Equipos de Protección Individual para mujeresmarinos ¿Son adecuados a su objetivo?
CHIRP Maritime considera que el tema de los EPIs específicos para mujeres es relevante en nuestrosector y merece un debate más profundo
Hace poco, CHIRP Maritime recibió una solicitud de una parte importante del sector marítimo para comentar y opinar sobre la idoneidad y disponibilidad de Equipos de Protección Individual (EPI) para las mujeres marinos y si son adecuados a este objetivo.
Históricamente, los marinos han sido predominantemente hombres. Respecto a las preocupaciones sobre la adecuación de los EPIs, el reducido número de mujeres marinos ha sido ignorado durante mucho tiempo. Desde el punto de vista de la mujer, CHIRP Maritime está seguro de que muchos marinos han experimentado el uso de EPIs inadecuados en algún momento de su carrera, son solo unos pocos a los que las prendas y equipos se les adaptan correctamente el 100% de los casos. En un sector que se promociona a sí mismo como extremadamente concienciado con la seguridad, esto es algo incongruente.
Sin embargo, los tiempos han cambiado considerablemente.
Hoy día hay muchas más mujeres en la mar, particularmente debido a la inmensa expansión del sector de los buques de crucero, pero también en todos los departamentos de cualquiera de los sectores marítimos. No es extraño encontrar mujeres que trabajan como oficiales de cubierta o maquinistas y el sector offshore cuenta con un número considerable de mujeres no solo marinos sino también participando en diversos puestos en un proyecto, y todas ellas necesitan EPIs.
ENCUESTA SOBRE LOS EQUIPOS DE PROTECCIÓN INDIVIDUAL
Por tanto, CHIRP Maritime considera que el tema de los EPIs específicos para mujeres es relevante en nuestro sector y merece un debate más profundo.
Con ese fin, hicimos una pequeña encuesta a las mujeres marinos para conocer su opinión. La respuesta inicial nos cogió por sorpresa, ya que el número de respuestas aumentaba a medida que la encuesta se extendía.
La encuesta se basaba en los siguientes puntos:
• El pie de una mujer es normalmente más pequeño y estrecho que el de un hombre por lo que, aunque una talla pequeña de un zapato de hombre tenga el largo correcto, seguirá siendo demasiado ancho.
• La cara de una mujer por lo general es más estrecha y pequeña que la de un hombre por lo que una protección para los ojos hecha para hombres dejará espacios que permitan la entrada de partículas.
• La media de las mujeres tiene dedos más cortos y finos y la palma de la mano más pequeña que los hombres, por lo que un guante diseñado para hombres, incluso de una talla pequeña quedaría suelta y habría riesgo de atrapamiento.
• La protección frente a tropiezos y caídas no se previene adecuadamente con arneses de seguridad de tallas inapropiadas, que pueden obstaculizar los movimientos y la manera de trabajar de forma segura.
• Una mujer que lleve un casco diseñado para un hombre corre el riesgo de que su visión se vea obstaculizada si el casco resbala sobre sus ojos.
• Una mujer que no encuentra unos EPIs adecuados y cómodos es más propensa a no utilizarlos,lo que la pondría en grave riesgo de lesión.
CHIRP Maritime cree que estas preocupaciones han sido ignoradas durante mucho tiempo y este problema nunca se ha analizado seriamente. Como ejemplo, todos somos conscientes de que la forma de la cara de una mujer y de un hombre son diferentes, pero esto nunca se ha tenido en cuenta en la seguridad en ningún sentido, nunca se ha considerado que las gafas de seguridad se fabriquen con diferentes formas y tallas para hombres y mujeres.
¿Las compañías armadoras pueden decir sinceramente que sus departamentos de compras tienen esto en cuenta?
