Crecieron los secuestros en la mar en 2016 pese al descenso global de la piratería
El número de marinos secuestrados en 2016 en la mar fue el más alto de los últimos 10 años a pesar de que, en términos generales, el número de ataques piratas descendió al nivel más bajo desde 1998. Así se desprende del informe anual de la Oficina Marítima (IMB) de la Cámara de Comercio Internacional, que se ha presentado esta semana y que se puede solicitar de forma gratuita en el siguiente enlace.
Según este informe, a lo largo del año pasado se contabilizaron 191 incidentes de piratería y robo a mano armada en los mares del mundo. Del total de estos incidentes, 150 fueron abordajes a buques y embarcaciones, en otros 12 los buques recibieron disparos, 7 fueron secuestros y 22 ataques fueron frustrados. El número de marinos tomados como rehenes cayó a 151, de los que en 62 casos se pidió un rescate por su liberación. De estas 62 personas poco más de la mitad fueron secuestradas en las costas de África Occidental, mientras que 28 lo fueron en remolcadores, barcazas, pesqueros y, más recientemente, en buques mercantes, en aguas de Malasia e Indonesia. Por el contrario el número de buques secuestrados se triplicó.
“El continuado descenso de los incidentes de piratería es una buena noticia, aunque ciertas rutas todavía siguen siendo peligrosas y el aumento de los secuestros de tripulantes es una tendencia preocupante en alguna zonas, especialmente el mar de Joló entre Malasia oriental y Filipinas”, declaró Pottengla Mukundan, Director del IMB, que lleva haciendo seguimiento de la piratería en el mundo desde 1991.
En la zona del mar de Joló se ha registrado un aumento notable de los ataques. En el último trimestre de 2016, 12 tripulantes fueron secuestrados de dos buques mercantes que se encontraban navegando y de un pesquero anclado en dicha zona. También en noviembre, un granelero recibió disparos aunque los piratas no pudieron abordarlo. A principios de 2016, varios tripulantes habían sido secuestrados en 3 ataques contra remolcadores y barcazas. A raíz de este aumento de los ataques en la zona, el IMB aconseja a los navieros que consideren la posibilidad de evitar el mar de Joló y buscar rutas alternativas.
Por su parte, los incidentes en Indonesia cayeron de 108 en 2015 a 49 en 2016. Aunque la mayoría resultaron robos menores, en casi todos los casos los buques fueron abordados por los malhechores.
El Golfo de Guinea sigue siendo una zona peligrosa, con 34 tripulantes retenidos en 9 incidentes y 3 buques secuestrados. Aumentaron notablemente los ataques denunciados en la costa de Nigeria: 36 incidentes en 2016, frente a 14 en 2015, entre ellos, 9 buques del total de 12 que recibieron disparos en todo el mundo. Algunos de ellos fueron atacados a casi 100 millas de la costa.
La Unión Europea acordó prolongar otros dos años la misión Atalanta de protección y vigilancia de la EUNAVFOR, en el Golfo de Adén y Somalia, no así la OTAN que dió por concluida su operación Ocean Shield en diciembre. Los piratas intentaron atacar un portacontenedores en el Golfo de Adén en mayo, y dispararon contra un petrolero de productos y un metanero a unas 300 millas de la costa Somalí en otoño, incidentes que, para el IMB, demuestran que la capacidad y la intención de atacar buques mercantes siguen existiendo en Somalia.
En otras partes del mundo cabe destacar los 11 incidentes registrados en Perú, 10 de ellos en el principal puerto del país, Callao, cuando en 2015 no se había registrado ninguno. También el descenso de los ataques en Vietnam, que pasó de 15 en 2015 a 7 en 2016 y en Bangladesh, de 11 en 2015 a 3.