La aplicación retroactiva de Costas discrimina al Levante
Varapalo europeo al desarrollo sostenible que preconiza el Consell.
Las Canarias, Comunidad Valenciana, así como algunos casos en Murcia como Águilas o zonas de La Manga, son los principales focos de polémica sobre la construcción en zonas de litoral. Existen dos ámbitos básicos en la problemática: la aplicación retroactiva de la Ley de Costas, de la que se demanda una renovación, y los proyectos urbanísticos posteriores que la Unión Europea ha criticado recientemente en el Informe Auken y que se han cebado con la zona centro-sur del Levante español.
Los polémicos deslindes
La situación en la que se encuentran los afectados por la Ley de Costas es mala, según José Ortega, abogado de la plataforma Nacional de Afectados por la Ley de Costas. “Lo que hay es mucha incertidumbre porque, aunque debía de estar todo claro arreglo a la ley, el Gobierno en el 99,9% de los casos ni derriba ni da las concesiones. Ellos crean el problema ampliando la zona de deslinde y no saben cómo resolverlo. La situación más que de temor ante un derribo, es de incertidumbre e indefensión jurídica. Algo que honestamente creo que no tiene precedentes en la historia de España ya que hay miles de personas que no saben qué derechos tienen”.
En el caso concreto de Murcia, esta región tiene la mayoría de costas deslindadas. Sin embargo, al gobierno local se le critica el modelo de construcción en la costa, parecido al de sus vecinos en la Comunidad Valenciana.
La modificación a la Ley de Costas está pendiente de revisión en el Congreso y, en alguna que otra ocasión, Ortega ya ha manifestado que tardará un par de años su aprobación. Aún así, los representantes del Ministerio de Medio Ambiente se han mostrado receptivos a estudiar las cuestiones planteadas por dicha plataforma, ya que sus iniciativas no son contra la propia ley, sino contra una aplicación inadecuada de la misma. Algo en lo que todas las partes coinciden es en que una ley de ese calado es necesaria para garantizar el cáracter público de las costas españolas.
¿Urbanismo desaforado?
Ha sido criticado en innumerables ocasiones y por diferentes flancos, pero el urbanismo levantino ha traído consigo gran riqueza turística y económica, y algún que otro ‘pelotazo’.
El crecimiento del suelo sellado en la costa valenciana en la franja de los primeros 500 metros (a partir de la línea de dominio público marítimo-terrestre) es del 8%. En concreto, ha pasado de 9.801 hectáreas a 10.701, según datos de la Conselleria. Esto significa que el crecimiento del suelo sellado en el litoral ha sido tres veces menor al del conjunto del territorio. Por su parte, en Cataluña de los 627 Km de costa, el 46,6% ya están construidos mientras que el resto están protegidos en su práctica totalidad desde hace poco más de cuatro años. Todo ello gracias al Plan Director Urbanístico del Sistema Costero.
Mientras, desde la Conselleria de Medio Ambiente de la Comunidad Valenciana minimizan estas cuestiones. La directora general de Territorio y Paisaje, Arantxa Muñoz, hace un balance favorable de las actuaciones urbanísticas llevadas a cabo en el territorio levantino, a pesar de haber sido calificadas de “desastrosas para el medio ambiente” por la Unión Europea en repetidas ocasiones.
Murcia y la Comunidad Valenciana no son las únicas comunidades que han presentado un gran crecimiento urbanístico en la zona litoral en los últimos años. Por ejemplo, en Asturias la construcción costera aumentó un 40% en cinco años, cifras similares a la de estas dos polémicas regiones.
Ante las críticas europeas, tanto socialistas como populares se acusan mutuamente, siendo la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia el parapeto tras el que otras comunidades autónomas esconden también un urbanismo salvaje.