Los clubes náuticos defienden la transparencia y garantías legales del procedimiento del Club Náutico de Ibiza
La Asociación de Clubes Náuticos de Baleares (ACNB) desea reiterar públicamente su apoyo al Club Náutico de Ibiza (CNI) en el proceso de renovación y conservación de las instalaciones que ha venido ocupando desde hace más de 100 años, así como al resto de entidades dependientes de la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) que se encuentran inmersas en procedimientos de prórroga o ampliación de plazo.
Los clubes náuticos son las únicas plataformas de acceso al mar de las economías medias y los mayores promotores de las actividades náuticas federadas de Baleares. La Junta Directiva de la ACNB, reunida el pasado viernes en el Reial Club Nàutic Port de Pollença, ha considerado “más necesario que nunca” insistir en la función social y deportiva que desarrollan los clubes náuticos y en su condición de entidades sin ánimo de lucro, y ha lamentado la “confusión” que se está generando en relación al expediente de competencia de proyectos por el que el Club Náutico de Ibiza trató de obtener una nueva concesión administrativa, la cual fue finalmente rechazada al estar sometida al escrutinio de los tribunales.
Dicho procedimiento se llevó a cabo con total transparencia y todas las garantías legales mediante la vía propuesta por la autoridad competente. Ni el CNI ni esta asociación han ocultado jamás sus reivindicaciones respecto a la conveniencia de articular fórmulas de protección para el fomento de la vela y otros deportes del mar que llevan a cabo los clubes náuticos, ya sea con las leyes y disposiciones existentes o con otras que en el futuro puedan reconocer su importancia y singularidad.
Intentar que las cosas cambien por medios legales es legítimo y forma parte del buen funcionamiento de un estado democrático y de derecho. La ACNB nació, precisamente, para recalcar el valor patrimonial y social de los clubes, y con el objetivo de trasladar a la opinión pública y a la clase política, como representante de la anterior, la diferencia existente entre las entidades mercantiles con ánimo de lucro y sin estructura deportiva y los clubes náuticos, cuyos beneficios se reinvierten de manera íntegra en la subvención del deporte náutico de base, las escuelas de vela y piragüismo, el mantenimiento de los equipos de competición, la organización de eventos nacionales e internacionales, y en actividades culturales que redundan en beneficio de las ciudades y localidades que los acogen.
La ACNB ha pedido, pide y seguirá pidiendo en el futuro un reconocimiento para los clubes porque no le cabe duda de que lo merecen y en el convencimiento de que sin ellos quedaría cerrada la puerta de acceso al mar de los ciudadanos residentes, y de que deportes como la vela y el piragüismo, que lideran el medallero español, desaparecerían.
La Asociación de Clubes Náuticos de Baleares (ACNB) no alcanza a comprender cómo la frustrada competencia de proyectos del Club Náutico de Ibiza puede ser calificada de “amaño” o “arreglo” por el mero hecho de haber sido rechazada en los tribunales administrativos, como resultado de un proceso en el que las partes interesadas han podido pronunciarse sin ningún impedimento. No cabe duda de que la tramitación de la citada competencia de proyectos contuvo errores administrativos que han desembocado en su anulación. Pero de ahí a pretender que los hechos revistan naturaleza criminal media un abismo.
La ACNB, como no puede ser de otro modo, respeta las decisiones judiciales y no desea interferir en las investigaciones abiertas en el denominado caso Puertos, muchas de las cuales permanecen bajo secreto, pero sí se considera con derecho a defender la licitud de su demanda de protección para los clubes y de advertir a la opinión pública de que el relato parcial que está trascendiendo de dichas pesquisas responde, esencialmente, a los intereses de unos denunciantes que han forzado el Derecho para convertir en causa penal lo que, a juicio de la ACNB, nunca debió trascender el ámbito administrativo, y provocando una parálisis de la gestión portuaria muy perjudicial para el desarrollo de la náutica a través de una litigosidad sin precedentes y por lo general injustificada.
La ACNB confía en que la Justicia determine finalmente las intenciones de quienes han provocado esta indeseable situación y concluya que su “relato” está necesariamente influido por esos intereses, tal y como, según informaciones aparecidas en los medios, parece apuntar la propia investigación.