El Salón Náutico de Palma comienza hoy con 140 expositores y más de 300 empresas
El Salón Náutico Internacional de Palma, en su edición número 27, comienza hoy con 140 expositores, 180 embarcaciones para visitar y 315 empresas participantes de más de una veintena de países.
El salón pierde superficie, y pasa de los 64.100 metros cuadrados disponibles a los 2009 a los 51.300 de este año, pero los organizadores no se desaniman y se muestran convencidos de que el balance será positivo y habrá ventas.
"Hay menos superficie, pero más calidad, los visitantes podrán ver lo que marca vanguardia en la náutica", aseguraba ayer el director del evento, Chema Sans. Según él, el año "ha sido complicado" porque la crisis económica también llega al sector náutico, pero el año pasado ya fue complejo, recordó, y aún así "el salón sigue aguantando magníficamente la situación".
La crisis económica se nota este año en que las subvenciones que la conselleria de Comercio, Industria y Energía otorgaba a los expositores se han reducido del 50 al 35% del coste. Aunque las subvenciones sean menores, señaló Sans, un 90% de las empresas que participaron el año pasado han repetido este, lo que demuestra además que "el Salón funciona". El director de la muestra indicó que se está estudiando que haya bonificaciones para las ventas de los barcos.
Y es que a pesar de la crisis se siguen vendiendo barcos. Aunque es difícil calcular si ha descendido el precio de las embarcaciones y cuánto, Sans aseguró que es "un buen momento para comprar un barco porque hay stock, no hay que esperar a los astilleros para que llegue y además hay más tolerancia para negociar el precio".
El sector de los "súper yates" (de más de 5 millones de euros) y el de los veleros se mantienen mejor a flote en estos tiempos de adversidad económica. La vela aguanta el tirón con más dignidad que las motoras. Los veleros se venden mejor porque "son más económicos de comprar y utilizan menos combustible". Los barcos de vela siguen siendo minoritarios (representan el 30% del mercado) pero comienzan a ganar terreno a las motoras. En el Salón también se nota y en este edición la presencia de veleros en exposición ha aumentado hasta el 30% mientras el año pasado era del 20%.
Como novedades del Salón de este año, su responsable destacó la homologación de las instalaciones, que cuentan este año con más medidas de seguridad para el visitante además de haberse suprimido las barreras arquitectónicas. También se han renovado los pantalanes flotantes. Asimismo, prosiguió Sans, hay marcas nuevas en este edición además de una colaboración con la Federación Balear de Vela que se traduce en una escuela de vela para niños y una "guardería náutica". Además se organizarán regatas de J80. El evento también acogerá distintas ponencias sobre el sector náutico.