Por tanto, los puntos planteados parecen tener sentido y añadir más peso al argumento de que muchos de los EPIs suministrados a los buques son inadecuados para las mujeres. Un reciente informe que nos ha llegado hacía referencia a que todas las botas del equipo de bomberos eran de las tallas 45 y 46. Aunque la mayoría de los hombres no utilizan estas tallas, pueden arreglarse con botas ligeramente grandes. Sin embargo, como los pies de las mujeres suelen ser considerablemente más pequeños, unas botas tan grandes se convierten en una incomodidad cuando no un estorbo peligroso para el trabajo y, por tanto, las excluyen del equipo de bomberos o acaban utilizando zapatos inapropiados.
Habiendo decidido hacer la encuesta, CHIRP Maritime desarrolló una serie de preguntas basadas en los criterios mencionados anteriormente y luego se plantearon a mujeres marinos para cotejar las respuestas y buscar tendencias.
Estas fueron las preguntas:
1. ¿Actualmente cuenta con unos EPIs correctos y de una talla adecuada: mono, zapatos/botas, guantes, gafas, casco?
2. Si la respuesta anterior es sí, ¿fueron suministrados por la empresa que la contrató o los consiguió por tu cuenta?
3. ¿Alguna vez ha navegado en un buque en el que no se dispusiera de EPIs adecuados o de una talla correcta para usted?, si es así, ¿cómo se resolvió el problema?
4. ¿Alguna vez ha considerado que se encontraba en peligro por la falta o la inadecuación de los EPIs a bordo de un buque?
5. Agradeceríamos cualquier otro comentario u opinión que usted, sus compañeros o red de contactos quieran proporcionarnos sobre este tema.
Toda respuesta se reflejará de forma anónima en cualquier documento que CHIRP presente.
RESPUESTAS A LA ENCUESTA
Las respuestas que recibimos de las mujeres marinos fueron muy interesantes. Rápidamente se puso de manifiesto que hay, de hecho, un problema con los EPIs.
Una vez el proceso comenzó, rápidamente fue ganando fuerza ya que el tema comenzó a ser debatido a lo largo de todo el sector. Entonces aparecieron otras cuestiones que, aunque no estaban
relacionadas con la calidad o el suministro de los EPIs, eran también relevantes, en particular las instalaciones de los vestuarios.
Lo que ahora parece obvio, pocas veces se había tratado seriamente. Aunque en muchos cruceros y en modernos buques offshore existen vestuarios separados, en general no se dispone de vestuarios separados para mujeres, lo que produce situaciones potencialmente embarazosas para todas las partes.
Aunque este problema concreto está fuera del objeto de este documento, es importante mencionar que se ha detectado el problema y que puede que merezca la pena hacer un estudio más amplio en el futuro.
Un breve ejemplo de algunas de las respuestas a nuestra encuesta se muestra a continuación. Se presentan de forma anónima para dar ejemplos de temas relevantes:
Encuestada A:
Soy una mujer marinero de cubierta y responderé a sus preguntas relacionadas con los EPIs:
1. Los pantalones, camisas, monos, abrigos y polares están diseñados para hombres, por lo que diría “No, no me han suministrado la talla correcta de mi uniforme”. Los pantalones son largos, anchos e incómodos (incluso con cinturón).Podría usar la mía como camisón, ya que casi me llega hasta las rodillas. Y lo mismo ocurre con el abrigo. Afecta a mi trabajo, ya que todo me queda grande y tengo que esforzarme para andar y hacer mi trabajo. Lo único que me queda bien de los EPIs son las botas con punta de acero y el casco.
2. Yo misma me compré camisas y pantalones de trabajo de colores muy parecidos y en mi chaqueta de alta visibilidad coloqué un pin de seguridad, así no es demasiado ancho y no se queda atrapado en la maquinaria. También me compré guantes pequeños.
3. Me proporcionaron la ropa de hombre de la talla más pequeña, pero al ser una mujer bajita todo lo que me dieron me quedaba grande. Me dijeron que usara un cinturón para el pantalón y que encontrara un sastre para ajustarme el abrigo (lo que no hice, porque no creo que deba pagar para que me ajusten mi uniforme).
