El Real Club Marítimo del Abra lamenta el tercer atentado cometido contra su sede

Javier Chávarri, Presidente del RCMS-RSC ha señalado en declaraciones que la Ertzaintza aún no les ha dejado entrar el edificio, porque los artificieros están en su interior recabando pruebas, pero les ha comunicado que la primera y tercera plantas están 'reventadas', mientras que la segunda presenta menos daños.
Chávarri, que ha recibido muestras de solidaridad y apoyo de numerosos colectivos y partidos políticos, ha señalado que aunque el club alquile sus salones para eventos como bodas o encuentros empresariales, es una sociedad deportiva que se dedica a los barcos y actividades de la mar.
En el garaje del club getxotarra, que cuenta con 2.900 socios, permanecen todavía algunos coches, cuyos propietarios no han podido entrar al recinto a comprobar los daños, ha relatado el presidente del club.
La explosión de la furgoneta-bomba ha roto todas las cristaleras del edificio del club y ha afectado también a los comercios y viviendas del otro lado del Paseo de Zugazarte.
Al parecer, la onda expansiva se ha dirigido hacia el centro de Las Arenas, ya que los barcos amarrados en los pantanales del puerto apenas presentan daños.
Está previsto que a lo largo de la mañana visiten el lugar de la explosión el diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao; y el alcalde de Getxo, Imanol Landa.

El mes pasado este club fue elegido por el Desafío Español para ser el que firmara el reto por la Copa del América en representación de todos los miembros de la Asociación Española de Clubes Náuticos.
Fundado hace 110 años, el Marítimo del Abra fue seleccionado para este fin por ser el primero, por orden alfabético, de los clubes que integran la asociación española, además de ser el club representativo de Bilbao, ciudad en la que tiene su sede social el principal patrocinador del Desafío Español, la compañía eléctrica Iberdrola.
El Club Marítimo del Abra tiene sus instalaciones en el puerto de Las Arenas, en Getxo (Vizcaya), y ha sufrido tres atentados terroristas en su historia, en uno de los cuales, en los años 70, su antiguo edificio de madera ardió por completo.