La puerta del Mar Menor se cierra
Más de dos mil quinientos veleros que tienen sus puntos de amarre en algunos de los diez puertos deportivos del Mar Menor están aislados desde el lunes
El canal del Estacio es la única vía que conecta el Mar Menor con el Mediterráneo y el puente levadizo que lo atraviesa lleva tres días cerrado. Y lo peor es que aún no hay fecha para que el viaducto vuelva a funcionar.
Esta situación deja atrapados a más de dos mil quinientos veleros que tienen sus puntos de amarre en alguno de los once puertos deportivos que se encuentran en el interior de la laguna, a los que hay que sumar varios cientos de embarcaciones que fondean de forma ilegal y a los afectados de otros puertos que pretenden entrar o salir del Mar Menor.
De los cerca de cinco mil barcos que tienen atraques en los muelles interiores de la laguna, sólo pueden cruzar el canal aquellos que no tienen mástil. El presidente de la Federación Regional de Vela, Pedro Román, calcula que son en torno a dos mil quinientos los afectados. "Esto ya ha pasado otras veces en las que se ha hablado incluso de establecer un precio a pagar para pasar por el puente", explicó Román, quien asegura que los dueños de las embarcaciones amarradas en el Mar Menor no están dispuestos a hacerlo.
El directivo de la Federación de Vela señaló que por el momento no adoptarán ninguna medida confiados en que las Administraciones lleguen a un acuerdo para que el puente vuelva a funcionar lo antes posible.
Más contundente se mostró el gerente del puerto deportivo Tomás Maestre, Luis Manzano, quien aseguró que la incertidumbre que viven los usuarios del que es el mayor muelle deportivo de España con 1.600 puntos de amarre es total. "Esto es como si dejas tu coche en el parking del hotel y cuando se acaba tu viaje y vas a sacarlo para regresar a casa, no puedes", resaltó.
Además, Manzano señaló que el cierre del canal supone un grave problema de seguridad, ya que si una embarcación que sufre una vía de agua pone rumbo al Mar Menor para repararla con urgencia, se encontrará que no podrá pasar.
Hasta el 1 de marzo, fecha en la que el puente dejó de funcionar, el puente se abría cada dos horas durante quince minutos entre las ocho de la mañana y las diez de la noche, de modo que sí alguien llegaba con su velero a las once de la noche tenía que esperar hasta la mañana siguiente para entrar a la laguna.