4. No había ningún equipo de emergencia disponible para personas bajitas o mujeres. ¡Por ejemplo un equipo de seguridad contra incendios! Si hubiese algún hombre con la talla XXL sí tendrían chaquetas y pantalones especiales contra incendios disponibles en el buque, así como botas de la talla 47. La talla más pequeña que se puede encontrar en el armario de seguridad es la 44. Yo uso una talla 38 de zapatos. Si hubiera un incendio a bordo, tendría que hacer un gran esfuerzo en un traje contra incendios XXL de hombre y con unas botas de la talla 46. ¡No espero que haya mi talla exacta, pero creo que se deberían tener disponible trajes de tallas más pequeñas en los buques!
Encuestada B:
Pasé 11 años en la mar como capitana antes de volver al trabajo en tierra.
1. Dispongo de la talla correcta de zapatos, botas, protección para los ojos y casco, pero no tengo la talla adecuada de guantes ni del mono. El EPI me lo proporcionó mi compañía.
2. He estado a bordo de buques que no disponían de tallas adecuadas de los EPIs. Cambiaron las obligaciones de la tripulación, de forma que yo tenía que cubrir puestos en los que sí había EPIs disponibles. Los EPIs se pidieron y llegaron en 3 semanas.
3. Sí, considero que he estado en peligro. Los EPIs están diseñados para la forma del cuerpo de hombre y para que la ropa me quedara bien tenía utilizar tallas diferentes de cada prenda.
Esto quiere decir que hay grandes cantidades de tela sobrante en sitios donde hay peligro de que se enganche. Los guantes pueden ser un gran problema ya que las tallas son para manos más grandes y puedes llegar a sentirte como un payaso intentando utilizarlos y, en la mayoría de
los casos, no se utilizan, porque son más un peligro que otra cosa. Las botas de seguridad normalmente no conllevan tantos problemas, pero las de los equipos contra incendios son complicadas ya que solo suele haber ‘tallas únicas’ a bordo y normalmente no hay tallas pequeñas.
Esto significa que cuando las llevas te sientes como un payaso y es muy complicado moverse de forma eficiente.
Encuestada C:
Primer oficial en servicio.
1. Yo misma tuve que buscar parte de mis EPIs para que me quedaran bien (parte del coste me fue devuelto por mi compañía). Me compré las botas y unas gafas de seguridad graduadas.
2. Intenté traerme mis propios EPIs del buque anterior.
La mayoría de los EPIs los proporciona la compañía y, aunque hay varias tallas, no me quedan bien. El mayor problema es el mono y la chaqueta de alta visibilidad. Son muy voluminosos y se enganchan. Tengo que remangarme las mangas etc. Algunos capitanes aceptan de buen grado que la tripulación se compre cosas por el camino si nada de lo que hay a bordo es adecuado.
3. No hay riego como tal con el EPI de todos los días, pero sí me han hecho sentir menospreciada al pedir determinados EPIs que me quedaran bien. Algunos oficiales dicen que es estúpido comprar EPIs de todas las tallas para llevar a bordo, por ejemplo, monos resistentes al fuego.
Pero los necesito y los que hay son demasiado grandes. También los trajes contra incendios son muy grandes. Si realmente tuviera que hacer frente a un incendio tendría que luchar contra el gran tamaño del traje y de las botas. Me gustaría disponer de mi propio presupuesto para comprar EPIs que cuidaría y me llevaría de un buque a otro. La compañía está intentando mejorar los EPIs y han contratado a una nueva empresa suministradora, pero no disponen de muchos EPIs para mujeres. Me hacen sentir rara por preguntar. Se están dando pasos en el buen camino, pero aún hay mucho por hacer.
Estos son solo unos ejemplos de las 40 respuestas, y les estamos muy agradecidos por tomar parte en esta encuesta, de la que hemos sacado las siguientes conclusiones:
Las encuestadas iban desde marineras de cubierta hasta capitanas, maquinistas, una Directora de una compañía de ferries (anteriormente capitana) y una inspectora de la Agencia Marítima y de Guardacostas de Reino Unido (anteriormente capitana).
