Algunas navieras pueden verse abocadas a paralizar la flota si no hay respuesta urgente y proporcionada de la Administración a su esfuerzo
Sin los servicios marítimos regulares, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla quedarían desabastecidas en 48 horas.
Las navieras no pueden admitir las mayores restricciones que padecen en el transporte de pasajeros frente al transporte aéreo. Exigen la equiparación inmediata y reivindican su condición de transporte sanitariamente más seguro y más sostenible.
Sería fundamental reconocer formalmente a estos servicios su indiscutible carácter de tráficos estratégicos y sensibles, para que puedan beneficiarse de las bonificaciones de tasas y cánones previstas en la Ley de Puertos para este tipo de tráficos.
MADRID 6/5/2020 - En la última reunión de la Comisión de Líneas regulares de la Asociación de Navieros Españoles (ANAVE), celebrada el pasado 5 de mayo, con la asistencia de las principales empresas del sector, se constató el tremendo esfuerzo y estrés al que están sometidas tras las limitaciones decretadas a la movilidad.
Es un hecho: el abastecimiento diario de mercancías de todo tipo y de primera necesidad es esencial e imprescindible para los territorios españoles no peninsulares y lo están haciendo posible las navieras con cuantiosas pérdidas. Sin los servicios marítimos regulares, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla quedarían desabastecidas en 48 horas. Por ello son servicios indiscutiblemente estratégicos.
Cuando se declaró el estado de alarma, las empresas navieras que prestan estos servicios vieron caer drásticamente sus ingresos (hasta un 70% en algunas líneas). Para reducir sus costes, se vieron obligadas a amarrar parte de sus buques, pero con los restantes, cada una de ellas decidió que, en la medida de lo posible, mantendrían estos servicios, para no dejar desabastecidos a sus clientes y a la población en general de estos territorios.
En paralelo, ya el 16 de marzo, estas mismas empresas, por medio de ANAVE, plantearon al Ministerio de Transportes la necesidad de instrumentar algún procedimiento que les compensara los costes variables (combustible más costes de puerto y otros) que estaban soportando respecto de los buques aún en servicio, especialmente en caso de que la crisis se prolongase en el tiempo. Para ello propusieron utilizar parte de la partida que prevén los Presupuestos Generales del Estado para subvencionar los pasajes de los residentes no peninsulares, que serían precisamente los beneficiarios del mantenimiento de estas líneas esenciales.
La única respuesta que han recibido ha sido la aprobación, el 22 de abril, mediante el RD Ley 15/2020, de unas reducciones de la tasa portuaria al buque que llegaron más de un mes tarde, y que, como ha puesto de manifiesto ANAVE, son restrictivas y, por su cuantía, manifiestamente insuficientes.
Esta situación de trabajar a pérdidas se está prolongando más de lo inicialmente esperado (el estado de alarma pronto cumplirá dos meses de duración) y se da por hecho que la recuperación de la demanda de transporte, tanto de carga como especialmente de pasajeros, va a ser lenta, de modo que la situación de muy baja demanda podría durar al menos 5 a 6 meses siendo optimistas. Es imprescindible instrumentar medidas urgentes y de una cuantía suficiente para compensar a las navieras sus perdidas.
El gobierno de Canarias, sí ha garantizado sus transportes interinsulares por medio de un contrato de servicio público, compensando a las navieras por el mantenimiento de unos servicios mínimos indispensables en las rutas interinsulares. Baleares, no ha impulsado la misma medida pero, en el puerto de Ciudadela, que es de su competencia, ha establecido exención de las tasas portuarias. Los puertos andaluces de competencia autonómica, también han visto reducidas sus tasas. Pero, en el abastecimiento desde la Península, de Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla las navieras están trabajando sin ningún apoyo realmente efectivo. En esta situación, algunas navieras de líneas regulares podrían verse abocadas a paralizar su flota si no hay una respuesta urgente y proporcionada de la Administración al gran esfuerzo que están realizando.
Por todo ello, ANAVE va a reiterar al ministerio de Transportes la necesidad, que ya es urgente e imperiosa, de que el Estado asuma su responsabilidad de garantizar los suministros diarios a los territorios aislados, no solo hasta el final del estado de alarma, sino hasta que la recuperación de la demanda haga viable el mantenimiento de los servicios. Para ello, sería fundamental reconocer formalmente a todos estos servicios su indiscutible carácter estratégico, para que puedan beneficiarse de las importantes bonificaciones previstas en la Ley de Puertos para este tipo de tráficos en las tasas portuarias.
Por otra parte, las navieras no pueden admitir discriminaciones de trato ni de norma respecto al sector aéreo. No es de recibo que un gobierno autonómico promueva la movilidad del pasaje en avión en detrimento de los barcos, que tienen espacios más amplios y por tanto son más seguros desde el punto de vista sanitario y que además son un medio de transporte más sostenible.
Por último, ANAVE reitera su compromiso con las empresas, las instituciones y la sociedad en general para superar esta crisis sanitaria, económica y social de la manera más exitosa posible.