de las tarifas, que en algunos casos se han “muliplicado por seis” >> El Club Marítimo de Mahón advierte de que los elevados cánones que ofrecen algunas marinas en los concursos públicos se repercuten en las tarifas de las embarcaciones transeúntes >> Los clubes náuticos son los únicos que, hoy por hoy, pueden garantizar el acceso al mar de las economías modestas
MAHÓN, 13 DE JUNIO DE 2008.- Los nuevos gestores del puerto Ibiza Nueva, cuya explotación ha sido otorgada recientemente por la Autoridad Portuaria a la empresa Semar S.L. (participada por Sercomisa, Grupo Alonso Marí y Trapsa Yates), están aplicando subidas de tarifas que en algunos casos “multiplican por seis” las del anterior concesionario, según han denunciado en un medio de comunicación local (Diario de Ibiza) un grupo de 200 usuarios de esta instalación.
El Club Marítimo de Mahón considera que esta información es una muestra evidente de las consecuencias que traería el modelo de gestión propuesto por
Trapsa Yates en el caso, nada deseable para el interés publico, de que su proyecto resultase elegido para la explotación del Muelle de Levante.
Los hechos acaecidos en Ibiza contradicen de forma tozuda las palabras del consejero delegado de Trapsa Yates, José Manuel Dominguez, quien aseguró que su empresa mantendría “tarifas sociales” y promocionaría la actividad deportiva si resultara elegida por la Autoridad Portuaria para gestionar los amarres que actualmente ofrece el Marítimo de Mahón. ¿Por qué se supone que Trapsa y sus socios harán en Mahón lo que no hacen en Ibiza?
Como ya informó el Club Marítimo, ni una sola de las múltiples concesiones que disfruta actualmente Trapsa Yates ofrece actividad deportiva. El caso de Ibiza confirma que tampoco aplica tarifas sociales.
Cabe recordar que Semar obtuvo la concesión de Ibiza Nueva tras ofertar un canon anual de cerca de 5 millones de euros. Todo apunta a que la empresa ha aumentado los precios “de forma abusiva”, según el grupo de 200 amarristas, para empezar a amortizar esa gran inversión, a pesar de que el contrato de explotación definitivo aún no se ha hecho efectivo (le ha sido otorgado de momento un permiso de ocupación temporal) y aún “no ha realizado mejoras en el puerto”.
El Club Marítimo de Mahón ya advirtió de que los cánones a veces desmesurados que ofrecen algunas marinas se repercuten, principalmente, en el precio de los amarres. En Ibiza sólo han hecho falta unas pocas semanas de gestión para que Trapsa muestre cuál es su verdadera cara, que en Menorca trata de ocultar mediante ofrecimientos y promesas que carecen de precedentes y, por tanto, de credibilidad.
El modelo que tratan de implantar algunos grandes grupos empresariales, como Marsans, en los puertos dependientes del Estado no afecta sólo a la náutica social, que es literalmete barrida de muchas concesiones, sino también al turismo y a la industria náutica complementaria. Y así lo corrobora el que varios armadores de yates de gran eslora hayan decidido marcharse de Ibiza Nueva a otros destinos ante el enorme incremento de los precios. Estos barcos generan un gran volumen de negocio en las empresas del puerto, que ya han mostrado su alarma por la escalada de precios de las tarifas.
En definitiva, el Club Marítimo de Mahón desea dejar constancia, una vez más, de su voluntad de que la Autoridad Portuaria de Baleares interponga el interés público y social por encima del estrictamente recaudatorio al resolver el concurso del Muelle de Levante, donde la histórica entidad menorquina lleva décadas demostrando que posee un alto nivel de eficacia y eficiencia en la gestión portuaria sin ser parte en ningún conflicto como el que Trapsa Yates ha destadado en Ibiza en apenas unas semamas.
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