Sin excepción, todas han tenido problemas con la disponibilidad o adecuación de EPIs de tamaños correctos.
La mayoría sienten que se han puesto potencialmente en riesgo, por usar una talla incorrecta de trajes contra incendios, botas y guantes.
La mayoría llevan consigo prendas que se han proporcionado a sí mismas cuando van a otro
buque. La actitud frente a esta necesidad va desde el pragmatismo hasta el resentimiento. Una considerable minoría hace referencia a parecer estúpida o un payaso y sentirse estúpida con EPIs grandes.
La gran mayoría están razonablemente contentas con los cascos y gafas de seguridad proporcionadas, aunque una de las encuestadas comentó que no fue capaz de conseguir sellar su máscara antigás.
Hay mayores problemas con las botas, los guantes y los monos. Las encuestadas destacaron que por la tela sobrante o el volumen corren el riesgo de engancharse o quedar atrapados en la maquinaria o en los cabos. Las botas muy grandes pueden producir resbalones y tropiezos.
Las encuestadas son conscientes y critican la incomodidad de los EPIs. No tenemos ninguna prueba de la opinión de los hombres marinos sobre esta cuestión, pero tampoco se les ha preguntado nunca. Sin embargo, es cierto que los EPIs están diseñados para el físico estándar de un hombre.
Desde luego, no hace tanto que se esperaba que muchos marinos se consiguieran sus propios EPIs, y esta cultura todavía permanece en algunos casos.
Una vez que se empezaron a acumular resultados de la encuesta resultó evidente que hay un problema, que plantea la cuestión de ¿cómo resolverlo?
Aunque es obvio que hay que disponer de EPIs adecuados, ¿es razonable esperar que la compañía proporcione en todos los buques una amplia gama de EPIs de todas las formas y tallas?
Seguramente también hay muchos marinos hombres que han experimentado el que el EPI no se adapta a ellos, pero parece haber un gran vacío a la hora de determinar el criterio de inadaptación entre géneros. Esto se vuelve incluso más importante cuando esta inadaptación se convierte en inseguridad.
CONCLUSIÓN
En conclusión, CHIRP Maritime considera que hay claramente un problema que se debe reconocer como tal y resolver por las compañías armadoras si se quiere que las mujeres sean respetadas y tratadas como iguales en sus lugares de trabajo.
La Maritime and Costguard Agency ha actualizado recientemente su Aviso M1870 con la Enmienda 1, que contiene normas de seguridad actualizadas.
Cabe destacar que se requiere a las compañías empleadoras que garanticen el suministro de EPIs adecuados a sus trabajadores cuando están en situaciones de riesgo al llevar a cabo tareas peligrosas.
¡No es de extrañar que en ninguna norma ni aviso de navegación mencione que los EPIs pueden aumentar el riesgo!
El Código de Prácticas de Trabajo Seguras dedica un capítulo entero a los EPIs, uno de cuyos apartados se copia a continuación:
Un EPI adecuado debe:
• Ser apropiado para los riesgos implicados y para que la tarea se lleve a cabo sin que en sí mismo entrañe ningún aumento del riesgo;
• Adaptarse al marino correctamente tras llevar a cabo cualquier ajuste necesario;
• Tener en cuenta requisitos ergonómicos y el estado de salud del marino y
• Ser compatible con cualquier otro equipo que el marino tenga que usar a la vez, de forma que siga siendo eficaz frente al riego.
Una búsqueda rápida en internet revela que hay muchos fabricantes de EPIs para mujeres. Todos ellos cumplen las normas ISO (aunque no lleven los logos de las compañías en los cascos o monos).
Por tanto, hay equipos adecuados disponibles en el mercado. El objetivo es aumentar la concienciación para que estén disponibles a bordo de los buques mercantes.