EL GALLARDETE AZUL por Felipe Mª. Hormaechea Sánchez
El ser el buque de pasajeros mas rápido en la travesía del Atlántico ha conllevado “lucir” en el tope del palo del barco que lo conseguía, una cinta, o mas propiamente dicho, un gallardete azul que lo acreditaba como el mas rápido en ese momento.
No hay una constancia clara del comienzo de esta costumbre. Las mayoría de las fuentes, establecen como inicio de la misma 1.838, año en que comenzó la propulsión mecánica en los buques con la travesía del Sirius. Anteriormente, en los años de la navegación a vela, las derrotas y velocidades de los buques, eran totalmente variables e impredecibles, pues los vientos, caprichosos e impredecibles, soplan en cada momento de diferente manera. Eso significaba, la imposibilidad de establecer unos parámetros de comparación más o menos homogéneos.
El primer barco de vapor construido ex profeso para la travesía del Atlántico, fue el “Great Wenstern, barco mixto de vela y vapor. Utilizaba ruedas de paletas y desplazaba el “ingente” tonelaje de 2.340 toneladas.
Pero la real competencia en velocidad a la hora de cruzar este océano, comenzó cuando Samuel Cunard obtiene la concesión para el trasporte del correo real entre Inglaterra y Estados Unidos, allá por el año 1.840, subvencionándose la ruta. Su primer barco fue el Britannia, el cual en su 1º viaje transportó 12 pasajeros y tardo unos 10 en completar la ruta. A su vez, los americanos se incorporaron a la ruta y comenzó el “pique” y las apuestas. Pero por aquellas fechas, Cunard renunció a la competición. No estaba maduro el tema de la velocidad de los buques.
Para el año 1.860, ya parece que se establece de facto la competición. Competición que nunca tuvo unas reglas escritas ni ningún premio en metálico. Solo el privilegio de ondear el “gallardete azul”.Este año fue también el año de botadura del último barco de ruedas de paletas, el Scotia. Este mantuvo el record durante los años comprendidos entre 1.862 y 1.876.
Poco a poco al aumentar el tráfico Atlántico, la “cinta azul”, comenzó a tomar una gran importancia, pues aunque no hubiese una recompensa económica directa para las compañías navieras, estas se beneficiaban enormemente, pues crecía su prestigio por contar con el barco mas rápido y por ende, aumentaba el número de clientes deseosos de navegar en el mas veloz de los buques. Paralelamente, esta competencia, se trasladó a los países constructores de los buques, pues representaba en cierta forma, la capacidad tecnológica del mismo y por tanto un enaltecimiento del orgullo patrio. Cuatro han sido los países en esta en esta competencia: Inglaterra, Alemania, Francia y Estados Unidos.
A finales del siglo XIX, este viaje trasatlántico, comenzó a ser “el viaje de los viajes”; es decir, el exponente del lujo y el glamour. Los barcos se convirtieron en todo un derroche de lujo y ostentosidad para los pasajeros de 1ª clase y la utilización de las turbinas de vapor hizo de ellos verdaderos “galgos del mar”.Pero no olvidemos a los miles y miles de emigrantes que en esos mismos barcos viajaban. Lo hacían en zonas totalmente diferenciadas y no gozando precisamente de lujos
En las primeras décadas del siglo XX, se mantuvo e incluso se incrementó el lujo, construyéndose barcos cada vez más grandes, más rápidos y en teoría más seguros. Había nacido la radiotelegrafía (TSH) y ya parecía que el hombre había ganado la batalla a la mar. Sin embargo el 15 de abril de 1912, el Titanic, segundo de una saga de tres barcos “gafados”, Olimpic, Titanic y Britannic, se fue al fondo del mar, recordándonos que la mar sigue siendo y será, tanto nuestra mejor compañera, como nuestro peor enemigo.
Fue en 1.935, cuando un ingeniero y naviero ingles, Sir Harold Hayes, estableció un premio, “The Hayes Trophy”, para el buque de pasaje más rápido en cruzar el Atlántico,como estímulo al desarrollo tecnológico en la construcción naval. Se premiaba y premia, pues todavía está vigente al barco que en cualquiera de las rutas que unen America y Europa del Norte, mantenga una velocidad media mas elevada durante el trayecto. Anteriormente, solo se tomaba en consideración, la ruta que partía de las costas de Irlanda hasta Nueva York. El premio consiste en el privilegio de lucir la cinta azul y en un trofeo.
Con el decaimiento del tráfico marítimo a favor del aéreo, esta competición ha caído en el olvido. El último “gran barco” que la ganó, fue el United Status. Con posterioridad, embarcaciones de alta velocidad tipo catamarán, han establecido nuevos records, los no son comparables para nada, pues se trata de catamaranes de muy alta tecnología y de dimensiones reducidas, en comparación a los grandes “Linners”.
Las tablas siguientes, contienen de una forma cronológica la evolución de este record. Se establecían de forma diferenciada, tanto en sentido Este-Oeste, como a la inversa. No figuran la totalidad de los barcos en los ha ondeado “El Gallardete Azul”. Nos sirven para relacionar los incrementos de velocidad con el paso del tiempo y comprobar, cuan difícil ha sido “ganar velocidad” en la travesía del Atlántico.
+--------------------------------------------------+ +--------------------------------------------------+ | Sentido este | |--------------------------------------------------| | Buque | Fecha | Tiempo | Veloci| |--------------------------------------------------| | Great Western | 8/7/1838 | 12 16 34 | 10.98 | | Canada | 28/7/1949 | 8 12 44 | 12.38 | | Persia | 15/8/1856 | 8 23 19 | 14.15 | | City of Brussels | 12/12/1869 | 7 20 33 | 14.74 | | Arizona | 28/7/1879 | 7 08 11 | 15.96 | | City of Paris | 22/5/1889 | 6 00 29 | 20.03 | | Kaiser Wilhelm | 29/11/1897 | 5 17 23 | 22.33 | | Mauretania | 21/7/1909 | 4 17 21 | 25.88 | | Bremen | 1/8/1929 | 1 14 30 | 27.91 | | Queen Mary | 14/8/1938 | 3 20 42 | 31.69 | | United States | 7/7/1952 | 3 10 40 | 35.59 | | Cat-Link V | 20/7/1998 | 2 20 09 | 41.28 |